Limpiando el piso de la planificación
La escasez de frazadas de piso, que tiene a las amas de casa buscando
cualquier cosa para asear sus hogares, saltó a las páginas del diario
Trabajadores que intentó explicar en un extenso reportaje, por qué las
llamadas colchitas de trapear han desaparecido de los comercios de la isla.
Pablo Alfonso/ martinoticias.com
agosto 14, 2012
La frazadas de piso han puesto a prueba el viejo modelo comunista de la
economía planificada. Y como ha sucedido en tantos otros renglones, esta
vez las humildes colchitas de trapear han demostrado que la fómula de la
centralización estatal no funciona, por mucho que lo proclamen los
Lineamientos del Partido Comunista de Cuba.
Archivo. Una mujer cubana limpia su casa mientras sigue por la TV la
intervención especial de Fidel Castro.
La escasez de frazadas de piso, que tiene a las amas de casa buscando
cualquier cosa para asear sus hogares, saltó a las páginas del diario
Trabajadores que intentó explicar en un extenso reportaje, por qué las
llamadas colchitas de trapear han desaparecido de los comercios de la isla.
El artículo titulado Posible solución a la escasez de frazadas de piso,
firmado por Gabino Manguela Díaz, comienza vendiendo una esperanza: "La
escasez de frazadas de piso en las tiendas del país podría terminar con
la llegada desde julio último de 16 contenedores y el incremento
previsto en el ritmo mensual de entrada para completar 65 de ellos en
febrero venidero, con un total de 8 millones de unidades".
Explicar las causas es un problema más engorroso cuya responsabilidad
tratan de esquivar distintos funcionarios del Ministerio de Comercio
Interior (MINCIN).
Pilar Fernández González-Pardo, jefa del Grupo de Ventas Minoristas de
Productos No Alimenticios del MINCIN, asegura que en lo que va de año
esa entidad ha recibido "unos 2 millones de frazadas con destino a su
venta a la población en moneda nacional y de concretarse lo concebido,
el mercado deberá estabilizarse —presumiblemente— en octubre próximo".
Cuba consume cada año alrededor de 30 millones de frazadas y la
industria nacional solo tiene capacidad para producir 7,3 millones. El
resto se importa, a través de Comimport, la Empresa Importadora para el
Comercio Interior.
"Entre 2008 y 2010 el MINCIN importó con destino a la población
alrededor de 25 millones 300 mil frazadas, que terminaron de entrar en
noviembre de ese último año. Nosotros recibimos las solicitudes en ese
mes inicial; la primera parte del dinero nos llegó el primero de febrero
y la carta de crédito se hizo el 13 de marzo", dijo Alfredo Cruz Díaz,
director de Comimport.
En el 2011 falló la planificación estatal y ningún organismo incluyó
frazadas de piso en sus solicitudes importación.
Funcionarios del MINCIN indicaron que la frazada de piso "no es un
producto balanceado", por lo que cada organismo planifica según su
mercado. "No previmos nuestra importación de este año para que los
arribos comenzaran a inicios del 2012" aseguraron al periódico.
Según, Siuris García Alonso, jefa del Grupo de Comercio Mayorista, la
decisión de no importar en el 2011 se debió a que el organismo tenía
suficiente inventario de frazadas.
Cálculos matemáticos y justificaciones burocráticas aparte, lo cierto es
que limpiar el piso es hoy toda una odisea en los hogares cubanos.
"Varios fenómenos coincidieron: las gestiones de importación del
MINCIN comenzaron con varios meses de atraso respecto a años anteriores;
TRD no las tenía planificadas y CIMEX contrató una cantidad pequeña; no
había cobertura almacenada en el MINCIN para iniciar el 2012 y la
industria nacional puede destinar para la población apenas 4,3 millones
de unidades. Son razones de peso que, unidas, condicionaron la actual
escasez", justifica el diario.
Sin embargo, en el mundo del mercado libre, de la oferta y la demanda,
donde el Estado no es el único y supremo importador, la solución sería
siempre más sencilla: producirlas en el país o simplemente que almacenes
independientes, importen lo que las personas necesiten y puedan pagar.
http://www.martinoticias.com/content/article/13718.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario