Incongruencias en la política económica cubana
MIÉRCOLES, 24 DE JULIO DE 2013 00:08
ESCRITO POR LEONARDO HERNÁNDEZ CAMEJO
Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Cuando hace aproximadamente
tres años el ministro de Economía Marino Murillo Jorge planteó el
despido de más de un millón de trabajadores de forma paulatina de sus
puestos de trabajos, muchos pensaron que se ahorrarían 300 millones de
dólares.
A partir de ese momento se empezó a dar más licencias para el trabajo
por cuenta propia, a entregarse tierras ociosas llenas de marabú a
campesinos y cooperativistas, se expiden más permisos para paladares,
cafeterías, barberías, alquileres de auto, casas y demás.
Unido a esa incipiente apertura, lanzaron un ejército de inspectores a
las calles para controlar a los cuentapropistas, con instrucciones
absurdas como la de que alguien pueda vender sus productos y empujar una
carretilla sin detenerse. Si la licencia se paga en moneda nacional, no
puede hacer negocios en cuc. Súmese a todo esto los altos impuestos que
sobre pasan los 150 pesos al mes. Vendas o no, alquiles o no, tienes que
pagarle al Estado.
Todo esto va aparejado a la falta de almacenes o tiendas donde los
particulares puedan adquirir insumos. Supuestamente, es para evitar que
absorban un considerable por ciento de los productos destinados al
pueblo que se encuentran en la red minorista.
Agréguese también la falta de leyes, reglamento o lo que fuere, para
proteger a los trabajadores por cuenta propia de abusos e ilegalidades.
Ahora reaparece Marino Murillo para explicar que los cambios realizados
en la economía no significan que Cuba esté en camino al capitalismo.
Aunque reconoce que los campesinos independientes son más eficientes que
los que laboran asociados en cooperativas, Murillo alaba todavía la
eficiencia de la empresa socialista.
Según Murillo, esta apertura se hace debido a la imperiosa necesidad que
tiene el país de obtener divisa convertible, para poder comprar en el
Mercado Internacional productos de primera necesidad, que se incluirían
en la canasta básica familiar. Pero en ninguno de los Lineamientos que
son cientos, ni en ningun discurso oficial se dice que se restituirán en
dicha canasta, la leche o la carne. Tampoco se explica cómo con unos
cuantos timbiriches de pan con croquetas, dos o tres casas y autos
viejos alquilándose y cuatro o cinco guajiros sembrando en el campo, el
país podrá obtener moneda dura.
Ya es tiempo de que la cúpula gobernante piense en una verdadera
apertura económica, donde el cubano tenga una participación real, con
libertades de libre contratación, pequeñas y medianas empresas que
puedan exportar e importar para que de esa manera el país comience a
ingresar moneda dura.
Ese sería el punto donde empezaría una competencia inevitable entre las
entidades estatales y las privadas, y se vería quién es más eficiente.
Pero es ahí donde los vividores y chupadores del gobierno y el estado no
quieren llegar. Ellos no tienen que rendir cuentas al pueblo del
presupuesto que reciben cada año, en qué se invierte, cuanto se ingresa
y el destino de los ingresos. Cubren sus fechorías con el cuento de que
esos datos son secretos de Estado y que informar al respecto, pudiera
poner en peligro la seguridad nacional.
Es ridículo decir esas tonterías que dice Marino Murillo a sabiendas de
que en Cuba no se produce casi nada y la inflación alcanza los niveles
más altos del mundo.
Los gobernantes cubanos siguen sin querer aprobar la asignatura de la
apertura. Su objetivo es seguir aferrados al poder y llenarse los
bolsillos hasta que se pueda.
Para Cuba actualidad: leohernankmejo@yahoo.com
Twitter.@leohernankmejo http://www.despiertaya.blogspot.com
Source: "Incongruencias en la política económica cubana | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente." -
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