Raúl Castro, Cambios
Triunfalismo sin fundamento
Pasados cinco años desde que Raúl Castro expresó la necesidad de cambios
estructurales y de concepto, el panorama cubano sigue siendo muy negativo
Oscar Espinosa Chepe, La Habana | 30/07/2012 12:29 pm
El presidente Raúl Castro, a diferencia de intervenciones anteriores,
mostró un optimismo alejado de la realidad sobre la situación de Cuba en
su discurso de clausura del Noveno Periodo Ordinario de Sesiones de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, el 23 de julio. En primer lugar
expuso que la económica nacional ha mostrado un desempeño favorable en
el primer semestre de 2012, sin sustentar con argumentos y datos reales
esa aseveración. Indicó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un
2.1 %, a lo cual —según indicó— contribuyó un significativo incremento
del comercio y las construcciones.
El plan 2012 estableció como meta el incremento del PIB en 3,4 %, por lo
cual el crecimiento anunciado en el primer semestre queda por debajo.
Debe subrayarse que en el primer semestre del año la economía cubana
tiene la mayor actividad, pues están los meses de temporada alta del
turismo, se realiza la zafra azucarera y son efectuadas las cosechas más
importantes, como las de tabaco, cítricos, hortalizas y viandas,
mientras por las características climáticas puede avanzarse más en las
construcciones y la labores de la minería.
En el segundo semestre incide desfavorablemente en la producción las
vacaciones masivas debido a las altas temperaturas y usualmente los
fenómenos meteorológicos. Además, en 2012 habrá otro factor muy
negativo: la incidencia de la crisis económica mundial, cuyos efectos no
exceptuarán Cuba. En esas circunstancias puede preverse que el plan del
año no se cumplirá, tomando como base lo realizado durante el primer
semestre y, en consecuencia, como sucede desde hace años, el país
crecerá menos económicamente que el resto de América Latina y el Caribe,
distanciándose aún más su nivel de desarrollo con respecto a la inmensa
mayoría de sus vecinos. Un lamentable escenario que no brinda razón
alguna para sentir algún grado de satisfacción por el actual estado del
avance nacional.
Por otra parte, en estos momentos de alto secretismo estadístico, cuando
ni siquiera se conoce con exactitud los datos referentes al
comportamiento de la economía en 2011, sí se sabe que la agricultura
continúa empantanada y las medidas tomadas hace 4 años con la entrega de
tierras ociosas en usufructo no han dado resultados sustanciales. El
ministro del ramo, Gustavo Rodríguez Rollero, ante la Comisión
Agroalimentaria de la Asamblea informó que en el primer semestre se
incumplieron los planes en 16 productos, entre ellos hortalizas, papa,
frijoles, arroz consumo, leche de vaca, cítricos frescos y tabaco
torcido para la exportación. Asimismo reconoció que en un diagnóstico
efectuado al sistema de la agricultura se detectaron más de 14.000
deficiencias estructurales, funcionales, organizacionales y de cuadros.
Ese contexto no da mucho pie al optimismo, pasados 5 años de que el
Presidente expresó la necesidad de cambios estructurales y de concepto,
y más de 2 años de que reconoció públicamente que el país se encontraba
al borde del precipicio.
Así se trata de ignorar la crisis del transporte, en especial en la
ciudad de La Habana, y los altos niveles de inflación existentes que
ocasiona la permanente caída del salario real. En 2011, los precios de
los productos vendidos en los mercados agropecuarios crecieron
aproximadamente en un 20 %, según cifras oficiales, mientras el salario
medio mensual lo hizo en 1,5 %. A ello hay que agregar el considerable
aumento en el costo de la electricidad en enero del pasado año a partir
de los tramos de consumo superiores a los 300 kW, así como a la
multiplicación de los precios de varios productos sacados del
racionamiento, en particular los de aseo y limpieza. Una tendencia
inflacionaria que ha prevalecido en el primer semestre del 2012, en
particular en los productos del agro y en muchos de los ofertados en las
tiendas que venden en pesos convertibles, un hecho tan evidente y
escandaloso que hasta ha sido denunciado por la oficialista TV.
Como prueba de los "avances logrados" se señala un crecimiento del 17,1
% en la producción de azúcar en la zafra 2011/2012, sin dar el dato real
del monto elaborado, aunque todo indica que a pesar de haber comenzado
la molida en varios centrales a principios de diciembre y finalizado en
junio, el total producido si acaso será algo superior a 1,4 millones de
toneladas, una cantidad que ya se producía en Cuba en 1907, cuando la
población de la Isla era de 2,05 millones de habitantes. Por cierto debe
resaltarse que desde la zafra 2008/2009 las autoridades cubanas no
brindan información sobre los volúmenes de azúcar producidos en las
posteriores, ni sobre los parámetros técnicos logrados en estas.
Además, como otro "éxito", el presidente mencionó un crecimiento del 5,8
% en la llegada de visitantes extranjeros al cierre de junio. Obvia que
el turismo continúa desarrollándose con una alta dependencia de las
importaciones, comprándose hasta yuca congelada en el exterior, al igual
que una larga lista de productos agropecuarios (limón, col, zanahoria,
cebolla, carnes de aves, cerdo y bovino, productos lácteos, granos,
grasas comestibles entre otros), perfectamente producibles en Cuba.
Las medidas para sacar adelante la estancada economía no aportan mucho
optimismo. Se ratificó que la empresa estatal socialista es la forma
principal para desarrollar el país, con lo cual queda subrayado que las
medidas para conferir algunas facilidades al trabajo individual no se
consideran soluciones estratégicas, sino pasos tácticos sumamente
controlados para que las iniciativas individuales se mantengan en un
nivel poco significativo y sin gran calado en términos económicos (tipo
bonsái).
Así, se anunció la aprobación de cooperativas en actividades no
agropecuarias, que deberán trabajar en instalaciones arrendabas al
Estado. Para ello se elaborará una Ley General de Cooperativas. Además
se alquilarán establecimientos de servicios gastronómicos que cuenten
con una plantilla de hasta 5 trabajadores, de forma similar a lo
realizado con otros servicios personales como barberías donde solo se
permiten locales con tres sillones.
En cuanto a la entrega de tierras ociosas en usufructo, o sea el
Decreto-Ley 259, se plantea que próximamente se emitirá un nuevo
decreto-ley que ampliará las áreas a entregar hasta 67,10 hectáreas de
las 40,26 aprobadas originalmente. El Presidente aclaró que se procederá
así con los usufructuarios vinculados a granjas estatales, Unidades
Básicas de Producción Cooperativas (UBPC) o Cooperativas de Producción
Agropecuaria (CPA), con lo cual todo parece indicar que se busca
asegurar el control estatal sobre esos agricultores. Asimismo, se
anunció la autorización para la construcción de viviendas permanentes en
calidad de bienhechurías y se garantizará la continuidad del derecho a
usufructo a los familiares de las personas que trabajan la tierra.
Parece que el plazo de usufructo se mantendrá por 10 años, renovables a
10 más, lo cual no estimulará el sentido de pertenencia y la estabilidad
requerida para que los usufructuarios inviertan en el desarrollo de las
áreas recibidas. Incluso al considerarse las viviendas como
bienhechurías, si cesara la concesión es probable que el Estado valore
unilateralmente el valor de las instalaciones, con pérdidas económicas
para el usufructuario. No obstante para una evaluación más profunda de
los cambios, habrá que esperar la promulgación del documento rector.
Raúl Castro trajo a colación que en sus dos últimas intervenciones ante
el parlamento había abordado la actualización de la política migratoria,
indicó que no ha sido relegada y se continúa profundizando para su
gradual flexibilización, teniendo en cuenta los efectos asociados y el
escenario internacional. En el panorama actual de crisis en Cuba es muy
difícil que el Gobierno tome una medida de cambio sustancial de la
política migratoria, debido al alto nivel de insatisfacción popular y
las ansias de abandonar el país por un alto porcentaje de la población,
especialmente los jóvenes. Quizás se facilite las visitas a la Isla de
los cubanos asentados en el exterior, a fin de aumentar los beneficios
económicos, así como se brinden mayores posibilidades a las personas de
la tercera edad para salir de Cuba. Pero muy difícilmente las
autoridades se decidirán a permitir la libre salida y entrada de los
ciudadanos en edad laboral, pues bien saben que eso podría facilitar la
estampida en procura de mejores condiciones de vida. Según datos
oficiales, en el período 2001-2010 el saldo migratorio negativo alcanzó
341.199 personas, a pesar de todas las restricciones existentes. Esa
cantidad equivale aproximadamente a 3 años de nacimientos. Puede
imaginarse lo que sucedería, si se flexibilizara la posibilidad de que
los cubanos puedan viajar libremente al extranjero. Posiblemente habría
que designar a alguien para que deje apagada la luz del Morro.
El Presidente también mencionó la redacción de Código del Trabajo, con
la elaboración de un anteproyecto de ley que se presentará a la sesión
de la Asamblea Nacional de julio de 2013. Esta sesión de la Asamblea
Nacional aprobó una Ley del Sistema Tributario, sobre la cual no se
conocen muchos detalles, pero por las referencias brindadas, está claro
que reforzará la política de únicamente permitir el desarrollo de
incitativas privadas en un marco muy limitado.
En conclusión puede decirse que el optimismo expresado en su discurso
por el Presidente carece de fundamento. La situación es más lamentable
que nunca, con un futuro preñado de amenazas y desafíos ante una crisis
mundial que inevitablemente afectará Cuba, sumiéndola mucho más en la
miseria y la menesterosidad. El Gobierno ha perdido mucho tiempo con sus
medidas limitadas, dedicado a que los cubanos no podamos salirnos de su
férreo control.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/triunfalismo-sin-fundamento-278853
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