viernes, 22 de enero de 2016

La nueva apertura a la inversión extranjera

La nueva apertura a la inversión extranjera
enero 20, 2016 11:08 am·

Capdevila, La Habana, Osmar Laffita, (PD) Todo lo relacionado con la
inversión extranjera ha estado rodeado de un total secretismo. En las
reuniones de la Asamblea Nacional del Poder Popular nunca se ha abordado
el asunto. Siempre ha sido manejado por las altas esfera del gobierno.

La Ley 77 de Inversiones Extranjeras, que estaba vigente desde el año
1995, fue derogada por la Ley 118 de marzo de 2015 y el Acuerdo 5290 de
2004 del Consejo de Ministros.

La población cubana desconoce cómo se ha comportado la aplicación de
dicha Ley y mucho menos los acuerdos sobre ella del poder ejecutivo.

La desaparición de la Unión Soviética provocó que el Producto Interno
Bruto (PIB) cayera un 35% y la economía cubana tocara fondo, situación
que se reflejó en la descapitalización de la infraestructura agrícola,
industrial y de los servicios.

Para darle un vuelco a esa grave situación de estancamiento económico,
en 2002 se inició un proceso de redimensionamiento de los sectores
productivos y de servicios, y se le dio prioridad al turismo.

Surgieron entonces las formas de asociación mixtas y con capital 100%
extranjero. Pero estas últimas fueron una minoría.

En 2002 había en Cuba, entre empresas mixtas, contratos de
administración y producciones cooperadas, 400 empresas. Pero desde 2004
el gobierno de Fidel Castro comenzó la negativa política de poner fin a
muchos de estos contratos. Ese año se disolvieron 40 asociaciones y solo
se aprobaron 10. En 2005 se disolvieron 35 y se aprobaron 7 empresas. En
los años siguientes, fueron más las disueltas que las aprobadas.

Tal política aplicada por Fidel Castro se debió a que este priorizó las
inversiones procedentes de Venezuela, Brasil y China y cerró las puertas
a los empresarios españoles, italianos, canadienses, franceses,
holandeses y mexicanos, que en el momento que la economía cubana estaba
en ruinas, la sacaron del hueco con sus capitales, su know how y su
tecnología.

De los resultados de tan desastrosa política, el gobierno de Raúl Castro
no ha dicho ni jota y mucho menos los dóciles diputados, que no han
tenido el valor de pedir cuentas de ese desastre.

En 2009, de 400 empresas con presencia de capital extranjero
establecidas en Cuba, solo quedaban 170 mixtas, con contratos de
administración funcionaban 80 y de producciones cooperadas quedaban
solamente 20. En conjunto, sumaban 270 empresas. Eso da una idea de
cuánto se retrocedió.

La Ley 118, aprobada en marzo del 2014 por el parlamento cubano, está
dirigida a propiciar la inversión extranjera, ajustada a las nuevas
dinámicas mundiales vigentes.

Hace dos años se estableció la Zona Económica de Desarrollo Mariel
(ZEDM). Los empresarios extranjeros que se decidan invertir en ellas
tendrán a su favor un conjunto de prerrogativas realmente ventajosas:
gozarán de una exención impositiva por diez años sobre sus utilidades,
pasado ese tiempo, solo tributarán el 12% de sus ganancias totales.

El gobierno cubano aplicó la fórmula del borrón y cuenta nuevas a todos
los errores en que incurrió el gobernante Fidel Castro en su desastrosa
política respecto a las inversiones extranjeras.

La Ley 118 está dirigida al incremento de la inversión, principalmente
en los sectores turísticos y agroalimentario, el petróleo y las energías
renovables, que ocupan las primeras prioridades en la cartera de
oportunidades de negocios, que fue aprobada en octubre último, y que
contiene 326 intenciones, 80 más que la precedente.

Los diputados de la Asamblea Nacional, reunidos el pasado 30 de
diciembre, plantearon la necesidad de que los órganos provinciales y
municipales del Poder Popular supervisen, de conjunto con los
inversionistas extranjeros, el proceso de las inversiones que se
ejecuten en su territorio, el cronograma de negociación previsto, así
como que estos expongan a las autoridades las dudas y dificultades que
observen y propongan alternativas de solución.

Al gobierno le es vital fortalecer la promoción de las posibilidades que
hoy brinda para estimular los flujos de capital foráneo en sectores
clave que tanto necesita la economía cubana.

La Directora General de Inversión del Ministerio de Comercio Exterior y
la Inversión Extranjera (MINCEX), Déborah Rivas, explicó a los diputados
que el gobierno aprobó medidas que buscan un mejor funcionamiento de los
proyectos con capital foráneo establecidos en el país, para con ello
hacer más favorable el ambiente de negocios.

La funcionaria del MINCEX afirmó que se ha avanzado en la determinación
del valor mínimo del suelo para los negocios con capital extranjero por
sectores y zonas, algo imprescindible a la hora de realizar los estudios
de factibilidad económica de los proyectos.

La política del gobierno cubano referente a la inversión extranjera está
dirigida a diversificar y ampliar los mercados de exportación, el acceso
a tecnologías de avanzada y la sustitución de importaciones. Su
propósito es la obtención de financiamiento externo, la creación de
nuevas fuentes de empleo, el desarrollo de encadenamientos productivos,
así como el cambio de la matriz energética del país mediante el
aprovechamiento de fuentes renovables de energía.

El titular del MINCEX Rodrigo Malmierca, respecto a la nueva carpeta de
oportunidades contentiva de 326 proyectos en 12 sectores de la economía,
explicó que sus ventajas se encuentran avaladas por estudios de
pre-factibilidad, con miras a que el inversionista extranjero pueda
contactar con las empresas cubanas que trabajan en sus áreas de
operación y agilizar así la negociación de las propuestas.

origenesmadiba@gmail.com; Osmar Laffita

Source: La nueva apertura a la inversión extranjera | Primavera Digital
- http://primaveradigital.net/la-nueva-apertura-a-la-inversion-extranjera/

No hay comentarios:

Publicar un comentario