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MIAMI (AP) - Frascos con mezcla para daiquiri. Nueces finas. Papel para
diarios. Pronto, hasta pastel de queso. No constituyen precisamente
ayuda humanitaria, pero todas estas mercancías figuran entre los
productos vendidos a Cuba bajo exenciones al embargo comercial.
Firmas estadounidenses generan más de 700 millones de dólares al año con
la venta de estos y otros productos al gobierno cubano al amparo de las
exenciones, aprobadas en el 2000 en el Congreso en parte bajo argumentos
de ayuda humanitaria y autorizadas ese año por el presidente Bill Clinton.
Quienes apoyan las exenciones dicen que ayudarían a ampliar los mercados
estadounidenses y a que la isla alimente a su pueblo. Y la medida ha
logrado eso mediante la venta de grandes cantidades de granos, pollo y
otros productos alimenticios.
Algunas de las mercancías, sin embargo, van a parar a un grupo de
supermercados selectos en los que pocos cubanos pueden comprar, o a los
hoteles y centros turísticos exclusivos, que la mayoría de los cubanos
no pueden visitar.
En momentos en que el presidente Barack Obama ha propuesto relanzar las
relaciones con Cuba, la venta de artículos suntuarios y otros productos
prescindibles deja ver las inconsistencias en la actual política
estadounidense hacia la isla.
El embargo fue dispuesto en 1961, en plena Guerra Fría, pero no ha
impedido que Estados Unidos sea hoy la principal fuente extranjera de
productos agrícolas que tiene Cuba gracias a las exenciones, gestionadas
por estados agrícolas y que abarcan cientos de rubros, incluidos
productos derivados de la madera y medicinas. Las ventas más grandes del
año pasado fueron de productos básicos: maíz, por valor de 196 millones
de dólares, pollo (139 millones) y trigo (135 millones), según la
Oficina del Censo.
"Hay hipocresía en ambos bandos", sostuvo Andy Gómez, experto en Cuba de
la Universidad de Miami. "Entre los estadounidenses, (las exenciones)
fueron algo promovido por el gobierno para beneficiar a ciertos
legisladores (de estados) que querían esas ventas. Del lado de Cuba,
demuestra que el embargo de Estados Unidos no es lo que realmente
perjudica al pueblo cubano".
La representante republicana Joanne Emerson, una de las que respaldó las
exenciones desde el principio, dijo que en esa época los legisladores no
tenían la atención puesta en decidir artículo por artículo qué tipo de
productos permitir y cuáles no.
"No creo que sea bueno ponerse a ver cosa por cosa", dijo. "Entre más
productos podamos venderle a la isla, mejor".
Las exenciones crearon todo tipo de oportunidades exóticas para los estados.
Una de las primeras compañías que firmaron acuerdos comerciales con Cuba
no vende productos agrícolas, sino mezclas para bebidas.
Rich Waltzer, propietario de Splash Frozen Tropical Drinks, de Fort
Lauderdale, frecuentemente suministra a los cubanos las mezclas usadas
en los daiquiris y margaritas que beben los turistas en el legendario
Hotel Nacional.
Se cree que el daiquiri fue inventado en Cuba hace un siglo y puede
parecer ridículo que Cuba, la cuna de ese trago, esté comprando mezclas
en Estados Unidos. Pero Waltzer dijo que a los cubanos les gusta su
producto y no cultivan fresas.
"Cuando empecé, lo único que conocía de Cuba era Fidel Castro, la crisis
de los misiles, el ron y los puros", comentó Waltzer.
El y otros empresarios están contentos con el estado actual de cosas.
Las exenciones son tan amplias que incluyen cerveza, gaseosas y una
serie de productos no comestibles como objetos de arte, postes de
electricidad, armarios para la cocina y papel para diarios, adquirido en
Alabama.
El comisionado (ministro) de agricultura de Alabama, Ron Sparks, dijo
que el papel ha sido usado para imprimir los diarios oficialistas
cubanos, en los que abundan las críticas a Estados Unidos. La AP intentó
hablar con funcionarios del gobierno y del diario Granma, del Partido
Comunista, pero nadie respondió a sus llamadas.
"Los grupos agrícolas tienen el 90% de lo que quieren", sostuvo Dan
Erikson, autor de "The Cuba Wars: Fidel Castro, the United States and
the Next Revolution" (Las guerras de Cuba: Fidel Castro, Estados Unidos
y la próxima revolución).
Pero el sector agrícola no se contenta con las actuales exenciones y
desearía que también se levanten las restricciones a los viajes de
turistas estadounidensees a Cuba, porque ello aumentaría la demanda de
sus productos. En la actualidad pueden viajar a la isla desde Estados
Unidos solamente los cubanos que viven en este país y ciertos grupos,
como periodistas y académicos.
Frank Walker, ejecutivo de una firma alimenticia de Texas, viajó a Cuba
el año pasado y gestionó una serie de contratos para la venta de
productos exclusivos, como pasteles de queso al estilo neoyorquino,
tartas de lima y tortas con ron.
"Los turistas compran mis productos", reconoció Walker.
James Cason, quien estuvo al frente de la sección de intereses de
Estados Unidos en La Habana durante el gobierno de George W. Bush, dijo
que si se levanta el embargo Washington verá debilitada su posición en
su campaña por promover mayores libertades en Cuba.
"Llegará el día en que los Castro se habrán ido", expresó. "Entonces, el
embargo tendrá cierto peso".
En el interín, la venta de artículos suntuarios revela que en un país
comunista como Cuba rigen algunas leyes básicas del mercado.
"Si la mezcla de daiquiri se vende en Cuba, entonces es lo que se va a
exportar", dijo Erikson.
___
En este despacho colaboró el reportero de la AP en La Habana Will Weissert.
Comercio "humanitario" con Cuba es bastante flexible - Yahoo! Noticias
(15 May 2009)
http://espanol.news.yahoo.com/s/ap/090514/eeuu/rep_eco_cuba_daiquiri_1
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