Buscan fondos para negocios en Cuba poscomunista
OSCAR CORRAL
The Miami Herald
El Grupo de Estudios Cubanos, una organización moderada de exiliados,
tiene planeado recaudar $300 millones para ayudar a la economía de Cuba
posterior al comunismo ayudando al surgimiento de negocios.
Carlos Saladrigas, presidente del Grupo de Estudios Cubanos, dio a
conocer la idea en Miami durante la conferencia anual de la Asociación
para el Estudio de la Economía Cubana (ASCE). Se trata de la última
propuesta del grupo para ampliar el discurso sobre el rol potencial de
la comunidad de exiliados en una Cuba post Castro.
El programa obviamente exigiría hacer cambios políticos de importancia
tanto por el gobierno cubano como por el norteamericano.
Pero Saladrigas cree que hablar sólo de economía en lugar de política es
una forma de aliviar la tensión entre los dos países.
''No estamos al frente de lo que está sucediendo en Cuba'', señaló
Saladrigas. ``Nos queda una alternativa: ser increíblemente estratégicos
y crear condiciones favorables para el cambio''.
Saladrigas criticó al gobierno norteamericano, diciendo que no ha
logrado planificar una transición lenta en Cuba, y que en su lugar se ha
concentrado en la teoría tipo ''big bang'' de un cambio político abrupto.
''Lo que me sorprende es lo poco que la política del gobierno de EEUU
está enraizada en los exitosos precedentes de lo que ocurrió en Europa
Oriental'', declaró.
Para ayudar a que el llamado ''plan de fondo empresarial'' tenga
legitimidad, los miembros del Grupo de Estudios Cubanos, donde figuran
algunos acaudalados exiliados, dijeron que no tendrán ningún interés
financiero en el fondo.
La iniciativa sigue el modelo de exitosos fondos empresariales
norteamericanos creados por el Congreso mediante la ''Ley para Respaldar
la Democracia en Europa Oriental de 1989'', que se creó tras la caída
del Muro de Berlín.
El plan está concebido para ayudar a los negocios pequeños y medianos en
Cuba a través de inversiones de capital, préstamos, asistencia técnica y
capacitación.
Kelsey Vidaillet, de 23 años, estudiante a nivel graduado de la
Universidad Internacional de la Florida (FIU) y miembro del ASCE, dijo
que le parecía que la idea para el programa de préstamos pequeños es un
buen paso de avance.
''Creo que es una excelente iniciativa para ofrecer recursos a la gente
que más los necesita en Cuba'', indicó.
Uno de los principales asesores del fondo es el ex embajador de Estados
Unidos en Polonia, Nicholas Rey, quien ha ocupado el cargo de director
del Fondo Empresarial Polaco-Americano desde 1990. Rey ve grandes
paralelos entre la Polonia de los años 80 y la Cuba actual.
''En Polonia había una competencia latente, al igual que ahora está
sucediendo en Cuba con la cuestión empresarial'', indicó Rey. ``En ambos
casos, se tienen casi 50 años de comunismo, con la gente tratando de
hacer rendir el dinero haciendo todo tipo de improvisación. El fondo es
una vía para que la gente comience todo tipo de negocios, desde
reparaciones de autos hasta tiendas de equipos electrodomésticos. No
estaríamos tomando decisiones políticas. Tomaríamos decisiones económicas''.
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