ESTEBAN VILLAREJO | LA HABANA
El chiste del humorista cubano que ameniza la velada en un afamado hotel
cuatro estrellas de La Habana no tiene ni pizca de gracia: «¿Sabéis por
qué Yanisleidi se ha quedado embarazada?». Silencio. «Para tener algo en
el estómago». El público enmudece. Ni pizca.
La crisis económica se ha ensañado definitivamente con los cubanos. El
estado catatónico de la economía familiar y estatal -no hay excusa de
embargos que valga- y el clamor soterrado de la población han llevado
incluso al régimen a reconocer las «deficiencias» y «desabastecimiento»
en los Mercados Agropecuarios Estatales, tal y como apareció publicado
en el diario oficialista «Granma» hace escasos días.
Tipos de «luchadores»
Raúl es uno de esos luchadores -dicen que es la lucha y no la pelota,
como llaman al béisbol en Cuba, el deporte nacional de la isla- que
todas las mañanas trata de autoabastecerse en aguas del Malecón.
Máscara, aletas y arpón en mano todos los días bucea en sus aguas para
llevarse algún pez a la bolsa. «Para la familia y si sobra alguno, los
vendo», explica.
Hay otros «luchadores» tipo: la jinetera o el jinetero (subsiste a base
de codearse con turistas), el propietario de un pequeño negocio como un
restaurante privado o alojamiento particular (los impuestos del Estado y
la severidad burocrática les convierten en héroes) y el trabajador a
cuenta del estado (un médico gana unos 20 euros al mes, un camarero
sobre los diez).
Con este cuadro -excluido queda el miembro del aparato oficial- es
difícil encontrar un escenario que no sea el del día a día en el angosto
recetario económico de una Cuba que asiste, lánguidamente, al declinar
de los Castro. «Aquí todo es así. La felicidad consiste en encontrar
algo que llevarse a la cocina para la comida», nos relata una mujer en
uno de los mercados del barrio chino de La Habana, en la calle Zanja.
El diario «Granma» incluso ha ido más lejos llegando a criticar las
cartillas de racionamiento que proporcionan escasas porciones de arroz,
mantequilla o leche en polvo, entre otros productos. «La ración mensual
no da para apenas seis días», explica el propietario de un pequeño
negocio particular.
«La libreta de abastecimiento fue una necesidad en un momento
determinado, con sus actuales atributos se convierte en una impedimenta
dentro del conjunto de decisiones que la nación tendrá que asumir»,
reconoce el propio director del diario oficialista, el diputado Lázaro
Barredo, en un artículo crítico con el «igualitarismo»: «Hay que
estimular el trabajo para obtener beneficios salariales a partir de los
resultados».
Las colas ante la llegada de algunos productos se multiplican y en el
país hay un fantasma que recorre el estado de ánimo: «Hemos vuelto a
principio de los 90, cuando cayó el campo socialista». Comenta un guía
«no oficial» de la Ciudad Vieja aludiendo al periodo especial que
afrontó Fidel Castro y por el cual el PIB se contrajo más del 35 por
ciento en los primeros tres años de la década.
La situación macroeconómica del Gobierno nunca fue boyante. Ahora es aún
peor ya que la ayuda venezolana nada tiene que ver con la soviética.
Para reducir las importaciones ante la falta de liquidez, el Gobierno
cubano se ha visto obligado a reabrir fábricas que hasta ayer llevaban
décadas cerradas, la mayoría equipadas con obsoletos armatostes
soviéticos. La isla tampoco acaba de recuperarse de los tres huracanes
que causaron graves pérdidas el pasado año.
Salario ficticio
Hay algo en lo que hasta los castristas están de acuerdo -salvo los del
Gobierno, que todavía no acometen las medidas oportunas-: ¿Cómo puede un
salario medio rondar los 12 CUC (Peso Convertible Cubano), unos 9 euros
al mes, cuando productos de necesidad media alcanzan precios europeos?
Ese es un salario ficticio en una doble economía que margina a aquel que
no tiene acceso a los «CUC» del turista o las remesas del exterior.
Además del CUC existe una segunda moneda llamada Nacional cuyo valor es
24 veces menor al CUC.
Por eso no es de extrañar que la nueva consigna en la Cuba de Raúl
Castro sea la del «Ahorro o muerte». Necesidad y crisis económica
obligan. Un lema que tampoco tiene ni pizca de gracia.
Cuba regresa a los noventa - Internacional_Iberoamerica - Internacional
- ABC.es (18 October 2009)
http://www.abc.es/20091018/internacional-iberoamerica/cuba-regresa-noventa-20091018.html
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