La sustitución de chapas de vehículos y los derechos de propiedad
[30-04-2013]
Elías Amor Bravo
(www.miscelaneasdecuba.net).- Leo la noticia en Granma y no doy crédito.
Ahora el castrismo, como si no fuera poco, se ha lanzado a un proceso de
cambio de chapas de identificación y de licencias de circulación de
todos los vehículos de motor, remolques y semirremolques, dentro de la
reorganización en el sector del transporte, de acuerdo con los
Lineamientos. En esencia, con esta decisión, el régimen inicia un
proceso de reinscripción de las chapas de identificación de los autos.
Hasta no hace mucho tiempo, los amigos que visitaban la Isla y
regresaban al exilio nos contaban que los autos legendarios de la década
de los años 40 y 50 que habían quedado confiscados por el régimen,
circulaban por la Isla. A mí me producía satisfacción saber que aquel
Chevrolet del 52 que era propiedad de mi madre, todavía circulaba con no
pocas dificultades por las calles de Santiago de las Vegas. Era un
símbolo de permanencia y de lucha contra el régimen.
Y lo más sorprendente es que en las fotos que nos llegaban de amigos y
familiares, las chapas eran las mismas que en 1969 cuando abandonamos la
Isla rumbo al exilio como millones de cubanos.
Normal. Aquel auto seguía teniendo un propietario y los derechos
jurídicos, por mucho que el régimen se empeñase en confundirlos o
distorsionarlos con el paso del tiempo, seguían estando ahí. Es uno de
los rasgos de la propiedad. Que nunca se esfuma ni desaparece.
Puede pasar de manos, incluso por la fuerza, pero el objeto, el derecho
real, no se desvanece. Y mucho menos, cuando como en este caso, el auto
sigue funcionando y transportando pasajeros.
Por eso, antes de continuar, conviene realizar una advertencia. Cuidado
con cambiar chapas de identificación y licencias de circulación de los
vehículos. Por mucho que se cambien las normas jurídicas que rigen los
principios de funcionamiento del proceso, conviene recordar que esos
vehículos tienen unos propietarios, y en su caso, herederos, cuyo título
de propiedad es permanente. No hay compensación alguna. Mientras que el
régimen mantenga su actuación, los autos circulan porque sus dueños
legítimos no hacen reclamación alguna de derechos de propiedad. Pero
llegará un día en que los títulos se harán efectivos y entonces, ¿qué?
Quitar las chapas de un automóvil, cambiarlas o sustituirlas en
cualquier país del mundo es un delito. Los automóviles cuando dejan de
existir desaparecen con su titularidad en los desguaces. Eso refuerza el
derecho de propiedad y de uso. La decisión de las autoridades de
régimen, por muy reflexionada que esté como todo lo que se hace con los
"Lineamientos" tiene una serie de puntos débiles.
La restauración de un marco de derechos de propiedad que fue vulnerado
por el régimen castrista desde el inicio de su andadura, y más tarde
reforzado a partir de 1967 con las nacionalizaciones de pequeños
negocios, es una tarea fundamental sobre la que no conviene arrojar más
dudas de las estrictamente necesarias. Esa restauración de la legalidad
afecta a todos los activos de la economía, incluidos los vehículos.
Desconozco si los titulares de estos activos exigirán algún derecho de
reversión sobre los activos que fueron confiscados. Lo dudo. Dado el
estado del parque de vehículos, su obsolescencia y deterioro, no creo
razonable exigir devolución alguna. Pero no conviene perder de vista que
esa decisión es posible en el marco del derecho internacional. Y
entonces, no habrá ni ventajas, ni decisiones alocadas, ni cumplimiento
de "lineamientos" que valgan. Habrá que compensar.
Afortunadamente, como casi todo lo que ocurre en el régimen castrista,
las informaciones apuntan a que el proceso de reinscripción y cambio de
chapas está previsto a realizarse en tres etapas, que en total abarcan
un periodo de tres años. Largo me lo fiáis. Tal vez el cambio en la Isla
llegue antes de que termine ese irregular proceso de cambio de chapas.
Yo recomiendo que no tiren nada a la basura. Los vehículos tienen un
código de bastidor que los hace fácilmente identificables. No se
equivoquen.
Aquellos que compraron realmente sus vehículos y pueden exhibir un
título de propiedad, dentro de la debilidad del sistema de derechos de
propiedad del régimen castrista, que cambien sus chapas y que cumplan la
normativa. Pero aquellos vehículos anteriores a 1959, cuya circulación
por la Isla ha contribuido a paliar el desastre de la política de
transporte del régimen castrista, que se abstengan de jugar con fuego,
para no quemarse.
Tiempo habrá para valorar otras decisiones del ministerio de transporte
sobre la circulación en la Isla de vehículos estatales (la amplia
mayoría de los que existen). Medidas que lo que hacen es reforzar los
sistemas de control, ya de por si elevados, para mantener los niveles de
vigilancia sobre los movimientos de la población, una de las claves del
modelo represivo existente.
Limitaciones en el medio de transporte que debe circular con una
determinada persona, mantenimiento de hojas de ruta en transporte de
cargas y pasaje o documentos de control de consumo de combustible,
convierten el desplazamiento de los cubanos por la Isla en un quebradero
de cabeza que recuerda a aquella magnífica película llamada
"Guantanamera". Me voy a verla y a reírme un rato de los castristas.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=39278
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