Escándalo de corrupción en La Habana
WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald
Enfrascado en una intensa campaña contra la corrupción, las
indisciplinas laborales y el robo de combustible, el gobierno cubano
apenas ha querido ventilar un enmarañado caso de trasiegos ilícitos y
manejos fraudulentos entre altos funcionarios de la cúpula estatal y
empresas extranjeras.
La trama: la pugna entre la firma española Provimar S.A. y el grupo
corporativo Weitnauer por monopolizar la comercialización en las tiendas
cubanas libres de impuestos (duty free) tocó a las puertas de ejecutivos
cubanos, que accedieron a otorgar preferencias y falsear licencias
comerciales a cambio de sobornos en moneda dura. La espiral de
violaciones siguió su curso y, en el verano del 2000, el representante
cubano de Provimar costeó por $6,000 las vacaciones del director de
logística de la megacorporación CIMEX junto a su familia en el exclusivo
Hotel Tryp Club de Cayo Coco.
Hacia el 2002, Provimar expandió su catálogo y consiguió contratar los
servicios sexuales de dos ciudadanas cubanas, que brindaban placeres
carnales a los extranjeros que se decidían a negociar con esa firma.
En la cadena participaban cuatro hombres fuertes del CIMEX y uno del
Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX), un gerente cubano con
estrechas relaciones dentro del Ministerio del Interior (MININT), así
como otros empleados estatales, en su mayoría con títulos universitarios.
La corporación ADESA para servicios aduanales y la operadora Cascade
Overseas S.A., encargada de la zona franca del Wajay, aparecen
relacionados en la acusación fiscal.
''Fue un gran escándalo, pero no es el único cambalache de las altas
esferas que está en marcha'', escribió un ex funcionario del MINCEX que
pidió anonimato. ``Aquí todos ellos [en el gobierno] están tratando de
posesionarse, establecer relaciones, guardar dinero y casar a sus hijos
con gente de influencia, porque aquí ha dejado de pensarse en el
presente y sólo se mira al futuro que está a la vuelta de la esquina''.
El caso fue inicialmente revelado por El Nuevo Herald en una serie de
reportajes de febrero del 2004, cuando el expediente se encontraba en
fase preparatoria. El gobierno cubano mantuvo estricto silencio sobre el
proceso judicial y no fue hasta el pasado noviembre cuando la prensa
oficial ofreció tímidas referencias a lo ocurrido, después que un
tribunal desestimara un recurso final de apelación y confirmara las
sentencias, que oscilaron entre cuatro y 20 años de cárcel.
Pero en la escueta información de la revista Bohemia se relacionaron los
delitos, sin mencionarar los nombres completos de los sentenciados ni
los pormenores de la conspiración delictiva. Sólo se dijo que el
principal implicado se llamaba Iván, sin ofrecer más datos que apuntaran
a la magnitud del escándalo.
El Nuevo Herald obtuvo una copia de las conclusiones acusatorias,
elaboradas por el Organo de Instrucción de la Seguridad del Estado en La
Habana y presentadas por la Fiscalía General de Cuba en el 2003.
Se considera que es el mayor caso de delitos de cuello blanco ocurrido
en Cuba con nexos de firmas extranjeras desde que el régimen castrista
autorizó las asociaciones económicas mixtas y flexibilizó el comercio
internacional, a comienzos de los años 90.
Cadena de privilegios
El documento acusatorio -- de 19 páginas -- es prolijo en detalles y
descarga la máxima responsabilidad en Angel Iván Esteva Matos, gerente
cubano de la firma española Provimar.
El tráfico de influencias desplegado por Esteva en las diferentes
dependencias estatales, facilitaba que los productos de Provimar se
codificaran de manera expedita con los precios más bajos posibles para
la venta al público, gracias a un mecanismo de privilegio establecido
por CIMEX.
Sus colaboradores del CIMEX le informaban por adelantado los precios
tentativos de los demás proveedores, de manera que Provimar pudiera
mejorarlos siempre a su favor. Esteva, en cambio, no sólo pagaba jugosos
sobornos que enviaba a través de las esposas de los funcionarios, sino
que además les regalaba ropa de marcas, víveres, confituras, bebidas
alcohólicas y equipos electrodomésticos.
En una ocasión Esteva no fue suficientemente generoso en sus dádivas con
el vicepresidente comercial de CIMEX, Manuel Sanz Farrás, quien no tuvo
reparos en reclamarle el pago de su ilícita actividad con una frase
sugerente: ''Acuérdate de los pobres'', le dijo Sanz. Desde entonces no
paró de acumular cuantiosos regalos de la mano de Esteva.
Las maniobras de Esteva se tornaron cada vez más insaciables. En los
primeros meses del 2003 contrató a un corredor de permutas sin licencia
para localizar una casa en el barrio habanero de La Lisa y comprarla de
modo enmascarado e ilegal por $8,000. Luego localizó al mismo corredor
para que arreglara una permuta desde La Lisa hacia una mansión en el
Reparto Náutico, en La Habana, ofreciendo como recompensa $50,000.
Pero el hecho detonador se produjo entre abril y mayo del 2003, cuando
Esteva extrajo nueve cheques de la cuenta de Provimar en el Banco
Financiero Internacional (BFI) por la suma de $140,000, lo cual despertó
sospechas de deserción.
El empresario catalán Juan Sunet Gutiérrez, propietario de Provimar, se
percató entonces de que el lugar de su firma había sido suplantado para
aventajar a la corporación Weitnauer México en el mercado duty free y se
fue a denunciar los entresijos del caso a las autoridades cubanas.
La lista completa de sentenciados en el proceso (con sus edades
actuales) es la siguiente:
• Angel Iván Esteva Matos, gerente cubano de Provimar y luego de
Weitnauer México. Natural de La Habana, de 42 años y nivel
universitario, hijo de un oficial del Ministerio del Interior. Acusado
por los delitos de soborno, malversación, proxenetismo y falsificación
de documentos públicos y privados. Sentenciado a 20 años.
• Ernesto Luis Ulmo Wert, jefe del Departamento de Compras de la
División de Logística del CIMEX y jefe de ventas de las Tiendas
Panamericanas. Natural de Matanzas, de 45 años y nivel universitario.
Soborno. Sentenciado a ocho años.
• Roberlando Jesús Reynaldo Rodríguez, director de Precios del CIMEX.
Natural de Villaclara, de 40 años y nivel educacional preuniversitario.
Soborno. Sentenciado a 10 años.
• Arnaldo Elías Vega González, alias Veguita, director general de
comercio minorista del CIMEX. Natural de La Habana, de 68 años y nivel
de noveno grado. Reconocido como artífice de la libreta de racionamiento
y asesor de Castro para la imposición de precios. Soborno. Sentenciado a
ocho años.
• Manuel Sanz Farrás, vicepresidente comercial del CIMEX. Natural de
Manzanillo, de 67 años y nivel universitario. Soborno y falsificación de
documentos. Sentenciado a 10 años.
• Pavel Alexis Palacios de la Cruz, jefe de la Oficina de Servicios
Aduanales del CIMEX. Natural de La Habana, de 40 años y nivel
universitario. Soborno, robo y contrabando. Sentenciado a 18 años.
• Pedro Gabriel Villar Barcia, director de la dependencia de Gestión
Empresarial Externa del Ministerio de Comercio Exterior (MINCEX).
Natural de Sagua la Grande, de 61 años y nivel universitario. Soborno y
falsificación de documentos. Sentenciado a 10 años.
• Alberto Gabriel Díaz Serpa, especialista principal de la División de
Comercio del CIMEX. Natural de La Habana, de 60 años y nivel
universitario. Soborno. Sentenciado a cuatro años.
• Rolando Matos Gordillo, custodio. Natural de La Habana y de nivel
universitario. Proxenetismo. Sentenciado a 9 años.
• Orlando Romero Sotolongo, gerente comercial de la firma extranjera
Cascade Overseas S.A. Natural de La Habana, de 40 años y nivel
universitario. Soborno y contrabando. Sentenciado a ocho años.
• Lucas Juan Corzo Obregón, sin vínculo laboral. Natural de La Habana,
de 47 años y nivel universitario. Actividades económicas ilícitas. Se le
ocuparon en su poder $10,000. Sentenciado a pagar una multa de 5,000
pesos cubanos.
El proceso dejó libre de toda culpabilidad al presidente del CIMEX,
Eduardo Bencomo Zurdos, un urólogo que atendió por años al gobernante
Fidel Castro y es considerado un hombre de absoluta confianza en las
altas esferas del poder. Asimismo, quedó exento el ministro de Comercio
Exterior, Raúl de la Nuez.
''Nadie cree que todo eso estuviera pasando sin que los grandes jefes
estuvieran enterados'', apuntó un ex contador del CIMEX que reside en
Naples, Florida, desde el pasado año. ``Las purgas nunca llegan a la
cúpula, pues salpicarían a muchos de la élite de gobierno''.
Interrogado sobre el caso en la prensa oficial, Bencomo se limitó a
decir que ``tenemos unos 2,000 cuadros y no se puede sacar la
ejemplaridad de todos por la de estos cuatro tipos''.
CIMEX -- el mayor conglomerado empresarial de la isla -- cuenta
nacionalmente con 1,500 establecimientos de venta al público, en los
cuales laboran unos 24,000 trabajadores. Tiene 80 compañías y sucursales
internacionales, y sus ingresos superan los $1,000 millones anuales. La
inmobiliaria CIMEX, Havanatur, Havanautos, BFI, la discográfica Abdala y
la casa de modas La Maison están bajo su sombrilla corporativa.
Tampoco fue encausado Sunet, aunque el documento apunta que había sido
partícipe de las irregularidades cometidas ''hasta que le convino''.
Sunet, que radica en Barcelona, nunca ha respondido las llamadas de El
Nuevo Herald.
Provimar abrió su filial en La Habana en 1995, mediante un contrato de
suministro para la venta a bordo de Cubana de Aviación. Cuenta con más
de 40 almacenes en España, Gilbraltar, Kosovo, Bosnia-Herzegovina y
Cambodia. Se estima que hasta el 2003 sus ganancias en la isla superaron
los $4 millones, distribuyendo en exclusiva mercancías que burlan el
embargo estadounidense (los chocolates Toblerone, de Kraft, y los
perfumes Hugo Boss, de Procter & Gamble).
La ira de Fidel Castro
En un acalorado llamamiento contra la corrupción el 17 de noviembre del
2005, Fidel Castro prometió una ''guerra sin tregua'' y aseguró que se
trataba de un asunto de vida o muerte del que debía mantenerse informado
al pueblo cubano.
La ira del discurso de Castro tenía un poderoso motivo de actualidad que
pasó inadvertido entonces para la audiencia y la prensa extranjera. Por
esos días se efectuaba a puertas cerradas el juicio del caso
Esteva-CIMEX con el jugoso expediente de evidencias delictivas.
A pesar de las promesas de Castro de informar a los ciudadanos, nada
trascendió hasta fines de este año, con el país bajo el mandato temporal
del general Raúl Castro.
En el Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), celebrado en
septiembre, Raúl reclamó a los trabajadores sentirse ''dueños de los
medios colectivos de producción'', y enfatizó que no se puede exonerar
de su gran responsablidad'' a empleados y sindicalistas. En ese Congreso
fue nombrado al frente de la CTC, Salvador Valdés Mesa, considerado un
hombre de máxima confianza de Raúl.
La CTC está elaborando un nuevo reglamento de disciplina laboral, que
entrará en vigor en abril del 2007, el cual establece obligaciones para
elevar la eficiencia productiva y ``evitar las ilegalidades e
indisciplinas en los centros de trabajo''.
En los últimos cinco meses -- con Castro apartado de la escena pública
-- la prensa oficial ha publicado numerosas denuncias sobre robo y
despilfarro en las dependencias estatales, así como los ''castigos
ejemplarizantes'' a responsables de centros de servicios, puntos
agropecuarios y firmas comerciales.
Más de la mitad de las 22,692 auditorías practicadas de enero a agosto
en centros de servicios y empresas comerciales estatales, evidenciaron
problemas e irregularidades legales, según un informe oficial que se
publicó el pasado octubre.
En la edición digital De El Nuevo Herald pueden consultarse las
conclusiones de la fiscalía, preparadas por el Departamento de Seguridad
de Cuba. Habana.
http://www.miami.com/multimedia/miami/elnuevo/CubanScan1228.pdf
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