América Latina
Cuba
El presidente Raúl Castro está decidido a eliminar ''el paternalismo''
del Gobierno hacia los cubanos
LA HABANA, CUBA (10/NOV/2010).- Es oficial: la libreta de racionamiento,
símbolo del igualitarismo profesado durante décadas en Cuba, tiene los
días contados. Un documento con guías económicas publicado ayer por el
Partido Comunista de Cuba (PCC) propone "implementar la eliminación
ordenada de la libreta de abastecimiento".
Es la sentencia de muerte de un instrumento creado en 1963 por el ex
presidente Fidel Castro ante la escasez de alimentos derivada de las
sanciones económicas de Estados Unidos y que, casi medio siglo después,
su hermano y sucesor Raúl dice que se convirtió en una carga "irracional
e insostenible" para el Estado.
"Raúl está dando un paso muy audaz. La gente está acostumbrada a vivir
con la libreta y adquirir fácilmente sus productos básicos subsidiados",
dijo Justino Rodríguez, empleado de uno de los puntos de distribución de
alimentos racionados ubicado en el Centro de La Habana.
Por el equivalente a 10 pesos cubanos —poco más de cinco pesos
mexicanos— los cubanos reciben mensualmente una canasta básica que
incluye pequeñas cantidades de arroz, frijoles, aceite y azúcar. Otros
productos subsidiados como carne de pollo, pan y café, elevan el costo a
alrededor de 12 pesos mexicanos.
La comida sólo alcanza para dos semanas, pero es crucial para familias
que no disponen de ingresos alternativos como las remesas de familiares
en el exterior, negocios privados o el mercado negro.
"Nadie puede vivir con la libreta. No alcanza, pero lo más correcto
sería eliminarla y ofrecer los productos a precios razonables", dijo
Lázaro González, un carnicero.
El Gobierno de Raúl Castro pretende abrir una etapa económica regida por
la planificación socialista, pero que dará cabida a formas de gestión
privada, promoverá la inversión extranjera, y avanzará hacia la
unificación monetaria.
Las medidas tienen que ser aprobadas por el VI Congreso del Partido
Comunista de Cuba (PCC) a celebrarse en la segunda quincena de abril de
2011. "En la actualización del modelo económico primará la planificación
y no el mercado", dice el documento oficial.
Sin embargo abre la puerta a "nuevas formas de gestión no estatal" como
las empresas mixtas, las cooperativas, los usufructuarios de tierras,
los arrendadores de establecimientos, el trabajo privado "y otras formas
que contribuyan a elevar la eficiencia del trabajo social".
MODELO SOCIALISTA
Principales puntos
Cuba continuará siendo una nación socialista con una economía
planificada, no de mercado.
Mantendrá servicios gratuitos como la salud y la educación, pero el
gasto social será ajustado a los recursos disponibles.
El Estado expandirá el sector privado y ofrecerá créditos bancarios y
acceso a un mercado mayorista de insumos.
La Isla seguirá atrayendo inversión extranjera y buscará nuevas fuentes
de financiamiento para frenar la descapitalización del aparato productivo.
También reprogramará los pagos de su deuda externa y cumplirá
estrictamente sus compromisos para mejorar su credibilidad.
Creará un sistema financiero más sofisticado, con instrumentos de
control de su política monetaria. También ofrecerá créditos personales
para el consumo.
Seguirá reduciendo el peso del Estado y eliminando subsidios. Las
empresas estatales ineficientes serán liquidadas.
Buscará eliminar la doble moneda, un peso cubano en el que el Estado
paga los salarios y un peso convertible 24 veces más fuerte en el que
vende los productos importados.
Relajará las restricciones para la compra y venta de casas, buscando
resolver el acuciante déficit habitacional. Eso aumentaría la
circulación de efectivo y atraerá flujos de capital de cubanos
residentes en el extranjero. El Estado no permitirá, sin embargo, la
acumulación de propiedades.
Dará mayor autonomía al sector agrícola para reducir la dependencia de
las importaciones y promoverá las exportaciones de servicios y de
biotecnología.
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