2007-09-08.
Oscar Espinosa Chepe, Economista y Periodista Independiente
La Habana, 7 de septiembre de 2007.- Conferencias sobre el Decreto-Ley
252 y el Decreto 281 que amplían el perfeccionamiento del sistema de
dirección y gestión empresarial cubano se impartieron en un seminario
nacional los días 29 y 30 de agosto, con la participación de altos
dirigentes del Gobierno y el Partido Comunista, y 648 directores
generales de empresas, grupos y uniones.
Las nuevas normativas introducen 4 sistemas de gestión agregados a los
14 existentes. Ellos son: Capital Humano, Ambiental, de la Innovación y
Comunicación Empresarial. Los Decretos todavía no se han publicado en la
Gaceta Oficial. El Sistema de Perfeccionamiento Empresarial en su
variante civil comenzó a aplicarse a partir de agosto de 1998 basado en
las experiencias de las empresas de las Fuerzas Armadas (FAR), que lo
empezaron en 1987.
Su objetivo es hacer más flexible la gestión administrativa, brindando a
los directores de empresa mayores niveles de decisión para lograr el
desarrollo de la eficiencia. Está acompañado del incremento de estímulos
materiales para los trabajadores, a fin de estimularlos a aumentar la
productividad.
Lamentablemente, en la vida civil el proceso ha encontrado muchos
escollos para su aplicación. A partir de 2003, con la política de
recentralización de la economía, prácticamente a esta experiencia se le
retiró la prioridad de años anteriores. Ahora, con el gobierno
provisional, encabezado por el General Raúl Castro, desde hace meses se
observa interés en volver a crear condiciones para que nuevas empresas
participen en el Sistema de Perfeccionamiento.
Este mecanismo, si bien tiene aspectos positivos en las condiciones
cubanas, seguirá chocando con las medidas recentralizadoras apuntadas,
que según indicó en su intervención en esta oportunidad el Dr. Carlos
Lages, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, se
mantendrán vigentes. Por tanto, los directores de las empresas cubanas
seguirán sin facultades para aprobar inversiones, manejar fondos en
divisas convertibles, firmar contratos, y adicionales prohibiciones para
limitarlos a actuar con agilidad en la gestión de las empresas. Esto
establece una insalvable contradicción entre los objetivos del
perfeccionamiento empresarial y la realidad.
Hasta el momento, sólo 787 empresas aplican el sistema, un 28.0% del
total de las existentes, por lo cual a ese paso se llegará a que el
100,0% de las empresas estén involucradas en el perfeccionamiento
después del 2030.
Las propias empresas que actualmente se encuentran en el sistema tienen
muchas dificultades, según se reconoce oficialmente. El 13,0% del total
poseen resultados deficientes en la contabilidad y en el control
interno, y por esas causas 38 entidades se han suspendido del proceso.
Están confirmadas serias dificultades en los mecanismos de contratación
económica, así como en conciliar y llevar en tiempo las cuentas por
cobrar y pagar.
Únicamente el 40,0% de las empresas en perfeccionamiento han logrado
certificar o avalar los sistemas de calidad. De 625 sistemas de pagos
revisados, 138 presentaban problemas por estar mal concebidos o mal
aplicados. Se reconoce que la planificación empresarial no constituye
aún una verdadera herramienta en la dirección de las empresas, dejándose
de considerar en los proyectos anuales muchas reservas utilizables.
Los problemas apuntados en las empresas del perfeccionamiento
empresarial reflejan lo que está presente en todas las demás empresas
del país, en escala superior. Un 60,0% de las entidades carecen de una
contabilidad confiable; elemento básico en cualquier organización para
poder adoptar decisiones acertadas.
En la intervención del Dr. Lage, además de muchas generalidades,
repetidas durante años sin resultados concretos, se señala la necesidad
de un control más estrecho de los ministerios y las organizaciones
superiores sobre las empresas en perfeccionamiento, como si fuera poca
la carga burocrática. Es como si se quisiera ratificar la máxima de
¨poner la iglesia en manos de Lutero.¨
En esa intervención también se puntualiza la excepcionalidad de Cuba en
relación con otras experiencias, como la china y la vietnamita. Sin
duda, Cuba tiene sus especificidades muy diferentes a la populosa China
o las características propias del país de los anamitas, pero sí existe
un elemento básico, válido para todos, que es la libertad de creación e
iniciativa. Mientras esas naciones han liberado las fuerzas productivas
con notables éxitos económicos y se ha incrementado apreciablemente el
nivel de vida de sus ciudadanos, en la isla sigue vigente un asfixiante
sistema que impide progresar y crear un futuro mejor.
Llama la atención también la intervención del Ministro de Economía y
Planificación, con sus gastados argumentos. Resulta contradictorio su
llamado a discutir los planes anuales con los colectivos laborales,
cuando los directores de las empresas no conocen en detalle los recursos
con que cuentan ni tienen poder de decisión, atenazados por los niveles
superiores en un mare magnum burocrático. Al menos, el Ministro
reconoció la vigencia del mercado, con lo cual a inicios del Siglo XXI
coincidió con Adam Smith y Ricardo…; "más vale tarde que nunca".
Aunque todavía se desconocen los detalles de las nuevas normativas a
aplicar en el sistema de perfeccionamiento, resulta evidente que el
proceso tiene muchos escollos. Asimismo, la concepción de establecer
soluciones parciales en la economía, sobre todo en la situación cubana
inmersa en una crisis generalizada, nunca podrá resolver los problemas.
Será muy difícil que las empresas, enmarcadas en un sistema tan
burocratizado y lleno de contradicciones, puedan progresar dentro de una
economía necesitada de cambios integrales. De continuarse así, se
implantarán parches que en la práctica no conseguirán absolutamente
nada, cuando urge la implementación de transformaciones estructurales
radicales en todo el sistema.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11494
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