La desactualizada valoración del modelo económico cubano
LUNES, 24 DE FEBRERO DE 2014 00:01 ESCRITO POR OSMAR LAFFITA
Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) En el mes de diciembre del
pasado año el David Rockefeller Center for Latin American Studies
(DRCLAS), de la Universidad de Harvard, y la revista cubana Temas,
reunieron a un grupo de quince estudiosos cubanos, norteamericanos y
europeos, en un taller que llevó por título "Cuba, la actualización del
modelo" y que tuvo por sedes Diálogo Interamericano institución
académica radicada en Washington y Cubarte, División de Informática del
Ministerio de Cultura cubano.
En el mes de diciembre se dio conocer el documento final de dicho evento
que fue coordinado por Rafael Hernández, politólogo, investigador,
profesor y director de la revista Temas, y Jorge I. Domínguez, profesor
de Ciencias Políticas de la Universidad de Harvard.
El taller se pudo realizar gracia a la generosa contribución de la
Christopher Reynolds Foundation, y en particular de su directora Andrea
Panaritis, quien mantuvo el fondo otorgado, incluso cuando tuvo que
suspenderse en 2012.
Si se analiza el documento final del citado taller y se compara con la
intervención realizada por el vicepresidente del Consejo de Ministros,
Marino Murillo Jorge en la Segunda Sesión de la VIII Legislatura de la
Asamblea Nacional, y el discurso de clausura del presidente Raúl Castro,
se aprecia que los postulados expuestos van en direcciones opuestas.
No se ajusta a la ralentizada aplicación de los lineamientos económicos,
aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista, la afirmación de los
integrantes del taller de que dicha política se trata de "un proceso de
trasformación y reordenamiento político y social que adopta una
estructura institucional".
En los cinco años que Raúl Castro lleva en el poder no ha habido la
menor señal de descentralización de las principales decisiones del
Estado y el Gobierno.
Los gobiernos provinciales y municipales no gozan de la menor autonomía;
sus acciones están sujetas a decisiones que vienen "de arriba".
Algo similar sucede con la Asamblea Nacional, que se reúne dos veces al
año y que desde su constitución, en 1976, nunca ha sometido al
escrutinio público al Estado o al Gobierno.
Resulta irreal la afirmación de que el sector privado, desde su
flexibilización en septiembre de 2011 hasta el presente, se haya
expandido. Es cierto que el gobierno Fidel Castro lo redujo
prácticamente a cero, pero la política del actual gobierno autoridades
cubanas tal como lo ratifico Murillo no está dirigida a consolidar la
pequeña ni mediana empresa, sino que su prioridad son las empresas
estatales y las cooperativas de diferentes tipos.
Lo correcto no es hablar de resistencia al cambio, más bien hay que
señalar la deliberada ralentización del mismo. Contrario a los que
afirman los académicos que participaron en el taller, es el presidente
Raúl Castro quien encabeza el sector que propugna la tesis de "sin
prisa, pero sin pausas".
Raúl Castro se ha referido a "las sanas exhortaciones y otras que no lo
son, que apremian acelerar el paso", y ha dicho que tal actitud "empuja
al fracaso, a la desunión y daña la confianza y el apoyo del pueblo".
Es bueno recordar que en los 5 año del gobierno de Raúl Castro, la
Constitución de 1976, enmendada en 1992, respaldada por leyes,
Decretos-Leyes, Decretos, Códigos y Resoluciones, no ha sufrido ningún
cambio, y hasta ahora no se habla de reforma constitucional.
Por tanto, si Ley de Leyes y el Código Penal no reconocen ningún tipo de
actividad privada, las 440 000 personas que la ejercen,
constitucionalmente son ilegales.
La entrega de tierras ociosas en usufructo se inició en 2008 amparado en
el Decreto-Ley 259. De esa fecha hasta el presente, se han adjudicado 1
580 000 hectáreas. Durante ese tiempo se pusieron en vigencia los
Decretos-Leyes 300 y 311. Ambos amplían la entrega de tierra de13 a
67,10 hectáreas. La novedad es que el último autoriza a las personas
naturales vinculadas a las Cooperativas de Créditos y Servicios a
recibir tierras, lo que antes no estaba autorizado.
Los integrantes del taller alertaron que de las 6 342 416 hectáreas de
tierra cultivable que tiene Cuba, se reportan 1,25 millones de hectárea
como ociosas, algo realmente injustificado si se tiene en cuenta las
cientos de miles de toneladas de alimentos que el gobierno cubano tiene
que importar anualmente.
Los integrantes del taller no reflejaron que del medio millón de
trabajadores que fue anunciado hace cinco años que serían cesanteados,
finalizado diciembre solo 300 000 habían sido despedidos. La revocación
por el gobierno de tal medida, que en ningún momento se ha hecho
pública, se debe a que la flexibilización de la actividad privada no
absorbió, como se esperaba, a esos potenciales desempleados.
Inexplicablemente, hasta ahora el gobierno cubano sigue sin levantar la
talanquera para la entrada de la Inversión Extranjera Directa (IED), que
es la única que puede generar empleos.
Se equivocan los que afirman que la llamada "actualización del modelo
económico" está dirigida a reducir el rol del Estado.
Si bien se extinguieron varios ministerios, la corrupta burocracia que
los poblaba se ha posicionado en la dirección de las nuevas
Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial (OSDE), una especie
de mini-ministerios.
El verticalismo persiste. No se puede hablar de nuevos actores y muchos
menos de nuevas reglas de poder.
En Cuba muy poco ha cambiado. El presidente Raúl Castro, en su discurso
del primero de enero en Santiago de Cuba, reafirmó que la dirigencia
historia que hace 55 años tomó el poder continúa como responsable de los
destinos de Cuba.
Decir que el liderazgo histórico se desplazó a una dirección colectiva
es una burla al pueblo cubano.
Los directivos de las empresas, antes de dar cualquier paso, tienen que
primeramente esperar que les digan sí o no.
Resulta totalmente falso afirmar que la actualización del modelo es un
cambio no solo económico, sino también político y social, porque si se
parte de la presencia limitada de los pequeños negocios privados y las
cooperativas, no se puede interpretar como una reducción de la
estatización y el predominio de nuevas formas de propiedad.
En la ralentizada "actualización del modelo" predomina más lo político y
el voluntarismo que lo económico. Eso explica por qué las estructuras
económicas y gubernamentales continúan atrapadas por la inhibición y el
inmovilismo. El gobierno es el único responsable de la demora en la
concreción del proceso de actualización del modelo económico.
Para Cuba actualidad: ramsetgandi@yahoo.com
Source: La desactualizada valoración del modelo económico cubano | Cuba
noticias actualidad.Periodismo independiente. -
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