MARIANNA PÁRRAGA
EL UNIVERSAL
Calculada a precios de mercado, la factura que acumuló Cuba por la
recepción de crudo y derivados petroleros venezolanos sumó el año pasado
3.300 millones de dólares, según datos reflejados en una investigación
del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICCAS) de la
Universidad de Miami, firmado por Jorge Piñón.
Aunque esta cifra presenta una brecha considerable versus los 2.200
millones que como importaciones petroleras registró la Oficina Nacional
de Estadísticas de la Isla, el cálculo del instituto se deriva de un
promedio de envío de 94.125 barriles por día, de los cuales 40.911 b/d
correspondieron a derivados -su precio de mercado osciló entre 101 y 192
dólares por barril en 2006- y los 53.214 b/d restantes a crudo de
mediana gravidez.
"Proyectando los volúmenes registrados hasta la fecha, estimamos de
forma conservadora que el valor de mercado de los despachos venezolanos
podría sobrepasar 4 mil millones de dólares este año", dice el reporte.
Para el Iccas, la magnitud de los despachos petroleros venezolanos a la
Isla devela "la dependencia económica que tiene Cuba del régimen
venezolano, así como el compromiso de Hugo Chávez de apoyar al Gobierno
cubano". Del otro lado, si Cuba no está cancelando en efectivo ninguna
porción de la factura, como se desprende de declaraciones oficiales,
"representa una pérdida sustancial de ingresos para la economía
venezolana y para su gente".
El instituto aclaró, además, que los montos no reflejan el valor
contractual de los despachos pactado entre las estatales Pdvsa y Cupet
mediante el Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela. Este
instrumento prevé el financiamiento de hasta 25% de la factura acumulada
a un plazo de 15 años con dos años de gracia y 2% de interés.
Refinerías a la medida
La totalidad del crudo venezolano que importó Cuba en 2006 fue destinado
a la alimentación de las dos refinerías que operan en ese territorio,
mientras que los 2.900 millones de toneladas de petróleo extrapesado que
se extrajeron de la costa norte cubana -campos Varadero y Santa Cruz del
Norte- se destinaron a la generación eléctrica.
"Las viejas e ineficientes refinerías cubanas operaron a 22% de su
capacidad combinada total, estimada en 200 mil barriles por día. Esto
subraya la importancia de reconstruir Cienfuegos que, se prevé, entrará
en operación a fin de año".
La modernización y ampliación de Cienfuegos es un proyecto conjunto de
Cupet y Pdvsa. En una primera fase se estima que la planta podrá
procesar poco más de 60 mil b/d de crudo venezolano para llegar a 109
mil b/d en una segunda etapa.
La demanda total de productos refinados de Cuba bajó en 2006 en 1,65%,
al pasar de 142.850 a 140.491 barriles por día. La mayor disminución se
registró en la demanda de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y kerosene, que
bajó en 32 y 47%, respectivamente, debido al plan gubernamental de
sustitución de cocinas de gas por eléctricas.
Para el Iccas, el Gobierno de Cuba parece haber aprendido la lección de
no tener una sola fuente de suministro, tal como hizo con la extinta
Unión Soviética. "El Gobierno cubano sigue haciendo énfasis en la
conservación energética, reconociendo los riesgos de confiar en una sola
fuente de crudo subsidiado, como hizo entre los 70 y 80. Una dependencia
igual tiene hoy del petróleo venezolano".
http://www.eluniversal.com/2007/08/04/eco_art_factura-petrolera-de_391213.shtml
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