domingo, 31 de enero de 2016

El sector turístico español se hace fuerte en Cuba pero EEUU toma ventaja en otros negocios

El sector turístico español se hace fuerte en Cuba pero EEUU toma
ventaja en otros negocios

El deshielo de las relaciones diplomáticas y económicas entre Cuba y
Estados Unidos brinda oportunidades para los intereses españoles, como
el aumento de turistas, pero trae consigo un nuevo y potente competidor:
Estados Unidos
La fuerte posición de España en el sector turístico cubano, donde
controla el 40% de los alojamientos hoteleros, le asegura un buen futuro
por el aumento de viajeros
Estados Unidos entra con fuerza en Cuba y diversificando sus negocios en
sectores que presentan un amplio margen de crecimiento
Moha Gerehou
30/01/2016 - 19:41h
EFE

Un año después de la llegada al poder de Fidel Castro, en 1960 Cuba
decidió nacionalizar empresas extranjeras, subir los impuestos a las
importaciones procedentes de Estados Unidos y afianzar relaciones con la
Unión Soviética. Dwight Eisenhower respondió con un bloqueo comercial y
cerrando toda relación diplomática. Más de medio siglo después, Raúl
Castro y Barack Obama dan pasos para revertir y normalizar sus
relaciones. El desbloqueo económico de un país aislado durante más de
cincuenta años supone una gran oportunidad de negocio, no exento de
claroscuros.

Estados Unidos ya ha desembarcado en Cuba y son varios sectores a los
que el gobierno de Raúl Castro quiere que fluyan las inversiones
extranjeras. Agricultura, energía y la producción de azúcar están
marcados en rojo, pero el turismo y el transporte también sobresalen
como áreas por impulsar. El lento avance de las regulaciones, todavía
lejos del libre mercado estadounidense y las barreras provenientes del
embargo que requieren tiempo para cambiar ralentizan la llegada de
cambios. Ni siquiera Obama lo ve claro todavía, manteniéndose a la
espera de avances (también en materia de derechos humanos) para hacer
una visita a Cuba que ponga la firma definitiva a uno de sus
mayores legados en la Casa Blanca.

Los obstáculos para EEUU, que prácticamente ha tenido que empezar de
cero en muchos aspectos, contrastan con el papel español en el país
caribeño. Con una larga trayectoria en la isla, España es el tercer
socio comercial y primer inversor europeo en Cuba, con una
posición consolidada desde hace tiempo y una comunidad de residentes
españoles que a principios de 2015 alcanzaba oficialmente los 120.000.
Pero la fuerte presencia en la isla no evita las dudas sobre cómo
absorberá al socio estadounidense, si podrá competir contra él y si esta
llegada será una maldición o bendición para los intereses españoles en
Cuba.

España se centra en el turismo cubano

Si hay un motivo por el que el turismo está en la segunda línea de
prioridades de inversión en Cuba es sobre todo por la hegemonía de
España en el sector. Concretamente, doce cadenas hoteleras
españolas gestionan el 40% de las plazas de alojamiento en el país. En
los complejos de cuatro y cinco estrellas, el dominio es aplastante: un
90%.

Pero para alcanzar esta posición, las compañías españolas tuvieron que
sacrificar el tener relaciones empresariales con Estados Unidos. Así lo
dictaba la Ley Helms-Burton, aprobada por Bill Clinton en 1996 y por la
que tratar con Cuba vetaba hacer negocio en EEUU, además de ser sometido
a represalias legales como la prohibición de entrada a los dirigentes de
las compañías. Básicamente, era elegir entre hacer negocio con Cuba o
con Estados Unidos.

La nueva realidad de la isla tras el deshielo promete un boom no solo en
la economía, que por lo pronto ya ha crecido un 4%, sino también en el
número de turistas, que subió un 15% en 2015 respecto al año anterior,
según las cifras que maneja el ministro de Economía cubano, Marino
Murillo. El total de tres millones de visitantes en 2014 parece ser una
cifra nimia en comparación a lo que viene. Según un informe del FMI, el
deshielo en las relaciones animaría hasta a cinco millones de
estadounidenses a disfrutar de este paraíso caribeño. A estos habría que
sumar los viajeros de otras procedencias.

El Estado cubano, propietario de todos los hoteles de la isla -aunque
cede la gestión a otras compañías-, sabe que a día de hoy no podría
afrontar semejante aumento en el número de turistas,y por ello ya ha
proyectado un plan de creación 24.000 plazas hoteleras más para 2020.

Cadenas españolas como Meliá, Iberostar o Blau Hotels se frotan las
manos ante el aumento de la demanda y se preparan para presentar todos
los nuevos proyectos necesarios. Meliá Hotels International, que
gestiona una quinta parte de las plazas de hotel en la isla, ya tiene en
mente nuevos hoteles para el futuro que ampliarán su cartera en 2.000
habitaciones más. Además, el hecho de haber apostado por Cuba pese a la
Ley Helms-Burton les da ahora una posición prioritaria para hacerse con
los contratos. Asimismo, los países colindantes también suben su
interés, puesto que de forma indirecta los cálculos apuntan a un aumento
del 10% en el número de viajeros a todo el Caribe.

La posición española en la zona, centrada en el turismo, permite
incluso a diplomáticos como Jaime García-Legaz, secretario de Estado de
Comercio, atribuir a España durante un encuentro con la Asociación de
Empresarios Españoles en Cuba un papel histórico y beneficioso para la
isla caribeña. Especialmente, y según sus palabras, el haber "limpiado
las cámaras de mercaderes, de empresarios de pacotilla, que iban a La
Habana porque aquello es muy alegre. Ahora la gente que va a Cuba es
gente seria".

En la misma línea, al término de su última visita a Cuba, José Manuel
Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, resumió el sentir
general de los empresarios españoles con intereses en la isla declarando
que "no tenemos ningún temor" ante la llegada del dinero de Estados
Unidos. Además, quiso remarcar que "las empresas españolas están
acostumbradas a competir en todo el mundo". El argumento de Soria se
sustenta en que un restablecimiento de las relaciones entre la
Administración Obama y la de Castro "es bueno para Cuba, para Estados
Unidos para todos".

EEUU se diversifica para dominar la zona

Rogelio Núñez, profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la
Universidad de Alcalá, es pesimista con las perspectivas de España en la
isla. Para el académico, "va a seguir teniendo su papel, pero por
ejemplo las empresas españolas y pymes que lleguen ahora a Cuba no van a
ser protagonistas. Por tradición histórica, cercanía y potencia, EEUU
será un factor decisivo y se hará con el pastel. Además, ahora se van a
retirar de la isla países que tenían importancia como Venezuela, y eso
al final se convertirá en una pugna entre EEUU y China".

La plena confianza en el crecimiento del turismo y la solidez de España
en un sector relevante para Cuba contrasta con la menor presencia en
otro ámbitos. Y es ahí, en los sectores menos explotados y con mayor
margen de crecimiento donde Estados Unidos está apostando más fuerte,
dejando un poco de lado el turismo para abrirse paso en segmentos
como comunicación, agricultura, energía o alimentación. En el siguiente
gráfico se puede ver cuáles son los ámbitos más atractivos para los
inversores.

Son varios los ejemplos de empresas estadounidenses potentes que no han
dudado en apostar por la isla caribeña para sus negocios en los sectores
más con mayor futuro. La censura y el alto coste han convertido Internet
en un derecho exclusivo para una pequeña parte de la población. La
operadora estadounidense Verizon ha visto un negocio rentable y se ha
lanzado al mercado cubano de la mano de Etecsa, la única compañía de
telecomunicaciones del territorio y propiedad del Estado. Por el momento
ofrecen servicios de 'roaming' a sus usuarios pero entre sus planes
podría estar desplegar Internet en la isla.

En la misma línea de telecomunicaciones está IDT, que también alcanzó un
acuerdo con Etecsa en materia de llamadas telefónicas. Incluso uno de
los buques insignia americanos, Apple, ya comercializa algunos de sus
productos en la isla aunque con ciertas restricciones.

En alimentación ya son varias las cadenas que, si bien ya comerciaban en
cierto modo con Cuba, ahora pueden aumentar las cantidades ante la
reducción de restricciones en varios campos. Para hacerse una idea, cada
año las empresas del sector venden alrededor de 350 millones de dólares
anuales a Cuba. La agricultura, con gran interés en el levantamiento del
embargo para abrir una nueva ventana de negocio, también se posiciona
fuertemente en la zona. Empresas como Cargill, agrícola estadounidense,
ya han anunciado fuertes inversiones y un aumento en sus ventas para,
según ellos, "vender los mismos productos mucho más baratos".

Transversalmente las finanzas van a crecer, y dos gigantes como
MasterCard y American Express no han perdido el tiempo. En enero de 2015
MasterCard ya anunció que comenzaría a gestionar transacciones con sus
tarjetas de crédito en Cuba, para así posicionarse como la mayor
compañía de crédito de Cuba. American Express por el momento solo
permite que las tarjetas expedidas en Estados Unidos sean usadas, pero
esperan que en el futuro, cuando esté implementado y generalizado el uso
de las tarjetas por parte de los propios ciudadanos cubanos, se pueda
ampliar el espectro.

La diferencia en las estrategias parece clara. Mientras España se centra
en el turismo, donde cuenta con la experiencia y el poder necesarios
para sobrevivir a la llegada de Estados Unidos, es en otros sectores
donde los norteamericanos adelantan a los españoles. Ahí se muestran
dispuestos a aprovechar los años de cierre de Cuba al exterior para
posicionarse y ser los nuevos dueños de todos los sectores -excluido
turismo por el momento- de la economía cubana.

Source: El sector turístico español se hace fuerte en Cuba pero EEUU
toma ventaja en otros negocios -
http://www.eldiario.es/economia/sombras-Espana-deshielo-Unidos-Cuba_0_478052309.html

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