Los salarios del pequeño sector privado, todavía miserables pero mejores
que los estatales
Agencias
La Habana 06-10-2011 - 2:09 pm.
Los cubanos están descubriendo que trabajar para empleadores privados en
lugar de para el Estado es poner más dinero en sus bolsillos, aunque
todavía están batallando para ganarse la vida, informa Reuters.
En medio de las medidas económicas en marcha, decenas de miles de
cubanos trabajan en pequeños negocios, restaurantes, granjas agrícolas y
otros negocios no estatales donde permanecen largas jornadas por un
salario relativamente bajo, pero dicen que no tienen mejores opciones.
Un artículo de la Constitución dice que "se garantiza la propiedad sobre
los medios e instrumentos de trabajo personal o familiar, los que no
pueden ser utilizados para la obtención de ingresos provenientes de la
explotación del trabajo ajeno".
Los nuevos trabajadores privados parecen preocuparse menos por la
explotación de la fuerza de trabajo que por su remuneración.
Lizet Chaviano, de 23 años, dijo que no está conforme con su trabajo de
servir a clientes y limpiar en la Paladar de Alina, uno de los 400
pequeños restaurantes abiertos en los hogares. Pero apuntó que es una de
las mejores alternativas.
"Trabajo de 8:00 AM a 10:00 PM, un día sí y otro no, y considero que
trabajo demasiado pues esto es un paladar que cobra en divisa y solo me
pagan de 3 a 5 CUC (peso cubano convertible) por día", dijo. En las
Casas de Cambio estatales (CADECA) el gobierno compra el CUC a 24 pesos
cubanos y lo vende a 25.
Miserable pero mejor
Una encuesta informal en La Habana y las provincias encontró que los
salarios privados pueden ser entre dos y cuatro veces más altos que los
sueldos promedios estatales de 20 pesos diarios o 440 pesos mensuales,
cifra equivalente a unos 18 dólares.
"Todavía es muy triste, pero un poco menos miserable", dijo Klaisi, una
profesora de psicología de 32 años y madre soltera que trabaja en el
turno de fin de semana en una cafetería de La Habana.
Klaisi dijo que gana 75 pesos o el equivalente a un poco más de 3
dólares diarios, el doble de su sueldo estatal, sirviendo comida en el
restaurante El Príncipe.
Los salarios de empleos similares, tales como preparar bocadillos y
pizzas, oscilan desde 50 a 100 pesos diarios por una jornada de 10 a 12
horas en La Habana. Son más bajos, de 20 a 30 pesos, en el resto del
país, donde la actividad económica es más deprimida.
Pero hay excepciones, como el Bom Apetite, que sirve a turistas en La
Habana y donde los trabajadores pueden hacer mucho más dinero. Existe un
impuesto de servicio del 10 por ciento por cada vale. Las propinas se
dividen entre los empleados y pueden alcanzar el equivalente a entre 500
y 1.000 pesos cubanos diarios, dijo un empleado.
El Gobierno, con problemas de liquidez y que controla el 90 por ciento
de la economía, busca despedir de sus nóminas a un millón de
trabajadores en los próximos años.
Sin embargo, se han reducido menos de 150.000 empleos. El Gobierno
sostiene que esto se debe, en parte, a que no hay suficientes salidas
para los trabajadores despedidos, una de las razones por las cuales las
autoridades están impulsando el sector privado.
El número de personas que han adquirido licencias para el autoempleo
ascendió de 148.000 al cierre del 2010 hasta 330.000 en septiembre,
incluyendo 33.000 empleados, según el Gobierno.
Las cifras no incluyen a los más de 200.000 trabajadores agrícolas que
ganan entre 20 y 50 pesos diarios, dependiendo de la hora, el trabajo y
la temporada, según agricultores privados.
También hay un gran número de empleados no declarados que van desde
trabajadoras domésticas y jardineros a obreros de la construcción, según
economistas locales.
Los propietarios tratan de evitar el pago de los impuestos y la
seguridad social, así como los honorarios a los empleados poseedores de
las licencias.
Viviendas convertidas en restaurantes, cafeterías y casas que rentan
dormitorios parecen ser los mayores empleadores, aunque no hay
estadísticas oficiales.
"El salario establecido es de 250 pesos mensuales, pero realmente no es
eso lo que le pagan", dijo el propietario de una casa que renta
habitaciones a extranjeros en Santiago de Cuba.
"Yo pago 24 pesos (diarios). Además, se brinda comida y la posibilidad
de otras búsquedas, tales como lavar la ropa de los turistas", añadió
sin revelar su nombre.
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