El debate sobre Cuba, sin Cuba
¿Sería posible dentro de la Isla un debate sobre el embargo, como los
que ocurren en Estados Unidos? ¿Contribuiría su levantamiento a la
circulación de prensa libre en Cuba?
jueves, octubre 30, 2014 | Víctor Ariel González
LA HABANA, Cuba -El debate en EE.UU. sobre el levantamiento del embargo
a Cuba es reflejo de la libertad de expresión que no existe en la Isla
de la Discordia. Dicha falta de libertad, uno de los pilares del régimen
comunista caribeño, ha sido convenientemente aislada en el discurso
conciliador que ofrecen medios como el New York Times. Sin embargo
otros, como el también célebre Washington Post, no se dejan llevar por
esta nueva marea de "acercamiento a cualquier precio".
Nuestra carencia de medios de prensa serios provoca inclusive que,
siendo los principales afectados por cualquier decisión que se tome en
cuanto al embargo, tengamos menos posibilidades de informarnos
debidamente sobre el asunto que los mismos norteamericanos. La ausencia
de información para contrastar, como la que ofrecerían periódicos sin
afiliaciones al gobierno o canales privados; la desconexión a Internet
que sufrimos todos o la ilegalidad de partidos más allá del gobernante,
son rasgos de una dictadura que nada tiene que ver con los principios en
los que se funda la democracia estadounidense.
Resulta además paradójico que un debate sobre nosotros se olvide
precisamente de nosotros. Un debate sobre Cuba, sin Cuba. Como viene
pasando desde hace generaciones, la mayoría debe oír lo que el régimen
deja caer.
Nuestra realidad informativa constituiría un horror en EE.UU. Y aunque
puede ocurrir, resulta difícil imaginar a periodistas norteamericanos
siendo perseguidos por orden del gobierno, amenazados, encarcelados, o
cuando menos, censurados de la forma en que ocurre aquí. En Cuba pasa
cualquiera de estas cosas pero, a diferencia de otros países, no hay en
dónde pedir ayuda. El periodismo en Cuba es como un deporte extremo y
cualquier reportaje que hagas puede ser el último antes de que te
encierren. Sólo una opinión incómoda, un escrito contestatario, pueden
costarte el puesto de trabajo o mucho más.
Un eventual levantamiento gratuito del embargo, olvidando negociar
ciertas garantías civiles como la libertad de expresión o de
información, no sería más que una tremenda irresponsabilidad impulsada
por un sector que en definitiva parece no saber lo que es Cuba al
desconocer o minimizar una parte importante de nuestra realidad. En esta
trampa es donde pueden estar cayendo los norteamericanos que de manera
festinada reclaman el fin de las sanciones. ¿O quizá algunos omiten los
detalles oscuros de forma deliberada?
Entre las leyes cubanas que atentan contra el derecho al debate
ciudadano está, por sólo mencionar una, la No.88 "de Protección de la
Independencia Nacional y la Economía de Cuba". Aquellos que la
conocenprefieren llamarla por su alias, Ley Mordaza, un nombre no sólo
mucho más fácil de recordar sino además mucho más fiel a su esencia
represiva.
Nadie garantiza que el gobierno cubano vaya a derogar una legislación
que le permite apresar a disidentes pacíficos. El castrismo podrá
continuar persiguiendo aquellas publicaciones que emiten puntos de vista
diferentes al suyo. Granma y Juventud Rebelde repetirán palabra por
palabra sin contribuir al razonamiento y sí al adoctrinamiento.
Mientras, los medios que intentan hacer la diferencia son callados a
como dé lugar.
¿Contribuiría el levantamiento del embargo a la circulación de medios
libres de prensa en Cuba? ¿Sería posible dentro de Cuba un debate de
escala y seguimiento similares al que ocurre en EE.UU. respecto al
embargo y a tantos otros temas? Perdonen si soy demasiado categórico al
afirmar, con toda certeza, que no. Falta demasiado para que se nos
permita leer un New York Times o un Washington Post con entera libertad.
Source: El debate sobre Cuba, sin Cuba | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/el-debate-sobre-cuba-sin-cuba/
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