martes, 30 de abril de 2013

Secretos a voces del transporte de pasajeros en Cuba

Secretos a voces del transporte de pasajeros en Cuba
[30-04-2013]
Moisés Leonardo Rodríguez
Corriente Martiana.

(www.miscelaneasdecuba.net).- Artemisa, Cuba. La mayor parte de los
pasajeros en la isla se transportan en automóviles, camiones, camionetas
y unos pocos ómnibus particulares con más de 50 años de circulación así
como en vehículos de propiedad estatal vinculados a instituciones y
centros de trabajo, que se mantienen en funcionamiento gracias al
mercado informal y otras ilegalidades.

Fuera de la capital, los vehículos fabricados en Norteamérica hace más
de medio siglo, transportan la mayor parte de los viajeros dentro y
entre municipios y en viajes interprovinciales. Algunos atraviesan la
isla desde la capital hasta las provincias orientales en recorridos de
alrededor de1000 kilómetros.

Los mismos poseen numerosas adaptaciones con piezas, partes y agregados
de medios más modernos que han sido desarmados después de causar baja
técnica y con repuestos robados de talleres y almacenes estatales.

Otra parte de los viajeros se mueven en ómnibus estatales destinados al
traslado de obreros o al servicio de instituciones como el ministerio de
educación, cultura o deportes. Sus conductores cobran sin que se les
controle lo recaudado, lo que les motiva a prestar este servicio para
obtener ingresos extra que compensen sus bajos salarios.

No todo es ganancia para estos últimos pues los mecánicos de los
talleres correspondientes les cobran ilegalmente para adelantar el turno
de reparación y por las piezas que "no hay en el almacén pero yo tengo
un amigo que las resuelve" o de lo contrario deberán acudir a mecánicos
particulares que también les cobran un ojo de la cara por cualquier
servicio.

No solo piezas y agregados sino además combustible, lubricantes, líquido
de freno y otras necesidades de los transportes es posible obtenerlos en
el mercado informal, bolsa negra, y es en ella donde lo compran
preferentemente los transportistas tanto particulares como estatales que
disponen de sus vehículos para lucrar extraoficialmente.

A pesar de que los particulares transportan la mayor parte de los
viajeros, de que los vehículos estatales son utilizados como medios de
lucro ilegal, y que en ambos casos constituyen caldo de cultivo para las
ilegalidades, el Estado ha demorado por décadas la decisión de crear los
marcos legales e institucionales para que se integren cooperativas de
ómnibus para el traslado de pasajeros.

Hasta entrada la década de los sesenta, la Cooperativa de Ómnibus
Aliados (COA) prestaba un servicio seguro, eficiente y confortable en la
isla a precios módicos. La estatalización del transporte público de
pasajeros tuvo desde entonces altas y bajas. En los últimos 20 años ha
estado siempre al borde del colapso, compensando su ineficiencia los
particulares.

Si las denominadas reformas estuvieran dirigidas realmente a solucionar,
o al menos aliviar, los problemas de la gente de a pie, entonces la
cooperativización del transporte de pasajeros debió ser de las primeras
dado que la alimentación, la vivienda y el transporte son las tres cosas
que motivan más quejas de la población.

No dar este paso no solo demuestra que la prioridad de las "reformas" es
satisfacer intereses del poder sino que además es una pérdida de una
gran oportunidad para disminuir el moralmente dañino predominio de la
bolsa negra y otras ilegalidades en la cotidianidad de la vida nacional.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=39277

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