2009-12-13.
(www.miscelaneasdecuba.net).- Una vez más, el Informe económico de CEPAL
"Balance preliminar de las economías de América Latina y el Caribe 2009"
presentado el pasado día 10 arroja un panorama muy sombrío para la
economía cubana, mucho peor que el de años precedentes.
Este año difícilmente se producirá una disputa sobre las cifras
estimadas, como en años precedentes. No están las cosas para mucha
polémica. La economía cubana ha tocado fondo, registrando el menor
crecimiento del último quinquenio y acusando de forma muy negativa los
efectos de su inadecuada posición en la economía mundial.
No cabe duda que la apuesta de Raúl Castro para impulsar cambios en la
economía cubana no da los resultados esperados. La razón es obvia:
comunismo, dirección centralizada de la economía y ausencia de propiedad
privada o mercado, frenan las posibilidades de desarrollo de la
economía. El Informe de CEPAL permite concluir que la política de
pequeños ajustes emprendida por el nuevo gobernante Raúl Castro desde su
llegada al poder no es acertada, y que resulta necesario, cuanto antes,
dar un golpe de timón a una nave sin rumbo.
El problema es que la intensidad del ajuste que necesita la economía de
Cuba será mayor cuanto más tarden las autoridades en asumir que mercado
y propiedad privada son la fórmula que necesita la economía de la Isla.
Entrando con más detalle, el Informe de CEPAL identifica tres factores
como responsables directos de la pésima gestión de la economía cubana
durante 2009.
Un primer factor, el alza de los precios de los alimentos encarece la
factura de las importaciones ante la incapacidad de la agricultura
cubana para generar alimentos para la población. Ninguna de las reformas
anunciadas, como la política de entrega de tierras, han servido para
paliar la escasez y la baja productividad agrícola. La mayor factura
internacional que paga la economía de Cuba por los alimentos explica las
dificultades financieras de la economía cubana durante el ejercicio. Es
evidente que se hace necesario revisar en profundidad la política de
compras que sigue el gobierno.
El segundo factor ha sido el desplome del valor de las exportaciones,
fundamentalmente de níquel, con una caída del 40% la más elevada de las
últimas décadas, lo que disminuyó de forma destacada la capacidad de
generar ingresos en el exterior. A ello hay que contraponer la
coincidencia de un año en que el azúcar experimentó un aumento
espectacular de precios en los mercados mundiales, y la economía cubana,
primera potencia mundial de este producto hasta que en 2002 Fidel Castro
decidió desmantelar el sector, se encontró en 2009 con una de las
cosechas más bajas de su historia.
El tercero se refiere a la disminución del crédito de proveedores,
estimado por CEPAL en torno a 600 millones y mil millones de dólares. Es
evidente que las elevadas deudas de la economía cubana limitan su acceso
al crédito si no se pagan los compromisos. Ahí reside la naturaleza del
embargo o bloqueo propaganda del castrismo. CEPAL constata en su Informe
que la concesión de un préstamo por parte de China de 600 millones de
dólares, ha podido suavizar la dureza de las condiciones crediticias en
los mercados mundiales, a la vez que vuelve a mostrar que el petróleo
venezolano tiene un escaso impacto sobre la economía cubana y su
solvencia internacional.
Durante 2009, el régimen ha instaurado la arcaica política económica
comunista centralista y de control, orientándose a más racionamiento y
control en todos los frentes, sin conseguir resultados concretos.
En materia fiscal, ninguna de las reformas en la Administración, o la
creación de la Contraloría General de la República, han podido
disciplinar un gasto corriente fuera de control, ya que el déficit se
disparó hasta las proximidades del 7%, en una economía en la que la
participación de ingresos y gastos públicos en el PIB supera el 50%.
Los racionamientos de energía eléctrica han afectado de forma negativa
al aumento de producción, acompañado de más ajustes conforme las
necesidades financieras estrangulaban la capacidad de la economía. Los
cierres de comedores laborales, la supresión de las escuelas al campo,
la eliminación de artículos de la libreta de racionamiento son medidas
aisladas cuyo efecto deja mucho que desear en términos económicos.
CEPAL presta atención, de forma especial, a determinadas decisiones
adoptadas por las autoridades, como el Comité de aprobación de divisas,
que llevó al Banco central a aprobar los pagos de atrasos a los
inversores extranjeros radicados en la Isla. Una cuestión que está
provocando un alto nivel de tensión entre los inversores internacionales
y que puede terminar reduciendo el número de proyectos de inversión en
la Isla.
Empeñados en el control del gasto, el gobierno vuelve a reducir las
inversiones públicas, que se redujeron en un 25%, dato muy negativo si
se tiene en cuenta el déficit de infraestructuras que caracteriza a la
economía cubana y que lastra sus posibilidades de crecimiento a medio
plazo. Sin embargo, una vez más el gasto corriente registró un
crecimiento del 3,4% como consecuencia de la elevación de salarios de
los 545.000 docentes del país, entre 93 y 166 pesos (4 y 7,2 dólares de
promedio al mes), con un coste para el gobierno de 820 millones de pesos.
En suma, un año muy deficiente para la economía cubana, en el que el
crecimiento, según CEPAL, apenas alcanzará un 1% frente al 6%
inicialmente previsto, y cuyos responsables no son capaces de asumir los
cambios que son imprescindibles para sentar bases sólidas de futuro.
EN TORNO A LA SITUACIÓN DE LA ECONOMÍA CUBANA EN 2009 - Misceláneas de
Cuba (13 December 2009)
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=24765
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