Béisbol nacional estudia la posibilidad de insertarse en ligas
profesionales de Asia
Iván García | La Habana | 26 Mar 2013 - 11:38 pm.
El fracaso en el III Clásico Mundial pudiera ser la gota que colmó la
copa. Desde hace años, especialistas del béisbol en la isla, off de
record, se pronuncian para que el Gobierno permita la contratación de
jugadores por parte de clubes profesionales.
Algunas de esas opiniones se vierten de manera pública. En 2012, en una
entrevista realizada por el diario Trabajadores, el DT de la selección,
Víctor Mesa, expresó que la pelota nacional pedía a gritos insertarse en
ligas profesionales, para elevar su techo cualitativo.
En un concurrido espacio deportivo que se realiza los martes en el
centro cultural Fresa y Chocolate, en la Calle 23 casi esquina a 12, en
el Vedado, y donde interactúan aficionados, comentaristas, peloteros y
directivos del deporte nacional, si en algo están de acuerdo los
participantes es que beisbolistas del patio deben jugar en ligas foráneas.
Otro tanto sucede en programas deportivos de las emisoras Radio Rebelde
y la COCO, en los cuales los aficionados comentan que para elevar el
nivel deportivo es necesario abrirse al mundo. No solo en la pelota,
también en otros deportes como el voleibol, el fútbol o el balonmano. No
queda otro camino.
Incluso en los Lineamientos Económicos aprobados en el último congreso
del Partido Comunista —esa especie de biblia oficial que contempla los
pasos a seguir en las reformas del país—, uno de sus puntos plantea que
"se estudia la posibilidad de contratación de atletas en el extranjero".
El fracaso de Cuba en el III Clásico ha puesto de nuevo en el tapete esa
opción. Según una fuente bien informada dentro del mundo beisbolero
local, el proyecto no dormirá demasiado en una gaveta. A corto plazo,
probablemente antes de fin de año, un equipo cubano, con nombre aún por
determinar, podría insertarse en la liga de béisbol profesional de China
Taipéi.
De no ser posible la inserción de una novena, se autorizaría a que
jugadores de calibre se contraten en ligas asiáticas como la de Corea
del Sur, Japón y la propia China Taipéi.
"Lo ideal sería que peloteros cubanos pudiesen jugar en el circuito del
Caribe o Grandes Ligas de Estados Unidos. Pero hay trabas legales debido
al bloqueo [embargo económico] que por ahora impide la contratación de
jugadores cubanos", comentó la misma fuente.
Desde que en 1962 Fidel Castro aboliera el béisbol profesional en Cuba,
los peloteros no tenían otra opción que marcharse para jugar y ganar
dinero en circuitos foráneos.
Las excepciones han sido Omar Linares —considerado el mejor beisbolista
cubano después de 1959—, quien jugó tres campañas con los Dragones de
Chunichi en la liga élite de Japón; y el formidable lanzador pinareño
Pedro Luis Lazo, relevista de los Piratas de Campeche en el béisbol
profesional mexicano.
Las absurdas restricciones han traído consigo que en los últimos 22
años, cerca de 250 peloteros, entre ellos talentos como Kendrys Morales,
Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes o Yasiel Puig, hayan huido de Cuba.
El años pasado, al menos once jugadores formados en escuelas deportivas
de la Isla abrieron en el roster de 40 peloteros de primeros equipos de
la Liga Nacional o la Liga Americana en la Gran Carpa. A final de
temporada, algunos más habían subido al máximo nivel. Esto, sin contar
que jugadores nacidos en Estados Unidos de padres cubanos, como el
soberbio pitcher zurdo Gio González o el toletero Yonder Alonso, podrían
competir con la casaca de las cuatro letras en Clásicos venideros.
Nuevos conceptos, nuevos horizontes
La pelota cubana no va a elevar su nivel con cambios cosméticos. Nada va
a solucionar el nuevo modelo de Serie Nacional. A las grandes estrellas,
dígase Yulieski Gourriell, Yasmani Tomás, José Fernández, José Dariel
Abreu o Vladimir García, con condiciones para jugar en Grandes Ligas,
los torneos locales hace rato les van quedando pequeños.
Para elevar el techo se debe, antes todo, dedicar recursos y los mejores
preparadores a las categorías juveniles y de cadetes. Rescatar los más
de 50 terrenos de béisbol, solo en La Habana, que se han perdido por
falta de mantenimiento. Es algo positivo que desde el pasado mes de
febrero, la televisión trasmita juegos de ligas internacionales. Está
prevista incluso la difusión de partidos de la próxima temporada de las
Mayores.
En Cuba hay una buena cantera de peloteros. Pero se debe pulir. Debemos
aprender los últimos conceptos del béisbol moderno. Actualizarnos en
materia de bibliografía y estadísticas avanzada. Los entrenadores de
pitcheo y bateo deben nutrirse de elementos novedosos a la hora de
enseñar el swing o el balanceo en la tabla de lanzar e incorporar
lanzamientos como la splitter o la recta movida al repertorio de
nuestros pitchers.
En Cuba se juega pelota hace más de 140 años. Si Dominicana, Venezuela o
México a día de hoy tienen más calidad y jugadores al máximo nivel, la
culpa es de Fidel Castro, que prefirió apostar por la pelota amateur.
La lección principal que debemos sacar del fracaso es que, de no
insertarnos en ligas extranjeras y cuidar las categorías menores, la
calidad del béisbol nacional seguirá en picada. Todavía estamos a tiempo
de revertir la situación.
http://www.diariodecuba.com/deportes/1364337528_2356.html
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