El Gobierno se quejó por el rechazo del mandatario a revocar el embargo
Existe un consenso sobre el que muchos de los políticos de Estados
Unidos coinciden, y es que aún el embargo impuesto sobre Cuba no debe
ser removido hasta que el régimen de los Castro dé señales de una
apertura democrática en la isla, y La Habana está consciente de eso.
El Gobierno cubano sigue indignado, o más bien desconcertado por el
anuncio de esta semana del presidente Barack Obama de prolongar por un
año más la medida que sustenta el embargo que data de 1962.
Obama, al igual que lo han hecho sus antecesores, prorrogó la Ley de
Comercio con el Enemigo de 1917 (Twtea) que, a pesar de tener hoy un
carácter simbólico, justificó la aplicación de la medida a ese país
cuando la revolución de Fidel Castro nacionalizó bienes de
estadounidenses en Cuba y el país era una amenaza para Washington.
Frente a esto, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que su país
no ve "ningún cambio" con Obama en el poder.
Con un discurso menos belicoso que otros cancilleres cubanos, Rodríguez
admitió que el inquilino de la Casa Blanca es "bien intencionado",
"inteligente" y un "político moderno" que bajó la "retórica agresiva"
con Cuba, aunque calificó de "limitadas" algunas de sus medidas.
Dar para recibir Desde su llegada en enero a la Casa Blanca, Obama
"relanzó" las relaciones con Cuba y tomó medidas como la eliminación de
las restricciones para que los cubanoestadounidenses viajen y envíen
dinero a sus familiares en Cuba, así como autorizó encuentros
diplomáticos binacionales, pero quieren ver más.
Los Castro saben lo que Washington y Obama necesitan: "que se den
condiciones necesarias para seguir avanzando, '¿y cuáles serían?': la
liberación de presos políticos y el llamado a un proceso con visos
democráticos: un simple sufragio legítimo, por ejemplo", comenta Tomás
Bilbao, académico del Cuba Study Group.
Por su parte, desde Cuba el opositor y periodista independiente Roberto
de Guerra afirma que no comparte la aplicación del embargo, pero
advierte que "los Castro no harán cambios por los gestos de Obama, cada
día lo que hacen es apretar más el cinturón y aumentar la represión;
cambiar significaría que pierdan poder".
Disputas internas Puede que desde hace un año Raúl Castro haya querido
dar pasos más contundentes hacia EEUU como gesto recíproco hacia Obama,
pero el peso de Fidel aún sigue haciendo mella en sus decisiones de cambio.
"Internamente hay divisiones entre los raulistas y los fidelistas, por
lo que avanzar en temas tan álgidos como las relaciones con Estados
Unidos es delicado", advierte Andy S. Gómez, de la Universidad de Miami.
La prórroga o derogación de la Twtea no representaba gran cosa en la
realidad cubana. Aún sigue vigente la Ley Helms-Burton, que es la que
convirtió en legal el embargo contra la isla.
La aprobación en 1996 por el Congreso de Estados Unidos de la Ley
Helms-Burton es la norma que regula y pone como condición para su
levantamiento que Cuba tenga un gobierno democráticamente elegido.
Que Obama rechazase la Twtea le hubiese restado simbolismo frente al
tema cubano pues hacerlo representa que ya no habría razón para
considerar a la isla como un enemigo, que es lo que sustenta el embargo.
En un escenario en el que Obama no consigue nada de los Castro hasta
hoy, y se encuentra inmerso en un debate interno para aprobar la reforma
de salud en EEUU, una apuesta tan fuerte a Cuba sobre el embargo
terminaría por minar sus estrategias tanto para la isla como para su
país, la propia presión del exilio cubano sería voraz.
La supresión de esta medida represiva contra Cuba queda a merced del
Congreso estadounidense, que tendría que derogar la Ley Helms-Burton, o
a petición de Obama o por una iniciativa avalada por los partidos
Demócrata y Republicano.
Lo que nunca se sabrá es si de no haber existido estas medidas contra
Cuba su revolución habría alcanzado todas las metas que se trazó
políticamente.
Los pasos que ha dado Obama apuestan a que los cubanos se hagan menos
dependientes del régimen y se dediquen a temas inquietantes como la
exigencia de mejores condiciones de vida, e incluso el debate más claro
sobre democracia y comunismo.
El embargo es y será el fundamento de Fidel Castro para justificar sus
acciones en Cuba; amortiguó sus fracasos con esa medida, y ahora su
hermano Raúl ha advertido que no gobernará para llevar el capitalismo,
pero el más nimio detalle de La Habana en cuanto a libertades civiles se
trata puede cambiar las cosas, aunque sus mayores aliados no lo exijan.
Cuba tarda en enviar señales a Obama - Internacional - EL UNIVERSAL (20
September 2009)
http://www.eluniversal.com/2009/09/20/int_art_cuba-tarda-en-enviar_1576722.shtml
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