miércoles, 1 de mayo de 2013

Contaminados con plomo

Contaminados con plomo

Martes, Abril 30, 2013 | Por Augusto Cesar San Martin



LA HABANA, Cuba, 30 de abril de 2013, Augusto César San Martín Albistur/

www.cubanet.org.- La muerte por saturnismo, en 1978, de Juan Carlos, un

niño de 11 años, atizó la protesta de los vecinos por la contaminación

de plomo emanada de la fábrica de baterías de autos (conocidas en Cuba

como acumuladores).



Como consecuencia, el gobierno trasladó la industria, que estaba en la

carretera Santa María del Rosario, Guanabacoa, hacia el interior del

país. Años más tarde, las instalaciones de la antigua fábrica se

convirtieron en la Industria Cubana de Bronce.



En respuesta al déficit de viviendas, el vertedero de la antigua fábrica

de acumuladores fue rellenado con una capa de cemento para construir

cubículos de residencia. Con el tiempo, los suelos cedieron a las

lluvias, dejando al descubierto el plomo enterrado.



Albergues tóxicos



Yuca I, ubicada en el kilómetro 6 de la carretera de Santa María del

Rosario, es una comunidad que las autoridades de la Dirección de

Vivienda intentaron establecer como propiedades. Las malas condiciones

de los locales provocaron la protesta de los residentes y fue declarado

albergue de tránsito.



La comunidad tiene una población de 427 habitantes, de ellos, 126 niños

de 0 a 16 años, 262 personas de 17 a 60 años y 39 de 60 o más. En pocos

años se amplió con una población similar creándose Yuca II.



Síntomas de Saturnismo



"Me sacaron en el 2009 para una vivienda en el Casino Deportivo, porque

protesté a todos los niveles"; relata Jesús Méndez, de 72 años,

albergado por más de una década en la Comunidad de Yuca I.



"Primero para que legalizaran el lugar como albergue, no como vivienda.

Después, por la crítica situación de obstrucciones de aguas albañales

mezcladas con la de consumo. Por último, cuando surgieron los problemas

por el plomo. De los dos últimos problemas no logré nada", añade.



Jesús sufre de reuma, insomnio, falta de apetito, laceraciones y

abultamientos en la piel. "A veces siento sabor metálico que me deja

preocupado", comenta.



Narra que fue amenazado de ir preso por funcionarios de la Dirección de

Vivienda.



"Hice varias peticiones de análisis de sangre a los niños de la

comunidad, a la doctora Annia Lemus, directora del Policlínico Machaco

Ameijeiras entonces y actual Presidenta del Poder Popular en Guanabacoa.

Después de un año, tomaron muestras a los niños que sólo llevaban

meses en el albergue. Los análisis resultaron negativos pero nunca los

mostraron. Cuando solicité la comprobación por escrito, se había perdido

el documento".



"Dijeron que no había problemas de contaminación pero nunca mostraron

los resultados", afirma María Elena, que lleva 15 años albergada.

¨Tomaron las muestras de los recién albergados, ninguna de los que

llevamos tiempo expuestos a la contaminación. A mis nietos les salieron

unos bichitos en la piel que debían extraérselos en el hospital. Según

el diagnóstico, eran contagiosos, explica."Por ejemplo, a ellos nunca

les hicieron análisis".



Milagros, de 38 años y 15 como albergada, decidió no tener más hijos

después de dos abortos espontáneos en el 2006. Ella cuenta que su

vecina, Kenia, perdió un embarazo gemelar anómalo y otro de 8 meses de

gestación.



"A veces se forma como una nube de polvo sin olor en toda la comunidad

que para mí es de la fábrica de bronce¨, comenta. "A mi hijo le salen

granos permanentes en la piel, los médicos dicen que es alergia pero

nunca han identificado las causas".



Gladis es otra vecina que también sufrió aborto espontaneo:



"Llevo albergada 15 años, he visto temporadas en las que a todos los

niños se les llena la piel de granos infestados. Yo tengo dolores en las

articulaciones, pero el médico dice que no tengo reuma. Son estados

anímicos raros, mezclados con cansancio".



Acciones gubernamentales, más plomo en la sangre



Los resultados escritos en una Inspección sanitaria ejecutada en el

2009, a cargo de especialistas de Salud Publica, constatan "grandes

saturaciones higiénico sanitarias con peligro eminente para los

moradores". La inspección detalla los riesgos epidemiológicos que

existen por desechos en los alrededores y anuncia los riesgos de brotes

epidérmicos, pero no menciona la contaminación del plomo.



Las cartas enviadas al Consejo de Estado, escritas por Jesús Méndez y

firmadas por los vecinos, regresaron a los funcionarios locales. Según

empleados de la Dirección de Albergues vinculados al caso, los

funcionarios que afirman la existencia de contaminación con plomo en

el área, "desaparecen" del puesto de trabajo.



Vivian Martínez lleva 15 como albergada, es una de las mujeres con

cáncer de mama dentro de la comunidad. Las autoridades de Salud Publica

le aseguran que la enfermedad no está vinculada a la presencia del plomo

en la zona.



"Lo que más me ha causado desesperanza es la respuesta ofrecida de un

titulado máster del tema medioambiental", explica Vivian.



"Ese funcionario nos recomendó no comer frutos del patio y no caminar

descalzos por la tierra. Le dije que debían tomar otras medidas, de lo

contrario elevaría las quejas y me respondió: Si escribe la queja la

carta llega a mis manos y yo le doy la respuesta que quiera".



"Nunca había padecido de nada hasta que llegue aquí", comenta Vivian.

Todos los residentes de varios años tienen problemas reumáticos, le

salen bultos en la piel, presentan problemas en los riñones, cefaleas,

problemas estomacales. Lo que más afecta, sobre todo a los niños, son

los granos infestados, casi permanentes".



"Tengo dolores de cabeza todos los días, he perdido fuerza en las manos

y caminar para mí es un tormento. Hasta hoy pensaba que el sabor

metálico en la boca era producto de la quimioterapia de hace 6 años",

agrega.



Yanet Durán, de 31 años y 15 de albergada, ha llegado a creer que la

situación de los animales es paranormal.



"Los animales se vuelven como locos, las aves se van de lado, se tiran

en el piso y a los pocos días se mueren. Muchos animales aquí nacen con

malformaciones. Hemos optado por no tener animales domésticos porque

siempre mueren prematuros. Los que llevamos años aquí llegamos sanos y

todos estamos enfermos, con descalcificación en los huesos, problemas

renales, algunos se han declarado asmáticos, son cosas raras", explica.



Refieren empleados de la Industria Cubana del Broce, que varios

trabajadores han sido diagnosticados con saturnismo. Se desconocen los

niveles tóxicos que emiten la Industria Cubana del Bronce y la fábrica

de bloques para la construcción, aledañas a estas comunidades.



Según un dictamen de la doctora Alíeme Caridad Fernández, las fabricas

emiten humos tóxicos y polvos de cemento. Las evidencias de contenidos

tóxicos en los suelos de Yuca I requiere un diagnostico que involucre al

total de la población, que lleva más de quince años expuesta a la

contaminación.



La contaminación de los suelos de estas áreas es otro factor que exige

medidas inmediatas con la mención de los culpables. La mayoría de los

daños causados a la población pueden ser irreversibles, lo que hacen

urgentes las soluciones. Sobre todo, darle un seguimiento a la impunidad

y la indolencia.



Los vecinos de la Comunidad de Tránsito Yuca I tienen un archivo de

cartas de reclamación enviadas a la Dirección municipal de Comunidades

de Tránsito, Dirección Municipal de Salud, Consejo de Administración

Municipal, Policlínico Machaco Ameijeiras, Departamento de Higiene y

Epidemiologia, Asamblea Nacional del Poder Popular, Consejo de Estado de

la República de Cuba y al periódico Granma.



http://www.cubanet.org/?p=41034

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