viernes, 16 de noviembre de 2012

A vueltas con el “embargo”, ¿punto y final?

Economía, Embargo



A vueltas con el "embargo", ¿punto y final?



La realidad es que el único bloqueo que afecta a la economía castrista

es interno, y viene justificado por el modelo económico que

establecieron los revolucionarios a comienzos de los años 60



Elías Amor Bravo, Valencia | 16/11/2012 8:49 am



El famoso culebrón del "embargo" viene siendo utilizado por el régimen

castrista cada vez que los acontecimientos internos le resultan

desfavorables.



En los últimos días, una ola de represión sin precedentes se ha

desencadenado contra varios representantes de las organizaciones

disidentes de la sociedad civil, como Antonio Rodiles, Ángel

Santiesteban o la bloguera Yoani Sánchez, a la que han convertido en

blanco de ataques en el diario oficial, Granma.



Cada vez que el régimen comunista siente que la sociedad civil de la

Isla acrecienta sus protestas contra la ineficiencia de su gestión y la

represión permanente, lanza el argumento propagandístico del "embargo".

Ahora, en Naciones Unidas, nuevamente, Bruno Rodríguez, con un guión

cocinado en los departamentos de la seguridad del estado castrista, ha

dicho que "el bloqueo económico de EEUU le ha ocasionado al país daños

por más de un billón de dólares a lo largo de medio siglo" y se ha

quedado tan fresco.



El dato tiene juego. Para empezar, es complicada su estimación con

cierto rigor. El valor del comercio que realizaba Cuba en los años 50

con EEUU debidamente actualizado, ni se aproxima a la mitad de la cifra.

Ni siquiera actualizando el valor del PIB de la economía castrista, que

figura en los datos de la Oficina Nacional de Estadística de Cuba, en

dólares corrientes, se alcanza una cifra de esas dimensiones. La idea de

que "un billón 66 mil millones de dólares en daños económicos,

afectaciones humanas invaluables y una feroz persecución de nuestras

transacciones por todo el planeta", es una cifra y un argumento que

pertenecen a la imaginación y los dossiers de propaganda castrista con

los que se intoxica a los observadores y analistas de una compleja realidad.



Lo cierto es que el único bloqueo que afecta a la economía castrista es

interno, y viene justificado por el modelo económico que establecieron

los revolucionarios a comienzos de los años 60, y que en contra de lo

sucedido en otras naciones del bloque soviético y comunista, que han

despertado a la realidad, se niegan a alterar.



Un bloqueo interno sobre la sociedad y sus estructuras económicas, que

supuso la confiscación de los derechos de propiedad a sus legítimos

propietarios, sin compensación alguna, y la eliminación del mercado como

instrumento de asignación de los recursos. A cambio, el colectivismo, de

base estalinista, fijó al Estado castrista como el único capaz de

acometer las decisiones económicas de producción, consumo e inversión, a

la vez que toda la propiedad y riqueza acumulada con el trabajo, el

esfuerzo y el tesón de varias generaciones de cubanos, pasaba a las

manos muertas e ineficientes del mismo estado totalitario.



El "embargo" que ahora el régimen trata de explicar en la Asamblea

General de Naciones Unidas, para conseguir el apoyo de un conjunto de

países beneficiados del petróleo chavista, es una mentira histórica y un

argumento que va quedando como uno de los pocos que sobreviven a la

dialéctica trasnochada de la guerra fría.



Varios pasajes de este Informe que el régimen castrista quiere presentar

a Naciones Unidas no tienen desperdicio. Por ejemplo, culpan al "embargo

de EEUU" de los problemas financieros de la economía castrista. Falso.

Las dificultades de financiación de una economía ineficiente e

improductiva tienen su origen en el incumplimiento de los compromisos de

deuda con el Club de París, lo que supone el veto a la financiación

regular en los mercados de capitales, y al saldo negativo de las cuentas

externas y los bajos ritmos de crecimiento de la economía, entre otros.

Si en las condiciones actuales, la economía mantuviera, por ejemplo, los

niveles de producción de azúcar, no existiría problema alguno para pre

financiar la misma en condiciones muy favorables, dados los precios.

Cuando Fidel Castro ordenó el cierre de los ingenios en 2002 estaba

cerrando la vía de financiación exterior. Embargo interno, evidentemente.



No deja de ser lamentable que el Informe presente daños del "embargo"

sobre la alimentación, por ejemplo, cuando es sabido que el régimen ha

tenido en los agricultores y ganaderos del medio Oeste de los EEUU a

proveedores cualificados para atender a las permanentes crisis de

alimentación de la improductiva e ineficiente agricultura castrista, al

igual que las medicinas y otras rúbricas para las que el embargo apenas

ha tenido vigencia. Y qué decir de las remesas enviadas por los

exiliados a sus familias, calculadas en más de 1.000 millones de dólares

anuales, procedentes prácticamente al 100 % de EEUU, o el creciente

número de viajeros, más de medio millón al año, de ese mismo país.

¿Dónde está realmente el bloqueo?



El ejemplo más evidente de que el Informe es un documento de propaganda

es observar los epítetos con los que se califica el "embargo", sin duda

un cántico a la búsqueda de apoyo entre los enemigos de EEUU. Allí se

presenta el "embargo" como "genocida, violatorio y fracasado",

"anacronismo", "rémora de un pasado", "reliquia de la guerra fría" y

"crimen de lesa humanidad", entre otras lindezas.



En mi opinión, este tipo de acciones propagandísticas del régimen

castrista tienen un recorrido de medio y largo plazo. Sabido es que, por

desgracia, la represión interna del régimen contra los disidentes no es

objeto de atención en Naciones Unidas, salvo en las organizaciones de

derechos humanos, pero aún está por verse que algún enunciado haya

servido para sacar los colores al castrismo. En tales condiciones, cabe

preguntarse a qué obedece la reiterada presentación del argumento en

Naciones Unidas. No me cabe duda de que, en el régimen castrista, se

quiere forzar a EEUU a no modificar la "ley de ajuste" que facilita

notablemente la emigración de cubanos en su territorio. Tal vez, las

reformas recientes de Raúl Castro para dejar salir mano de obra del país

tropiecen con los requisitos que establecen los países para regular los

movimientos migratorios. Si ese es el caso, ¿qué nos queda esperar en

los próximos años del "embargo"?



http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/a-vueltas-con-el-embargo-punto-y-final-281602

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