Domingo, 12 de Julio de 2009
Durante el día manadas enteras viven escondidas en los montes de marabú
-un arbusto espinoso que reduce los pastizales- AGENCIA REFORMA
Los campesinos de la fértil provincia de Pinar del Río, a unos 200
kilómetros al oeste de La Habana, han denunciado el acecho de estos
imponentes animales de hasta media tonelada de peso que les destruyen
sus cultivos
PINAR DEL RÍO, CUBA.- Decenas de búfalos cubanos abandonan las granjas
estatales en busca de comida y se reproducen en el monte de manera salvaje.
Los campesinos de la fértil provincia de Pinar del Río, a unos 200
kilómetros al oeste de La Habana, han denunciado el acecho de estos
imponentes animales de hasta media tonelada de peso que les destruyen
sus cultivos.
El problema es serio, viene de lejos y va en aumento. Comenzó después de
que en 1987 2 mil 900 búfalos de agua llegaron de Asia a la Isla para
iniciar rebaños y vaquerías. De ellos, 500 fueron destinados a las
húmedas llanuras del sur pinareño y 26 fueron liberados en la sabana.
Hoy se calcula que hay cerca de 12 mil cabezas en la zona. Durante el
día manadas enteras viven escondidas en los montes de marabú -un arbusto
espinoso que reduce los pastizales-, pero al anochecer salen al campo,
arrasan las plantaciones de tabaco y se comen los cultivos.
Irritados por las pérdidas de sus cosechas, 18 de los 49 integrantes de
la cooperativa Ceferino Hernández expresaron hace unas semanas a la
prensa oficial su decisión de no participar en la próxima campaña
tabaquera si no se les aseguraba la protección de sus cosechas.
"Esos animales llegan y acaban con todo", declaró el campesino
Bienvenido Castro, quien no ha vuelto a sembrar su tierra desde que los
búfalos jíbaros (salvajes) devoraran su maíz. Su caso es uno de tantos.
"Las pérdidas nos impiden cubrir nuestros compromisos. Estamos atrasados
en la contratación para la próxima cosecha. La gente se niega, pues teme
no poder cumplir", afirmó Casimiro García, presidente de la cooperativa.
Un mes después de que el periódico oficial revelara el problema,
agricultores consultados por Reforma en la costa sur de Pinar del Río
desconfiaron de las medidas tomadas por las autoridades.
A sus 75 años, 43 como montero, a Leonel Gómez no hay quien le invente
historias.
"Hace falta mucho dinero para controlar a los búfalos", aseguró.
Según dijeron, se requieren demasiados kilómetros de cercas
electrificadas para evitar que los animales escapen. Y también escasean
las motosierras para acabar con el marabú, los vehículos apropiados, el
combustible y la fumigación, entre otras cosas.
No obstante, Gómez observó que últimamente han aumentado las brigadas de
monteros que salen a diario, en carretas y a caballo, a rastrear las
huellas de las manadas salvajes.
Al caer la noche y aprovechando la luz de la luna, los búfalos salen de
su escondite en la espesura para comer todo lo verde que encuentran a su
paso y ese es el momento en el que pueden ser apresados.
Una cacería arriesgada
Sobre un mulo flaco, y modestamente pertrechado, Carlos Contreras se
dispone a cumplir con su tarea de vaquero, en la localidad pinareña de
Briones.
"Hace nueve años que soy montero de vacas. Pero cuando me piden apoyo
con los búfalos también lo doy, porque la cosa está que da miedo. Son
bestias de casi 500 kilos con una cornamenta imponente, que hay que
atrapar a lazo en medio de la oscuridad", dijo.
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Los búfalos jíbaros recorren hasta 20 kilómetros diarios. Los trillos
que hace cada manada sirven de guía a los grupos de monteros que, en una
jornada y dependiendo de las dificultades del terreno, pueden cazar de
10 a 20 ejemplares.
"Los machos se sacrifican después en el matadero local para carne y las
hembras se amansan y se reubican en vaquerías", agregó Contreras.
A paso lento
Algunos directivos de empresas pecuarias pinareñas afirmaron que ya se
están aplicando soluciones para evitar la huida de los búfalos.
"En un mes ha habido mejoras: estamos produciendo más alimento para los
animales; se les ha entregado alambres a los campesinos y se están
cerrando linderos", dijo Armando Hernández, directivo de la inmensa
granja de cría de búfalos Cahobilla, donde trabajan 130 hombres y que
produce una media de 100 mil cucs (108 mil dólares) al mes.
"Aquí tenemos cinco vaquerías de ordeño de unas 100 cabezas de búfalas.
Y muchas más del otro lado de la autopista. Si el dinero que hacemos lo
pudiéramos reinvertir seríamos ricos, pero no es así. De los 100 mil
cucs mensuales que producimos, no nos reinvierten más de 4 o 5 mil y
seguimos escasos de suministros", lamentó Hernández.
A los agricultores perjudicados por las incursiones de los búfalos las
intenciones les parecen insuficientes. Hace dos años se anunció una
estrategia del Gobierno con la que la masa bufalina iba a estar
totalmente controlada en 2010. Hoy nadie cree posible cumplir ese plazo.
Destacan negocio redituable
Pese a las dificultades presentes y la fama destructora que se han
ganado los búfalos en la provincia de Pinar del Río, los expertos ven en
ellos el futuro de la ganadería cubana por su resistencia, su capacidad
de reproducción y su aprovechamiento como animales de tiro y productores
de carne y leche.
El búfalo de agua se reproduce más rápido que el ganado vacuno, la
supervivencia supera 90% de los partos, y comen cualquier tipo de pasto,
mientras las vacas rinden menos y requieren más atención, explicaron
veterinarios a Reforma.
Según Granma, hay fórmulas para un control definitivo de los búfalos
como la siembra extensiva de pastos y el cercado correcto de las fincas
ganaderas, pero es necesario mucho trabajo y un volumen de recursos
inexistente en la provincia.
Para frenar el avance de los animales se colocó ya una cerca
electrificada a lo largo de más de 30 kilómetros, pero los campesinos
dicen que apenas se notan los resultados porque aún quedan más de mil
500 ejemplares que campan a sus anchas por donde quieren.
El año pasado, la pecuaria Punta de Palma indemnizó con más de 200 mil
pesos a los campesinos afectados por sus búfalos y en lo que va del año
ya tuvo que pagar una cifra similar.
No obstante, el problema sigue vigente. A golpe de indemnizaciones no se
reponen los alimentos que la población demanda. Y defenderse del acoso
de los búfalos salvajes se ha convertido en una preocupación para los
agricultores pinareños, quienes no logran sacarle al campo las ganancias
que su esforzado trabajo se merece.
(Yolanda Martínez /Agencia Reforma)
El Mañana | Internacional | Sufren en Cuba plaga de búfalos (12 July 2009)
http://www.elmanana.com.mx/notas.asp?id=130928
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