Relaciones Cuba-EEUU
El Ana Cecilia partió este miércoles hacia La Habana llevando "casi de todo"
Cuba permite la entrada de artículos tan diversos como televisores de
pantalla plana, portátiles, cereales o juegos de cama; pero rechaza
otros como aires acondicionados, cortadoras de césped o secadoras de ropa
Redacción CE, Madrid | 09/08/2012 8:21 am
El tercer cargamento programado por el Ana Cecilia salió este miércoles.
Sus dos contenedores de 45 pies viajan llenos de casi de todo, hasta un
fregadero, informa un reporte de El Nuevo Herald.
Según el diario de Miami, lleva equipos para un taller de máquinas que
un cubano de visita se propone abrir en la Isla, equipos electrónicos,
bicicletas y muchos artículos pequeños (un juego de cazuelas y sartenes,
medicinas, un asiento de inodoro, una aspiradora de taller, muñecas
Barbie, calzoncillos de Batman y especias).
Desde que se convirtió en la primera compañía en más de 50 años en
ofrecer servicio marítimo directo de Miami a La Habana, International
Port Corp. ha estado en contacto regular con el Gobierno de la Isla
acerca de lo que es aceptable y lo que no. Cuando un artículo es
rechazado, IPC llama al remitente para que lo recoja, una alternativa
mejor a la de que sea confiscado en La Habana.
IPC, cuyo servicio de entregas ha sido aprobado por el Gobierno de
Estados Unidos, utiliza un buque de carga de 300 pies, el Ana Cecilia, y
se propone hacer un viaje semanal a Cuba.
El viaje demora de 16 a 18 horas, señala el reporte de El Nuevo Herald.
La descarga ocupa una hora o algo así, y después el Ana Cecilia da media
vuelta y regresa a Miami. A la tripulación de ocho integrantes no se le
permite desembarcar.
El sábado, un trabajador de IPC estaba ayudando a Gladys Casanova,
residente de Hialeah, a preparar su envío, que incluía cereal, leche en
polvo, galleticas, pasta y otros artículos alimenticios. Sus artículos
fueron contados, pesados y reempacados en una bolsa de plástico
transparente, y declarados en un manifiesto que acompaña cada paquete.
"Esto es para mi sobrina. Ella no tiene a nadie allí y no tiene empleo,
a pesar de que ha estudiado", indicó Casanova.
Una familia trajo tres bicicletas que fueron rápidamente desarmadas y
pesadas. Otro hombre entró con un carrito de compras que contenía dos
televisores de pantalla plana. Otros trajeron tubos de PVC y material de
ferretería para un proyecto de reparación y ropa de cama con estampados
de leopardos.
Trabajando con CubaPACK, una compañía establecida por el Gobierno cubano
para manejar los envíos familiares, IPC cobra $6 por libra en los
paquetes de hasta 21 libras, y progresivamente menos a medida que el
peso de los paquetes aumenta. Por artículos como televisores de plasma
de 32 pulgadas —el mayor tamaño permitido por el las autoridades de la
Isla— y tabletas electrónicas, hay tarifas fijas de $150. Para los
televisores convencionales y los aparatos más pesados, las tarifas se
basan en el peso.
Todas las tarifas incluyen un seguro y la entrega a domicilio de los
embarques de hasta 100 libras a lugares en toda la Isla. En el área de
La Habana, CubaPACK promete entregar en el plazo de una semana y en
otros lugares puede demorar hasta dos semanas. Los artículos más pesados
deben ser recogidos en el puerto.
Una lavadora sí, pero una secadora de ropa no…
El Gobierno cubano permite la entrada a la Isla de artículos tan
diversos como televisores de pantalla plana, lavadoras, computadoras
portátiles, cereales o juegos de cama; pero otros como aires
acondicionados, una cortadora de césped eléctrica, secadoras de ropa, y
hasta una piscina portátil, son rechazados.
El gobierno cubano ha vetado estos artículos desde que International
Port Corp. (IPC) inicio un "servicio humanitario" de embarques desde su
terminal en el Río Miami, en julio, añade el reporte de El Nuevo Herald.
Bajo la cobertura de "ayuda familiar" —una excepción al embargo de cinco
décadas—, el Gobierno de Estados Unidos permite enviar a la Isla casi
cualquier artículo, siempre que el destinatario sea un individuo o los
productos sean llevados por un cubano de visita que regresa a su país,
declaró al diario Leonardo Sánchez-Adega, director de mercadeo de IPC.
"La definición estadounidense de lo que se permite es muy amplia siempre
y cuando no entre en conflicto con una prohibición sobre transferencias
de tecnología", dijo el funcionario.
Es el gobierno cubano el que es exigente. Recientemente rechazó una
piscina portátil que el remitente aseguró que iba a ser usada como
cisterna de emergencia. En una Isla con una severa escasez de agua, las
piscinas personales no son bien vistas.
En esa misma línea, las autoridades cubanas están dispuestas a aceptar
ventiladores, pero no unidades de aire acondicionado; lavadoras de ropa,
pero no las secadoras, que consumen energía eléctrica, indicó Sánchez.
Aunque las bicicletas son un artículo común en los embarques, los
cubanos rechazaron recientemente un chasis de motocicleta y una
trasmisión de automóvil.
Nuevos aranceles aduaneros a los paquetes de ayuda familiar a partir de
septiembre
Este ha sido un proceso de aprendizaje para IPC, que tiene que estar en
guardia contra las personas que tratan de embarcar cantidades
comerciales, así como aprender qué artículos son aceptables. Una
cortadora de césped, por ejemplo, fue rechazada recientemente, quizás
debido a su potencial consumo de combustible en un país que está escaso
de energía, comentó Sánchez.
Pero el mayor reto a la operación está por venir y tendrá una gran
influencia en los negocios futuros. Es el plan cubano de imponer más
aranceles aduaneros a los paquetes de ayuda familiar.
Después de que tres huracanes azotaron a la isla en el 2008, Cuba
suspendió los derechos de aduana sobre los paquetes de ayuda familiar.
Eso se mantuvo en vigor hasta mediados de junio, cuando Cuba restableció
las tarifas.
En este momento, los aranceles son asequibles y son cobrados en moneda
nacional. Un televisor de plasma, por ejemplo, entra con un impuesto de
150 pesos ($5.66) y la tarifa para un paquetes de 21 libras de artículos
diversos es aproximadamente de $6.40.
La mayoría de los cubanoamericanos que estaban enviado artículos
mediante IPC la semana pasada reveló que había girado dinero a sus
familiares para que pagaran las tarifas, que son cobradas cuando los
paquetes son entregados. "Sería más conveniente que pudieran pagar
aquí", afirmó Sánchez, "pero no podemos convertirnos en cobradores del
Gobierno cubano".
Aunque las tarifas actuales no están dejando en la ruina a la mayoría de
las personas, el Gobierno cubano ha dicho que se propone empezar a
cobrar las tarifas en pesos cubanos convertibles (CUC) a partir del 3 de
septiembre. En el sistema monetario dual de Cuba, los CUC son usados en
el sector del turismo y para comprar escasos artículos importados. Un
CUC equivale a $1, lo cual significa que si las mismas tarifas son
aplicadas en septiembre, el impuesto de entrada para un televisor de
plasma saltaría de golpe a $150.
"Ni siquiera nosotros sabemos cómo se aplicará esto", declaró Sanchez.
Por lo tanto, IPC les dice a sus clientes que envíen todo lo que puedan
hasta la fecha límite del 26 de agosto, lo cual garantizaría que sus
paquetes serían entregados antes de que las nuevas tarifas entren en efecto.
http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/el-ana-cecilia-partio-este-miercoles-hacia-la-habana-llevando-casi-de-todo-279128
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