miércoles, 2 de abril de 2008

Cuba se encamina hacia una cuarta reforma agraria; gran expectación de campesinos

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Cuba se encamina hacia una cuarta reforma agraria; gran expectación de
campesinos

■ Se repartirá la tierra ociosa a quienes demuestren que pueden hacerla
producir
Cuba se encamina hacia una cuarta reforma agraria; gran expectación de
campesinos

■ Habrá aumento de precio a productores de papa, hortaliza, café y coco;
ya se aplicó a leche y carne

Gerardo Arreola (Corresponsal)

Mariel, Cuba, 1º de abril. "Si reparten la tierra, me voy a trabajar
contigo", le dicen a José Ferrer Ortega, un exitoso pequeño propietario,
que está aumentando sus ingresos económicos al ritmo que sube su
producción de leche, cerdo, carnero y vegetales, mientras hace planes
para continuar adelante.

Con apenas tres cuartos de hectárea propios, Ferrer es uno de los 55
solicitantes de tierra adicional en la Cooperativa de Crédito y
Servicios (CCS) Antonino Rojas de este municipio, 35 kilómetros al oeste
de la ciudad de La Habana.

Sus animales salen a pastar a los antiguos cañaverales que quedaron sin
uso al reducirse a la mitad la industria azucarera cubana, hace seis
años. Su parcela está desbordada de producción y le urge tener más tierra.

Después de la liquidación de los latifundios en 1959, la creación de
empresas estatales en los años 60 y su entrega posterior en usufructo a
las cooperativas en los años 90, Cuba se encamina a una cuarta reforma
agraria en medio siglo, que está disparando las expectativas de los
campesinos.

"Yo diría que se trata de una revolución agraria dentro de la
revolución", dice Ramón de Armas, de la Asociación Nacional de
Agricultores Pequeños (ANAP), la organización que reúne a los
productores privados individuales o agrupados en cooperativas.

La primera decisión de gran alcance es el reparto de la tierra ociosa a
quienes demuestren que pueden trabajarla, apunta René Borrego Martínez,
inspector general de la empresa agropecuaria Habana Libre, uno de los
hombres del campo que contó a La Jornada cómo se espera en una zona
rural el giro en la política agraria, impulsado por Raúl Castro.

Basado en informes oficiales, Borrego señala que en Mariel ya concluyó
el estudio de factibilidad que identificará la tierra disponible y
beneficiarios de un reparto que se espera sea sin límites prefijados y
con decisiones caso por caso.

En la cooperativa, que tiene propietarios con lotes menores de 40
hectáreas, muchos de los solicitantes estarían dispuestos a recibir
hasta unas 60 hectáreas, sostiene el administrador de esa unión, Mario
Raúl Salinas.

El presidente de la ANAP, Orlando Lugo Fonte, miembro del Consejo de
Estado, confirmó hoy que se está iniciando la entrega de tierra ociosa y
que habrá aumentos de precios a los productores de papa, hortalizas,
café y coco, además de los que ya se aplicaron a la leche y la carne de
cerdo.

En una CCS los propietarios pueden trabajar la parcela con su familia o
con asalariados. Las Cooperativas de Producción Agropecuaria reúnen a
campesinos que cedieron sus parcelas para fondos comunes. Ambos tipos de
productores disponen de cerca de un tercio de la tierra cultivable en el
país y generan la mayor parte de los alimentos que produce el campo
cubano, según la ANAP. El resto del sector agrícola se organiza en
empresas gubernamentales y cooperativas de producción que trabajan
propiedades estatales.

Pero de los cerca de 3.5 millones de hectáreas cultivables en el país,
más de la mitad es tierra ociosa o subexplotada, según reportes oficiales.

Junto con el reparto, dicen los campesinos de la zona de Mariel, las
autoridades les han informado que habrá financiamiento en pesos
convertibles (CUC) para maquinaria, tractores y medicinas para animales,
así como un mercado de implementos, como el que ahora funciona en forma
experimental en cuatro provincias.

El peso cubano, en el que se pagan los salarios, equivale a 24-25 por un
CUC, la moneda en la que se venden los mejores bienes y servicios y se
cotiza a uno por 1.08 dólares estadunidenses.

En esta zona también los hombres del campo recibieron otra noticia
alentadora: está en estudio un cambio en las reglas de planeación y
comercialización. En lugar de que el campesino siga obligado a vender la
mayor parte de su producción al Estado, con opción de colocar el resto
en el mercado abierto, podría fijársele sólo una cuota para garantizar
el consumo social (canasta básica, hospitales, internados escolares) y
dejarlo que venda libremente tanta cantidad de alimentos como pueda.

El año pasado, el gobierno aumentó el precio al productor de leche, que
pasó de cerca de un peso cubano a 2.50 por litro, más dos centavos de
CUC por litro, destinado a la compra de insumos. También se eliminó la
intermediación estatal en la distribución, para permitir la entrega
directa a las bodegas (los expendios al público).

La Antonino Rojas se sumó al plan en agosto y terminó el año con 224 mil
litros, más del doble que en 2006 (105 mil). La unión tiene acumulado un
fondo de unos 500 CUC para insumos, pero este año tendrá un subsidio
oficial de 53 mil CUC para reparar vehículos y adquirir repuestos y
medicina para el ganado.

Ferrer, quien es el secretario del Partido Comunista en la cooperativa,
dice que su ingreso personal ahora es de unos 4 mil pesos mensuales (160
dólares al cambio comercial o casi 10 veces el salario promedio, de 408
pesos). Los empleados de la cooperativa también han recibido aumentos,
dice Salinas, y ahora su salario ronda los 700 pesos mensuales.

¿Cuál es el secreto? Ferrer dice que "la tierra tiene su ley. No se
puede sembrar cuando me lo dice un funcionario o un director de empresa.
Cuando las cosas se deciden en una oficina".

"La gente piensa que el socialismo es pobreza, miseria", tercia Salinas.
"Y no: en el socialismo se trata de que las fuerzas productivas sean
capaces de producir lo que el hombre necesita, que corran a raudales".

http://www.jornada.unam.mx/2008/04/02/index.php?section=mundo&article=029n1mun

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