Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - Los 19 trabajadores del
correo postal B, de Palma Soriano, renunciaron al "pago por resultado".
Después de aceptar el arreglo por unanimidad, los 19 empleados quedaban
a merced de si la entidad cumplía o no el plan técnico económico del
año, hasta entonces desconocido por ellos.
Todo indica que el Estado y el Gobierno determinaron repartir el
socialismo en usufructo, dar rienda suelta a los organismos de base para
que diseñen sus esquemas de trabajo. Basta animar la productividad con
estímulos salariales, aspirar a la "excelencia en los servicios", ser
rentable, ahorrar y se acabó la historia.
Igual procedimiento adoptaron los mecánicos del taller de reparaciones
de electrodomésticos, del municipio Cotorro. Los reparadores de ollas y
cocinas eléctricas, con más contenido de trabajo que un mecánico de
refrigerador y de televisores, se negaron a aceptar el pago por
contribución colectiva. Como era de esperarse, al final se fingió
adoptar la medida. Ahora, quien más aporte a la empresa cobrará por este
concepto lo mismo que un oficinista y que un empleado de mantenimiento.
Otro tanto ha hecho el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social para
equilibrar su presupuesto anual, bajo el concepto raulista de "eliminar
las gratuidades innecesarias". Desde enero pasado el ministerio se
encarga de retirar las chequeras temporales –de tres a cuatro años- a
discapacitados físicos y mentales. También dispuso eliminar el
estipendio adicional de 50 pesos a aquellos ancianos que dejan de
frecuentar por lejanía, enfermedad u otras causas, los llamados
comedores sociales.
A diferencia del mecánico, el empleado de correo o el obrero industrial,
los ancianos desvalidos apenas pueden exigir el retorno de su pensión
temporal -85 ó 125 pesos mensuales-, ese "mínimo de bondad" que se
venció como otros tantos proyectos enlatados de manufactura castrista.
¿Pago por resultados? ¿Qué resultados puede haber en una economía en
retroceso sujeta a restricciones de todo tipo?
Para el amigo y vecino Orestes, operario de la fábrica de calzados de
Managua, el resultado o beneficio real de un empleado estatal está en el
desvío de recursos, el soborno, el invento y el robo. Dice que "si
ganara 3 mil pesos mensuales, 3 mil pesos gastaría".
Se trata de que en cada empresa y organismo estatal, el socialismo toque
a más con menos. Basta con entregarles ciertas cuotas de
"autodeterminación" en calidad de usufructo al trabajador, para
alimentar el tan cacareado "sentido de pertenencia" entre ellos.
Eso no quiere decir que les competa decidir las estrategias al más alto
nivel, ni interceder por los desvalidos que sobreviven como pueden.
Sobre eso, sabemos quiénes son los encargados de esos asuntos.
¿Cómo sería el pago por resultado a los letrados del Tribunal Supremo o
a los inspectores de la vivienda? ¿Se rehusarán igual que los empleados
del correo de Palma Soriano? Eso puede ser otro arreglo y no
necesariamente tendrá que depender de un plan técnico económico cada
año. Las multas o las cabezas rodando al pie del juzgado pueden ser un
buen indicador para determinar la gestión final de fiscales y jueces.
El gobierno de Raúl Castro decidió no cargar con el lastre de la gestión
económica sobre sus espaldas. Por ello entrega tierras a los campesinos,
permite que el empresariado socialista vincule el salario a la gestión
individual o colectiva, y procura que el peso de la ley sobre las
ilegalidades se convierta en un baluarte económico.
El Estado ofrece el socialismo en usufructo y pide a cambio, resultados.
Para el Presidente Raúl Castro dos más dos no puede dar tres. Se olvidó
que desde hace cincuenta años esta ecuación no tiene despeje.
Cuba: Socialismo en usufructo (11 September 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/Sept09/11_C_2.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario