martes, 13 de diciembre de 2011

Oxígeno para un moribundo

Oxígeno para un moribundo
Lunes, 12 de Diciembre de 2011 04:12
Osmar Laffita

Capdevila, La Habana (PD) Hace nueve años que se puso en marcha el
proceso de redimensionamiento de la industria azucarera conocido como
"Tarea Álvaro Reinoso", la cual no ha sido objeto de análisis crítico
por el actual gobierno y tampoco por la Asamblea Nacional del Poder
Popular. De lo anterior -y como la prensa oficial no ha sido autorizada
a informar al respecto-, se infiere que la población cubana desconoce la
situación real.
El anterior gobernante, el Dr. Fidel Castro, para justificar el
aniquilamiento de la industria azucarera, alegó que la Tarea se ponía en
ejecución porque constituía una perdida económica para el país tener tan
alto número de centrales ante la imparable baja cotización coyuntural de
la libra de azúcar en el mercado mundial.

La burocracia del Ministerio de la Agricultura y el extinto Ministerio
del Azúcar, se ocuparon de la tarea de darle el tiro de gracia a la
centenaria industria azucarera cubana. De los 156 centrales que estaban
en activo, se desmantelaron 91. En estos momentos sólo quedan 56. De
ellos, 46 participarán en la presente zafra.

En la mencionada Tarea se redujeron las 2 millones de hectáreas ocupadas
por el cultivo de la caña a sólo 750 000 hectáreas, las de las mayores
rendimientos, y se reubicaron en otras actividades 100 000 trabajadores
del sector.

Estas medidas estaban dirigidas a alcanzar una mayor eficiencia en el
propósito de producir 4 millones de toneladas de azúcar anualmente. Pero
en todo este tiempo esa producción no se ha materializado. Los
alarmantes rendimientos cañeros, que no sobrepasan las 27 toneladas por
hectárea, son los más bajos del hemisferio occidental. A eso hay que
sumarle las 131 000 hectáreas que se reportan sin cepa y cubierta de
malas hierbas. Por ello, sólo se dispuso de 450 000 hectáreas que con
los bajos rendimientos, a duras penas regarantizaron el tiro de caña,
para producir los 1,2 millones de toneladas de la zafra de 2011, la más
baja en 120 años.

Una muestra de esa ralentización productiva la tuvimos en la zafra de
2002, en la que sólo se produjeron 3,5 millones de toneladas. Luego, la
de 2003 llegó a 2,1 millones y desde el 2004 hasta este año, la
producción azucarera descendió entre 1,6 y 1,2 millones de toneladas.
Estas cifras explican hasta dónde se ha hundido esta industria, que fue
la primera de Cuba.

Si los bajos precios del azúcar fueron el pretexto para cometer esta
inaudita masacre azucarera, los hechos posteriores han demostrado el
enorme daño que tan irresponsable medida ocasionó a la economía y al
desarrollo de Cuba. l

No existió entereza y voluntad de esperar. Con los centrales y las cañas
con que se inició la Tarea Álvaro Reynoso, de no haber incurrido en la
irresponsabilidad del abandono de los campos cañeros y la industria,
precisamente en el momento en que el mercado azucarero comenzó a
recuperarse porque la libra de azúcar comenzó a subir de precio, las
condiciones hubiesen sido otras. Seguro se hubiese alcanzado mejores
producciones respaldadas por los altos precios que ha experimentado la
cotización de la libra de azúcar.

Los dirigentes de la agroindustria azucarera conocen que los bajos
rendimientos cañeros están motivados por el mal manejo de los suelos y
las variedades de caña. Agréguesele a ello las arcaicas e inamovibles
estructuras empresariales, cuyos resultados no responden a las
inversiones que se han hecho en ellas.

La existencia de un abultado desbalance entre los que no producen y los
pocos vinculados directamente a la producción de bienes, sumado a la
falta de estimulación salarial, ha provocado un crítico
desaprovechamiento de la jornada laboral y una alarmante baja
productividad, reflejada en la crónica ineficiencia empresarial.

Un ejemplo de esos desajustes estructurales lo tenemos en la zafra de
2011, en la que se produjeron 1,2 millones de toneladas de azúcar. De
ese escuálido monto, se exportaron 400 000 toneladas a China. Se
destinaron 200 000 toneladas para el consumo interno. Para alcanzar las
700 000 toneladas que consume la población anualmente, hubo que importar
azúcar de Brasil, República Dominicana y Colombia, pagándola tal como se
cotiza en estos momentos en el mercado mundial.

En medio de este estado de calamidad, el Presidente Raúl Castro, el 28
de octubre, firmó el Decreto Ley 287, en que oficialmente se extingue el
Ministerio del Azúcar y el 29 de noviembre firmó el Decreto No. 294, con
el que se crea el Grupo Empresarial Azucarero conocido por la sigla AZCUBA.

El 3 de noviembre, Adel Izquierdo Rodríguez, Ministro de Economía y
Planificación, firmó la Resolución No. 735.2011, que señala en su
apartado cuarto que AZCUBA está integrada por 25 empresas, entre ellas
13 azucareras, de Logística, Importadora, Exportadoras, de Ingeniería y
Servicio, de Seguridad y Protección, dos Institutos de Investigaciones y
un Centro Nacional de Capacitación.

Como resultado de la fallida aplicación de la Tarea Álvaro Reynoso y la
infinidad de errores incurridos en estos nueve años, las provincias de
La Habana y Pinar del Río, no aparecen en la lista de productoras de
azúcar por que sus centrales azucareros y plantaciones cañeras fueron
desmantelados.

http://primaveradigital.org/primavera/economia/51-economia/2866-oxigeno-para-un-moribundo

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