Castro pide a los cubanos que se aprieten todavía más el cinturón
* El presidente afirma que Obama no renuncia a «destruir la revolución»
alentando la subversión
* El dirigente vaticina un 2010 lleno de dificultades mientras aleja la
perspectiva de los cambios
HUGO L. SÁNCHEZ
LA HABANA
Cambios siempre a lo lejos, pizcas de economía de mercado, ahorrar el
máximo y gastar menos de lo mínimo. Estas fueron las líneas generales
bajo las que transcurrió el discurso del presidente Raúl Castro ante el
Parlamento para vaticinar a los cubanos lo que les espera en el 2010.
Rotundo, afirmó: «Sencillamente, no tenemos derecho a equivocarnos».
El general del Ejército, vestido de civil, aseguró que el país invierte
«en la creación de la base productiva que será capaz de hacer sostenible
el socialismo», después de conocerse que el crecimiento fue del 1,4% del
PIB, muy por debajo del 6% previsto originalmente, y de informar de un
pronóstico del 1,9% para el 2010.
VUELTA A LOS PLANES QUINQUENALES / En su discurso de una hora en la
conclusión de la segunda reunión plenaria de la Asamblea Nacional, el
presidente anunció que «se ha retomado la planificación a mediano
plazo». Esto significa volver al viejo esquema de los planes
quinquenales adoptado por los países comunistas, que no dieron los
resultados esperados ni en esas naciones ni en Cuba.
Respecto a los cambios en la estructura del país –que llamó
«actualización del modelo económico cubano» y que viene anunciando sin
concretar desde que sustituyó, en febrero del 2008, a su hermano enfermo
Fidel, de 83 años, al frente del país– explicó que conoce las
preocupaciones de la ciudadanía «en cuanto a la velocidad y profundidad»
en aplicarlos, pero añadió también que «no puede haber espacio para los
riesgos de la improvisación y el apresuramiento».
Todo hace indicar que esos cambios pueden concretarse primero en la
agricultura, que constituye «un asunto de seguridad nacional».
La agricultura cubana se encuentra asfixiada, al igual que el resto de
la economía. Pero en este sector, ante la urgencia de producir alimentos
dado que el país importa más del 70% de los que consume, se han dado
pasos que no podían ser ni soñados en tiempos de Fidel. Así, han sido
entregadas 920.000 hectáreas de tierras ociosas a más de 100.000
campesinos. De esas extensiones, el 45% aún no han sido cultivadas.
Castro aún fue más allá al anunciar la aceptación de normas de la
economía de mercado cuando dijo a los productores que, «tras cumplir con
las entregas pactadas con el Estado», les será permitido vender en el
mercado los excedentes, «bajo las reglas de la oferta y la demanda».
RECOMENDACIÓN A OBAMA / Sobre las relaciones entre La Habana y
Washington, Castro recomendó al presidente de EEUU, Barack Obama, que
deje «los condicionamientos de orden interno que pretende imponer». El
dirigente denunció que «el Gobierno de Estados Unidos no renuncia a
destruir la revolución y generar un cambio de régimen económico y social
en Cuba», y argumentó que la nueva Administración de la Casa Blanca ha
multiplicado esfuerzos alentando a la subversión abierta y encubierta
contra la isla. Pese a reiterar que «el enemigo está tan activo como
siempre», afirmó que su país está dispuesto a diálogar con EEUU.
La sesión parlamentaria tuvo lugar en momentos en que Cuba vive una de
sus más profundas crisis económicas. El Parlamento, que carece de
edificio y efectúa sus reuniones en el Palacio de Convenciones de La
Habana, solo se reúne un día cada seis meses, tiene una limitada
actividad legislativa y aprueba todas las leyes por unanimidad.
Castro pide a los cubanos que se aprieten todavía más el cinturón | El
Periódico de Catalunya | Mundo (22 December 2009)
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=672553&idseccio_PK=1007&h=
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