La wifi y la privacidad: como aceite y vinagre
Si de dos cosas que no pueden mezclarse se trata…
Sábado, marzo 25, 2017 | Gladys Linares
LA HABANA, Cuba.- La conexión a la Web llegó hace poco a Cuba, y lo hizo
por la vía inalámbrica (wifi). El cubano que pueda prescindir de 1,50
CUC será capaz de conectarse a la red durante una hora, si además tiene
un dispositivo adecuado (laptop o móvil con esa prestación).
Con este fin, fueron habilitadas en varios puntos del país las zonas
wifi ―principalmente en parques y avenidas―, pero ir allí es una
película que puede contener lenguaje de adultos y violencia. Hace poco a
un vecino lo asaltaron a pocas cuadras de una para quitarle el móvil.
Los delincuentes lo habían marcado en el parque, y al retirarse lo
siguieron para poder atacarlo lejos de la policía.
Otra vecina, una señora de casi 70 años, me cuenta cómo una vez la
sorprendió un aguacero en uno de esos parques, sin posibilidades de
guarecerse. Como el lugar le queda lejos de casa, de regreso tuvo que
emprender la caminata empapada. La comunicación de ese día le costó,
además del dinero, dos semanas en cama.
Desde que comenzó este "beneficio", hemos sabido de estos y otros casos
de clientes afectados por la falta de condiciones en los parques wifi.
El viernes pasado, un conocido que me pidió no identificarlo se dirigió
con su laptop al parque de Línea y L, en el Vedado. Eran alrededor de
las 2:00 p.m., y como es lógico el sol estaba en su punto más alto; por
eso todos los bancos a la sombra estaban ocupados, y los lugares con
sombra donde no había bancos, también.
Luego de recorrer el lugar, vio una matica enclenque que daba algo de
sombra, pero se tuvo que sentar en la tierra. Encendió su máquina y
empezó a tratar de descargar algunas actualizaciones de Windows. De
pronto se vació un banco a la sombra y se levantó para ocuparlo. Una
muchacha con dos niños que estaba sentada en otro banco con sombra pero
compartido con otra persona lo vio, y a la velocidad del rayo se levantó
y se sentó en "su banco".
Como la muchacha tenía dos niños, por lógica intranquilos, mi conocido
decidió que mejor se sentaba en el banco que ella había compartido con
la otra persona, que era una señora sola. Así lo hizo. Pero aquella
mujer, que hablaba con alguien por teléfono, aparentemente quería que
todo el mundo se enterara de la gran cantidad de dinero que había
recibido de su parentela fuera de Cuba. Allí tampoco el muchacho se
podía concentrar en el trabajo.
De pronto otro banco se vació, corrió desenfrenado y por fin se vio
sentado con sombra y solo; abrió la laptop y se puso a trabajar. No
habían pasado cinco minutos cuando una señora mayor vino y le pidió un
ladito en el banco. Él se lo dio y ella se sentó en silencio y mirando
hacia otra parte. Qué bien, no lo molestaba. Pero de pronto, cuando más
emocionado estaba, oye a alguien que se acerca voceando: "¡Maní molido,
garapiñado y la cremita de leche!" Aquel hombre se para justo en "su
banco", y entre voz y voz se pone a conversar con la señora a su lado
sobre "lo mala que está la cosa pa' buscarse los pesos". Ya el joven no
se podía concentrar. Se levantó, se fue a la palmita enclenque inicial,
se sentó en la tierra, preparó la máquina y se puso a trabajar. A los 5
minutos se le agotó la batería y se fue, derrotado.
Para colmo, a la incomodidad hay que añadirle el considerable riesgo de
ser víctimas del vandalismo cibernético, acrecentado para los cubanos
pues la tecnología nos ha sorprendido sumidos en el más absoluto
desconocimiento de cómo protegernos. La intrusión de piratas
informáticos en nuestros dispositivos es un peligro real, ya sea para
robarnos el saldo o para "proteger a la revolución".
Source: La wifi y la privacidad: como aceite y vinagre CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/la-wifi-y-la-privacidad-como-aceite-y-vinagre/
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