El Gobierno reconoce que las predicciones para 2010 son mucho peores de
lo que se esperaba.- Raúl Castro acusa a Obama de tener un doble juego
hacia la isla
MAURICIO VICENT | La Habana 21/12/2009
Cuba se asfixia. Necesita aire. La falta de productividad y la
ineficiencia de la economía, unida a una gravísima crisis de liquidez
por la escasez de divisas, han puesto contra la pared al Gobierno de
Raúl Castro, que prepara un severo plan de ajuste para evitar una
quiebra financiera. El presidente cubano encabezó ayer una importante
reunión del Parlamento para discutir el plan económico de 2010, un año
que ?se admite ya abiertamente? estará marcado por las tensiones
económicas extremas y el recorte de los gastos sociales.
Castro aseguró que, en medio de la crisis, es más necesario que nunca
regresar a los planes quinquenales y al método de la "planificación",
que ahora se convierte en "una necesidad vital para excluir los riesgos
de la improvisación". Dijo que ya se trabaja en "la proyección
2011-2015". En las actuales condiciones, afirmó, se "privilegiarán"
aquellas actividades que generan ingresos y sustituyen importaciones,
así como la producción de alimentos.
El presidente cubano también se refirió en extenso al diferendo con EE
UU, y acusó al Gobierno de Barack Obama de tener un doble juego hacia
Cuba. "A pesar de la enorme campaña propagandística desplegada para
confundir al mundo acerca de una aparente disposición de dar un giro en
el diferendo bilateral (...), lo cierto es que se mantienen intactos los
instrumentos de la política de agresión a Cuba y el Gobierno de Estados
Unidos no renuncia a destruir la Revolución y generar un cambio de
nuestro régimen económico y social".
Según Castro, "en las últimas semanas" se han "multiplicado los
esfuerzos" de la nueva Administración "con ese propósito". "Crece el
aliento a la subversión abierta y encubierta contra Cuba", dijo. El
mandatario mencionó la reciente detención en la isla de un
estadounidense que repartía computadoras y teléfonos móviles a
"agrupaciones de la sociedad civil" para subvertir el orden.
Pese a las denuncias, tendió una rama de olivo a su enemigo y ratificó
"la sincera voluntad de Cuba de solucionar definitivamente el diferendo
con EE UU, a partir de un diálogo respetuoso".
Antes de Castro, el ministro de Economía, Marino Murillo, documentó la
gravedad de la crisis económica al presentar el informe sobre el plan de
la economía nacional y los presupuestos de cara al año próximo.
El crecimiento del PIB en 2009, previsto al inicio del año en un 6%,
finalmente fue del 1,4%. El funcionario admitió que uno de los problemas
más asfixiantes para la economía es la "marcada desaceleración de los
flujos de divisas", que ha llevado al país a incumplir compromisos
financieros y a encontrar muchas "dificultades para acceder a fuentes de
financiamiento".
Murillo no mencionó directamente la situación de medio centenar de
empresarios extranjeros a quienes los bancos cubanos retienen sus
depósitos. Cálculos extraoficiales cifran en más de 600 millones de
dólares (420 millones de euros) los fondos extranjeros que no se pueden
transferir debido a la falta de liquidez, y no se adivina una solución a
medio plazo. "Los compromisos financieros existentes determinan que la
situación sea muy tensa", admitió a los diputados. Castro dijo después
que "se ha reducido en más de un tercio las retenciones de pagos
acumuladas desde el exterior" y afirmó que se honrarán los compromisos
adquiridos.
El ministro cubano de Economía trazó un panorama más negro que gris de
la crisis: en relación a 2008, este año las inversiones disminuyeron un
16%, mientras que las exportaciones decrecieron un 22% y las
importaciones un 37,4%, una cifra descomunal que trae a la memoria de
los cubanos infaustos recuerdos. Otros datos reveladores son que el
sector industrial decreció un 2% y que la productividad del trabajo, ya
de por sí escasa en Cuba, cayó un 1,1%.
La situación se vio agravada en 2009 por varios factores: la crisis
financiera internacional, el embargo estadounidense y las secuelas de
los huracanes, que provocaron pérdidas por 10.000 millones de dólares,
en primer lugar. Además, en el periodo bajaron los precios del níquel,
principal producto cubano de exportación, y descendieron los ingresos
por concepto de turismo y de servicios ofrecidos a Venezuela. En
resumen, una ruina....
"Y se prevé que las condiciones externas continuarán siendo muy
difíciles en 2010", dijo Murillo. El plan para hacer frente a la
situación se basa en un severo plan de ajuste, que incluye un control
exhaustivo de los gastos, "concentrar las inversiones en aquellas áreas
que aportan divisas en el corto plazo y sustituyan importaciones",
disminuir los inventarios y "dar prioridad" a las producciones que
generan exportaciones, y finalmente "reducir los gastos sociales" hasta
niveles compatibles con las posibilidades de la economía.
En un país como Cuba, hablar de que es imprescindible "reducir los
gastos sociales" tiene una lectura muy clara. No se han especificado
medidas concretas, pero se especula con la posibilidad del próximo
anuncio de un paquete de restricciones que hará más difícil la vida de
los cubanos. Por dónde irán los tiros, todo el mundo se lo imagina.
Murillo afirmó que el problema de la baja productividad se debía
esencialmente al "subempleo y las plantillas infladas" y que el Gobierno
deberá tomar medidas.
Las reformas planearon desde la sombra en el discurso de clausura de
Castro. El presidente cubano dijo ser consciente de la inquietud de la
población sobre la insuficiente "velocidad y profundidad de los cambios"
que hay que introducir en la economía. Cuba va a actualizar su modelo
económico pero, enfatizó, sin "improvisación" ni "apresuramientos".
UNA SITUACIÓN COMPLICADA
-La economía echa el freno. En 2009, el Gobierno tuvo que reducir dos
veces la meta de crecimiento de la economía: del 6% inicial, se rebajó
al 2,5% y, antes de terminar el año, el pronóstico se redujo a alrededor
del 1,7%. Finalmente, el ministro de Economía, Marino Murillo, dijo ayer
que el crecimiento de la economía llegará sólo al 1,4%.
-Falta de liquidez. Este problema, que siempre ha sido la espada de
Damocles de la economía cubana, es ahora asfixiante. Las exportaciones
han caído un 22% y las importaciones se han reducido un 37,4% con
relación a 2008. El desabastecimiento en las tiendas de divisas es
general. Hay recortes en el consumo eléctrico para evitar los apagones.
Algunas empresas han cerrado. Muchos empresarios extranjeros no pueden
transferir el dinero que tienen depositado en sus cuentas en bancos
cubanos porque no hay fondos.
-Medidas de ahorro. El Gobierno ha comenzado a eliminar subsidios y
gratuidades sociales. Las restricciones en 2010 serán mayores y se pide
a la gente que se apriete el cinturón. Entre otras medidas, el Gobierno
ha empezado a eliminar los comedores obreros. Algunos alimentos han
salido de la libreta de racionamiento. En las tiendas y centros
laborales del Estado se prohíbe usar el aire acondicionado durante gran
parte de la jornada, y las empresas que no aportan divisas a la economía
han sido cerradas.
-Mal estado de la vivienda. De los 3,5 millones de viviendas que hay en
Cuba, la mitad se encuentra en estado regular o malo. La situación
empeoró notablemente el año pasado, cuando los tres huracanes que
arrasaron la isla provocaron derrumbes y daños en cerca de 600.000
viviendas, un 15% de las existentes.
Cuba admite que la crisis le ahoga · ELPAÍS.com (21 December 2009)
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cuba/admite/crisis/le/ahoga/elpepuint/20091221elpepuint_2/Tes
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