Salud Pública
Cerebros de alquiler
Irma Alfonso
Madrid 20-11-2012 - 6:13 am.
¿Cómo funciona el negocio castrista de las misiones médicas? ¿Quién paga
cuánto y cómo?
Brigada de médicos 'Ernesto Che Guevara', rumbo a Venezuela. La Habana,
8 de octubre de 2009. (CUBADEBATE)
El negocio más fructífero de la dictadura cubana tuvo su origen en el
envío en 1960 de un equipo de ayuda médica a Argelia, y más tarde a
otros países de Iberoamérica, víctimas de catástrofes naturales.
En su afán de obtener los recursos necesarios para asegurar su
permanencia en el poder, Castro convirtió a la Isla en un laboratorio
donde puso a prueba las empresas más absurdas imaginables: el pastoreo
intensivo, las plantaciones urbanas de café caracolillo, la zafra de los
10 millones, el reparto de ollas de presión a una población
subalimentada, el "desarrollo urbanístico" de los trapiches matanceros,
el picadillo de soja y el cultivo de plantas supuestamente
anticancerígenas, entre otros inventos que agravaron la ya disminuida
economía del país.
Por supuesto, nada de ello dio resultados positivos. Hasta que el
omnisciente dictador descubrió una receta mágica, una fórmula magistral
que aliviaría la decadencia política y económica de su régimen: el
alquiler de cerebros. Contaba además para ello con un socio poderoso,
Hugo Chávez.
Cientos de miles de profesionales formados en la Isla, sobre todo
personal sanitario y en su mayoría médicos, han sido y son actualmente
alquilados a más de cien países, lo cual reporta beneficios de diversa
categoría: compensación en especie, divisas, imagen humanitaria y una
credibilidad que ha elevado su prestigio en los organismos políticos
internacionales.
Desde el año 2000, a raíz del acceso de Chávez a la presidencia de
Venezuela, el negocio de exportación de médicos y otros profesionales ha
crecido extraordinariamente.
Si bien en el año 2003 el turismo dejaba un rédito anual de 1.999, 20
millones de dólares y el resto de la exportación de servicios 854, 4, ya
en 2005 la proporción se invirtió (2.398,90 millones gracias al turismo
por 4.151, 60 gracias al resto de la exportación de servicios), llegando
en 2010 a triplicar, los ingresos por servicios ajenos al turismo
(7.441,60), a los obtenidos por este (2.218,40).
Cuba y Venezuela establecen acuerdos anuales de colaboración para
apoyarse mutuamente en la consecución de sus fines políticos:
consolidación de sus gobiernos y establecimiento de regímenes similares
de corte Marxista-leninista en otros países de Iberoamérica.
Venezuela aporta petróleo a Cuba a cambio de profesionales de la
medicina que se convierten, obligatoriamente, en agentes políticos del
régimen chavista
Según declaran médicos evadidos de Venezuela, la utilización de los
profesionales se realiza de la siguiente manera:
El médico cubano es enviado a zonas urbanas peligrosas y a enclaves
campesinos de difícil acceso, donde los profesionales libres no acuden.
Atienden a personas pobres, muy necesitadas de sus servicios. A los
médicos se les instruye para responderles a los pacientes agradecidos
que no es a ellos, sino a Chávez, a quien tienen que mostrar
agradecimiento por su labor humanitaria, dándole su voto.
Como pago de esta labor, difícil para los médicos, Chávez envía
diariamente a Cuba más de 100.000 barriles de petróleo, la mayor parte
de cuyo valor lo absorben las prestaciones médicas; el resto es
financiado por Venezuela a plazos y tasas de interés simbólicos.
Venezuela es el país donde el envío de cerebros en alquiler alcanza una
mayor magnitud, pero no es el único; algunos países con gobiernos afines
a la dictadura —Argentina, Bolivia, Ecuador, Angola, Namibia, Sudáfrica,
Portugal, Haití…— también reciben médicos cubanos en régimen de
esclavitud. Diversos organismos multilaterales, como la OMS, UNICEF,
muchas ONGs de Estados Unidos y Canadá y varios países europeos tales
como Francia, Alemania y Noruega dan a Cuba recursos monetarios para sus
misiones en terceros países.
¿Por qué en régimen de esclavitud? Porque el personal de la salud cubano
va al extranjero atado con cadenas invisibles, aunque eficaces. Como
primera medida, sus familias quedan en Cuba en calidad de rehenes, ya
que se les obliga a permanecer en el país hasta que el médico haya
regresado. De fugarse este, se les prohíbe a los parientes la salida de
la Isla por al menos cinco años.
A los médicos exportados se les espolea con beneficios que, aunque
parezcan miserables, resultan tentadores privilegios para los
profesionales de la Isla. En Cuba ganan un salario de $22 a $25 al mes.
Se trata de una remuneración que se les mantiene a sus familiares
mientras dura la "misión humanitaria", además de entre de $50 y $100 al
mes.
Como incentivo adicional, a estos internacionalistas se les permite
enviar a Cuba, anualmente, tres cajas con artículos de muy difícil
adquisición en el país, libres de tasas arancelarias.
¿Qué médico europeo accedería a trabajar en estas condiciones?
Sin embargo, para los cubanos el solo hecho de emigrar, aún en las
condiciones que les impone la dictadura, es un alivio. Hay que tener en
cuenta que la última ley de inmigración promulgada en Cuba el pasado mes
de octubre y que entrará en vigor en enero de 2013, aunque pretende ser
una mejora de la libertad de movimiento migratorio, no lo es.
Cualquier ciudadano cuya actividad se considere esencial para el
desarrollo técnico o cultural del país, está sometido a restricciones
especiales. Es el caso del personal sanitario, de los arquitectos,
ingenieros, profesionales del arte y de la cultura, en fin, de
cualquiera que a la dictadura le parezca necesario conservar. Salir de
Cuba sigue siendo un privilegio administrado por el poder.
Adicionalmente, se establece un premio monetario para los médicos que
regresen, en función del tiempo que han permanecido deportados (entre
$50 y $350 al mes).
Por cada profesional enviado, el gobierno recibe una cifra mensual que
varía entre $5.000 en Angola, por ejemplo, y $3.800 en Namibia.
Es tal la magnitud de la demanda y el éxito del negocio, que se han
inaugurado escuelas de formación médica rápida en diversos lugares de
Cuba. Muchos de los médicos exportados ni siquiera han terminado sus
estudios.
Algunos de estos profesionales se arriesgan a transgredir las
condiciones impuestas por el régimen y, exponiéndose a su venganza,
huyen de los países "anfitriones" y terminan, en la mayoría de los
casos, pidiendo asilo en Estados Unidos.
Gracias a ellos hemos podido conocer la experiencia personal de estos
esclavos del siglo XXI.
http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/14096-cerebros-de-alquiler
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