lunes, 25 de enero de 2016

Medicina - la 'gratis', la pública, la privilegiada, la necesaria

Medicina: la 'gratis', la pública, la privilegiada, la necesaria
PEDRO CAMPOS | La Habana | 25 Ene 2016 - 7:37 am.

Está muy difundido en el mundo el criterio de que la medicina en Cuba es
gratis. Muchos carteles aquí hablan de la medicina gratis y se le quiere
hacer creer a la gente, al trabajador, al ama de casa y al jubilado, que
la medicina en Cuba no le cuesta nada al paciente: no es cierto.

Es verdad que en Cuba la mayor parte de la medicina está subsidiada por
el presupuesto del Estado. Pero ese presupuesto no se inventa, ni se
saca de un sombrero con varita mágica. Los recursos para ese subsidio
tienen fuentes. Puede haber otras, pero estas son las principales:

- La apropiación de las dos terceras partes y más de los emolumentos de
los profesionales de la medicina que ejercen noblemente el
internacionalismo en otros países.
- Los bajos salarios que paga a trabajadores del sector de la medicina y
del resto de los sectores del país que trabajan para el Estado por
salarios miserables en pesitos cubanos.
- Los altos precios y seguros por servicios médicos que cobra el Estado
a los extranjeros y cubanos residentes fuera del país.
- Los ingresos enormes que recibe el Estado de la venta de productos
médicos cubanos de reconocida calidad internacional a altos precios en
el mercado mundial, fabricados algunos con sangre de los donantes
voluntarios y por investigadores y trabajadores que reciben migajas como
salarios.
- Las ganancias sustanciales que obtiene el Estado de la venta de
medicamentos, tanto en moneda nacional como en sus farmacias especiales
en divisas.
Además, como consecuencia de los bajos salarios a los profesionales y
trabajadores de la medicina, la práctica ha creado formas de pago no
visibles, que se han convertido en costumbres, no como pago, sino como
agradecimiento, que muchos pacientes, de alguna manera ofrecen como
regalo a los galenos en especie o servicios, en ocasiones dinero. Y
aunque la ética que se inculca a los médicos les impide recibirlos, la
ética de la civilidad y la que impone la realidad los obliga a aceptarlos.

Por tanto, no es cierto que la medicina cubana sea gratis. La pagan los
trabajadores y pacientes cubanos con su sudor y su sangre.

Pero además hay en Cuba una medicina pública para el pueblo y otra
privilegiada para burócratas, pudientes y extranjeros.

La pública, que se ofrece normalmente por el Estado al pueblo en
consultorios de la familia, policlínicos y hospitales, con profesionales
talentosos y dedicados, pero con servicios de relativa calidad según las
condiciones de las instalaciones y de los medios técnicos que, en no
pocas ocasiones, hacen esperar muchas horas a los pacientes, recibir
turnos de especialistas para meses después y resultados de análisis que
a veces sirven para enseñarlos a la hora de la autopsia.

Y otro servicio médico especial de alta calidad y prontitud para
privilegiados, que se ofrece en clínicas y hospitales especiales para la
burocracia político-militar y los extranjeros en el Hospital Cira
García, el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas, las clínicas
especiales del MININT y algunos pisos del Hospital Nacional Hermanos
Amejeiras. Existen importantes centros de investigaciones especializados
que también son priorizados para burócratas de alto nivel y extranjeros.

Esa diferencia entre un servicio público mediocre y una medicina de alta
calidad que no está al alcance de todos, se pone de manifiesto también
en la existencia de dos tipos de farmacias, las farmacias en moneda
nacional donde los medicamentos se pagan en pesos cubanos que, para
obtenerlos, precisan de una receta médica y no siempre están en
existencia; y las farmacias donde los medicamentos se venden en CUC (25
pesos por un CUC). En estas últimas existen miles de medicinas y
medicamentos que no están disponibles en las farmacias en moneda
nacional y a ellas no tienen acceso las personas que no tengan acceso
abundante al CUC.

No existen informaciones precisas al respecto, pero es lógico pensar que
en estas circunstancias, dadas esas diferencias y los bajos salarios que
devengan los galenos en Cuba, algunos profesionales de la medicina
utilicen medios y recursos del Estado para prestar servicios
especializados prioritarios, altamente pagados, a personas con amplio
acceso a la divisa.

En consecuencia, en Cuba la medicina está afectada y padece las mismas
consecuencias que el resto del modelo económico social estadocéntrico
implantado en Cuba en nombre del socialismo. En consecuencia, la
medicina no está socializada, como se dice, sino estatizada, pues el
Estado es el encargado de todo lo relacionado con los servicios médicos.
Mientras que la socialización implicaría que la medicina estuviera en
manos de los ciudadanos y sus asociaciones.

Por tanto, Cuba necesita un cambio en el sistema médico, que socialice
la medicina (como mismo debe ocurrir con el sistema socio-económico y
político del país-) para elevarla a planos superiores y garantizarla a
todos. Ello implicaría una amplia reforma del actual sistema en muchos
aspectos, entre ellos: modificar las fuentes de ingreso al presupuesto
médico; establecer un impuesto-seguro médico para todos los ciudadanos;
municipalizar el control de ingresos, costos y gastos de la medicina
pública; conceder autonomía administrativa y financiera a los hospitales
y centro de salud y pago a los profesionales del sector por servicios
prestado, no salarios fijos.

Además, posibilitar abiertamente el ejercicio de la medicina privada,
paralelamente a la pública y luego de que los profesionales cumplan con
ella; permitir el renacimiento de clínicas mutuales; establecimiento de
una sola moneda; alguna forma para garantizar medicina plena de alta
calidad para la tercera edad; la libertad de importar todo tipo de
equipamiento médico y otros.

Una medicina privada de asistencia primaria unida a un sistema de
clínicas mutuales (asociadas), presionaría, y a la inversa, sobre el
sistema público en busca de una mejor calidad del servicio en todos los
sentidos.

Source: Medicina: la 'gratis', la pública, la privilegiada, la necesaria
| Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1453583627_19703.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario