viernes, 28 de marzo de 2014

Cuba para los extranjeros

Cuba para los extranjeros

Para el régimen, no es lo mismo un empresario capitalista, que un

cuentapropista, por si alguien tenía dudas

viernes, marzo 28, 2014 | Miriam Celaya



LA HABANA, Cuba – El próximo sábado 29 de marzo de 2014 el Parlamento

cubano "debatirá" en período extraordinario de sesiones la nueva Ley

para la Inversión Extranjera, otro desesperado intento del régimen para

atraer a los empresarios foráneos que decidan arriesgar sus capitales y

sus naves donde ya antes han naufragado otros.



Esta vez el escenario y las coyunturas son marcadamente diferentes a la

década de los 90', cuando la frágil y dependiente economía cubana tocó

fondo y el gobierno no tuvo otra alternativa que abrirse de mala gana al

capital extranjero, creando entonces una Ley de Inversión Extranjera que

otorgaba alguna legitimidad y limitadas garantías a los inversionistas.



El ascenso al poder de Hugo Chávez en Venezuela a finales de esa misma

década llegó al rescate del régimen con nuevos subsidios que permitieron

el retroceso en la apertura al capital y en los pequeños negocios

privados familiares surgidos en medio de las privaciones del período.



Paradójicamente, 15 años después, la crítica situación socioeconómica y

política venezolana, que amenaza con hacer colapsar el proyecto

bolivariano cerrando una vez más las fuentes nutricias del gobierno

cubano, incide fuertemente en una nueva búsqueda de capitales foráneos

por éste como única alternativa de supervivencia del sistema, pero los

inversionistas se muestran remisos y escépticos ante la ausencia de un

marco jurídico que proteja los capitales invertidos.



Se rumora que la reciente visita de José Ignacio Lula Da Silva a Cuba,

preocupado por el riesgo de las elevadas inversiones de Brasil y por la

tardanza del gobierno de la Isla en actualizar la Ley de Inversión

Extranjera, ha sido el toque definitivo para que la cúpula decidiera

impulsar su aprobación, varias veces pospuesta. Igualmente de manera

extraoficial circulan rumores acerca de la congelación de las

inversiones brasileñas en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel y de

la aprobación de un nuevo crédito a la parte cubana hasta tanto existan

las garantías jurídicas adecuadas. Ya no se trata de acuerdos basados en

solidaridades, sino de relaciones financieras y mercantiles puramente

capitalistas.



La nueva Ley de Inversión Extranjera se encamina, pues, a "reforzar las

garantías a los inversionistas", a la vez que "Contempla también las

bonificaciones impositivas y excepciones totales en determinadas

circunstancias, así como flexibilización en materia aduanal, para

potenciar la inversión", según declaraciones de José Luis Toledo

Santander, presidente de la Comisión Permanente de la Asamblea Nacional

del Poder Popular que "atiende los Asuntos Constitucionales y Jurídicos"

(Granma, lunes 17 de marzo de 2014, página 3), elementos éstos que no se

contemplan en la Ley vigente.



También el alto funcionario declaró que el Anteproyecto presentado a los

diputados "deja establecido el carácter prioritario de la inversión

extranjera en casi todos los sectores de la economía, especialmente en

aquellos relacionados con la producción". Obviamente, no es lo mismo un

cuentapropista que un empresario capitalista, por si alguien tenía dudas.



En el proceso preparatorio previo, que según la prensa oficial se ha

venido desarrollando en todo el territorio nacional, han participado

junto a los diputados "especialistas, funcionarios de las estructuras de

gobierno municipales y provinciales, representantes de las consultorías

jurídicas internacionales y asesores de empresas importantes; en general

personas que puedan aportar a la discusión."(Subrayado de esta autora).

Una conjura a puertas cerradas y de la que apenas algunas notas inocuas

han trascendido a los medios nacionales, ya que la población común no

pasa de ser ese conglomerado de espectadores incapaces e imposibilitados

de hacer algún "aporte" y deberá tragarse la píldora tal como la

dispongan los filibusteros de verde olivo.



Las "principales preocupaciones y aportes de los diputados" en el

llamado proceso de análisis y discusión del Anteproyecto en la Isla han

girado en torno a "los derechos laborales de los cubanos que trabajarían

en esos proyectos, los plazos de vigencia para la inversión y la

protección del Patrimonio Nacional", omitiendo la cuestión fundamental:

el privilegio de los extranjeros por sobre los que deberían ser los

derechos naturales de los cubanos. Un detalle que recuerda aquel

"Carolino Código Negro" que en 1842 reconocía a los esclavos derechos y

privilegios tan dudosos como recibir castigos corporales que no

excedieran los 25 azotes, o el premio de la libertad a cambio de la

delación a los compañeros de esclavitud.



Casi 40 años de experiencia en simulacros parlamentarios nos permiten

anticipar que, como todas las anteriores leyes allí "discutidas", esta

también se aprobará unánimemente por el coro de ventrílocuos desde las

lunetas de la sede del sainete, el Palacio de las Convenciones, el

propio día 29 de marzo. Por el momento, ya muchos parlamentarios han

coincidido que la nueva Ley "está en plena sintonía" con los ajustes

económicos impulsados por el General-Presidente en su proceso de

actualización del modelo, otro experimento que –ahora sí– permitirá,

capital mediante, solucionar los siempre acuciantes problemas de la

construcción del socialismo.



Source: Cuba para los extranjeros | Cubanet -

http://www.cubanet.org/destacados/cuba-para-los-extranjeros/

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