Retos que enfrentará el futuro Presidente de Cuba
El sucesor de Raúl Castro tendrá que centrar sus esfuerzos para
conquistar a los más jóvenes, luego de que el actual mandatario
asegurara que en 2018 dejará el poder
Ilian Cedeño
23/03/2013 05:38
CIUDAD DE MÉXICO, 23 de marzo.- Cuando el presidente Raúl Castro dijo
que para 2018 dejará el poder sin buscar reelección, anunció también una
respuesta a la pregunta de lo que será Cuba sin un Castro al frente y
cómo espera mantener su sistema socialista de gobierno.
De hecho, expertos no cubanos consultados por el centro de análisis
Diálogo Interamericano, de Washington, creen que la respuesta está en un
enfoque dirigido a los jóvenes.
Pero para los actuales adultos será difícil acostumbrarse a una nueva
figura, sobre todo después del liderazgo que consolidaron Fidel y Raúl
Castro desde el triunfo de la Revolución en 1959.
El aparente sucesor designado, el ahora vicepresidente cubano, Miguel
Díaz-Canel, es "una sorpresa" porque es poco conocido fuera de Cuba,
como subrayó Stephen Wilkinson, presidente del Instituto Internacional
para el Estudio de Cuba.
Díaz-Canel está ahora en el foco de la curiosidad de los interesados en
Cuba, precisó, pero ha viajado muy poco como para entablar una buena
relación con diplomáticos de otras naciones, destaca Diálogo Interamericano.
Hasta donde se sabe, Díaz-Canel no sale de ninguna familia que haya
combatido en la revolución y mucho menos es una figura militar, dos
características que podrían generarle obstáculos a la hora de liderar la
isla, apuntó Wilkinson.
Pero al mismo tiempo es un hombre nacido y criado bajo la bandera de la
Cuba socialista. Será también el encargado de preservar y al mismo
tiempo de continuar la evolución del sistema instaurado por Fidel y su
sucesor y hermano Raúl Castro, que sorprendió al mundo el pasado 24 de
febrero, luego de que el Parlamento cubano lo reeligiera para dirigir al
país los próximos cinco años, al declarar que no buscaría otro mandato.
Fue durante esa sesión parlamentaria, en la que estuvo presente su
hermano Fidel, cuando el mandatario dijo: "Tengo derecho a retirarme,
¿no lo creen?".
En la misma reunión, llevada a cabo en el Parlamento de Cuba, se
determinó que Díaz-Canel se convertiría en el primer vicepresidente de
la isla, una posición que lo hace el sucesor directo de Raúl y el hombre
que pondría fin a la era, de casi medio siglo, de los Castro.
"Es de tontos tratar de descifrar que (Raúl) tenía en mente el liderazgo
de Cuba cuando nombró a este incondicional del Partido Comunista como
vicepresidente", afirmó Peter Hakim, miembro del Consejo Asesor y
presidente emérito de Diálogo Interamericano, en referencia a la
designación de Díaz-Canel como segundo al mando.
"La elección de un sucesor relativamente joven, considerado como un
tecnócrata y un gerente sumamente competente, sugiere que los
gobernantes saben que el país debe reorganizarse y que sus actuales
acuerdos económicos y políticos son anacrónicos e insostenibles", señala
Hakim.
Luego de que Raúl Castro afirmara en febrero pasado que él y su hermano
habrían hecho su mejor esfuerzo por mantener a Cuba estable, se
escucharon quejas de algunos opositores que afirman que lo único que han
recibido de ellos es represión.
Pero por otra parte, muchos simpatizantes de los Castro han hecho
hincapié en las reformas que el gobierno de Raúl ha emprendido en los
últimos meses, como quitar el candado a la aprobación de pasaportes para
salir de la isla.
Hakim apuntó que "como el resto de las otras 34 naciones del continente
americano dirigidas por gobiernos electos, la jerarquía cubana debe
estar al tanto de que la coerción y el control no son formas
inteligentes de gobernar en estos días; la Primavera Árabe debió haberle
refrescado la memoria a los líderes cubanos".
Raúl Castro es el presidente de Cuba desde el 24 de febrero de 2008,
aunque desempeñaba el cargo de presidente interino desde el 31 de julio
de 2006.
Vasto curriculum
Miguel Díaz-Canel, de 52 años de edad, fue profesor universitario y
primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) en las provincias
de Villa Clara y Holguín. En 1991 fue nombrado miembro del Comité
Central y en 2003 ascendió al Buró Político del PCC.
El ahora vicepresidente pertenece a un grupo de líderes partidarios que
dirigieron provincias y que tuvieron margen para tomar sus propias
decisiones sin cuestionamiento alguno.
De acuerdo con Wilkinson, el ahora vicepresidente es miembro de una
generación que se benefició de los avances sociales que se llevaron a
cabo en años pasados y fue seleccionado con sumo cuidado, ya que no es
miembro de ninguna de las familias importantes que combatieron en la
Revolución Cubana.
Sin contacto con Estados Unidos
El presidente del Instituto Internacional para el Estudio de Cuba añadió
que la falta de contacto previo con Estados Unidos también es un
elemento importante a considerar. "En su calidad de personaje
desconocido, será más difícil de influir o de predecir. Tiene un
expediente impecable como miembro del partido, parece ser modesto y,
obviamente, es muy trabajador."
No haber tenido ningún acercamiento con algún líder estadunidense es un
arma de doble filo: por un lado podría beneficiarlo para construir una
relación de la que pueda resultar al menos una proximidad, y por otro
sería perjudicial pues no conoce de lleno la manera en la que se
desempeñaron los Castro, puntualizan los especialistas.
Wilkinson opinó que si Díaz-Canel ocupa la más alta magistratura seguirá
a la sombra de los miembros de la generación que luchó en la revolución,
muchos de los cuales no son tan viejos como los hermanos Castro.
"Esteban Lazo Hernández, quien acaba de asumir la presidencia de la
Asamblea Nacional, es uno de esos ejemplos. Tiene 68 años y peleó en la
revolución siendo todavía un niño. Incluso, bajo la nueva regla de dos
periodos de gobierno ¡podría mantenerse todavía en el cargo en 2022!"
De cualquier modo, la lección que pueden sacar de todo esto quienes
hacen la política de Washington es tomar conciencia de que esperar por
la muerte de los hermanos Castro es una pérdida de tiempo, asevera.
En tanto, Kirby Jones, doctor en medicina y presidente de Alamar
Associates, destacó para Diálogo Interamericano que "es imposible saber
qué va a hacer Miguel Díaz-Canel como presidente de Cuba. Se sabe muy
poco de él y no hay la posibilidad de tener una bola de cristal lo
suficientemente clara como para ver de aquí hasta 2018".
Lo que sí es previsible, afirma, es que ocurrirán demasiados cambios que
podrían colocar a cualquier otro al frente de Cuba.
Díaz-Canel no es solamente la primera persona de la posrevolución que
ocupa ese
puesto, pues también las mayorías que integran la Asamblea Nacional y el
Consejo de Ministros se nutrieron de esa nueva generación.
http://www.excelsior.com.mx/global/2013/03/23/890430
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