viernes, 2 de mayo de 2014

Frijoles y cañones, las armas del general

Economía, Cambios



Frijoles y cañones, las armas del general

Raúl Castro ha dicho que los frijoles son más importantes que los cañones

Eugenio Yáñez, Miami | 01/05/2014 12:18 pm



Una vez más, el gobierno del general sin batallas promete avances

significativos en algún renglón alimenticio. Hasta que se olvide lo

dicho y se prometa otra cosa.

Ahora ha sido un burócrata del ministerio de agricultura, quien asegura

que se eliminarán las importaciones de frijoles en el país, puesto que

"se potencia el incremento de las áreas dedicadas a la actividad en todo

el territorio nacional". Parecería buena noticia, pues los frijoles son

fuente importante de proteínas para los cubanos de a pie cuando escasean

carne, pescado, huevos y productos lácteos, como desde hace más de medio

siglo.

Sin embargo, hay que estar muy atentos con los eufemismos y juegos de

palabras de la dictadura: potenciar el incremento de las áreas no

garantiza aumentar la producción, ni aumentarla garantiza satisfacer

necesidades de la población. Eliminar las importaciones de frijoles no

implica que la producción nacional abastezca los mercados del país a

precios razonables más allá de las entregas racionadas: eliminar

importaciones de frijoles sin satisfacer una verdadera disponibilidad

del producto a precios adecuados para buena parte de la población, no

sería un éxito, sino otro fracaso.

En 2010, según la Oficina Nacional de Estadísticas del régimen, la

producción alcanzó 43.900 toneladas. Según el burócrata, en 2014 "se

deben duplicar" las 22.000 toneladas producidas en 2013, "a pesar de las

posibles afectaciones que puedan ocasionar los cambios climáticos".

Entonces, este año la producción estaría por 44.000 toneladas.

Lo cual es una excelente muestra de que en Cuba la producción de

frijoles avanza... como el cangrejo. Según estadísticas de los años

cincuenta del siglo 20 del Consejo Nacional de Economía cubano, de la

ONU y del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la producción de

frijoles en el país en 1935-39 fue de 43.100 toneladas, en 1949-51 de

39.600 toneladas, en 1956-57 de 55.200 toneladas y en 1957-58 de 56.000

toneladas.

Si todo sale como anuncia el burócrata, gracias a la visionaria política

del gobierno y los lineamientos de desarrollo económico, político y

social del partido comunista cubano para alcanzar un socialismo próspero

y sostenible, este año la producción de frijoles en Cuba superaría

ligeramente el promedio de 1935-39, hace más de 75 años, aunque sin

alcanzar la de los dos años anteriores al triunfo de "la revolución",

cuando todo en el país era un desastre, según cuentan desde La Habana.

Sin olvidar que en 1957-58 la población del país rondaba 6 millones de

habitantes, y ahora son casi 11,2 millones.

Con lenguaje enrevesado y que esconde información, la prensa del régimen

dice que "los rendimientos agrícolas superan la tonelada por superficie

cultivada". Lo que no dice es que el rendimiento promedio mundial en

2009-2010 fue de 1,27 toneladas por hectárea, que China alcanzó 1,53 y

Estados Unidos —ay, el imperialismo— 1,86.

¿Cuál ha sido la genial política del gobierno para aumentar la

producción de frijoles? "Se aumentó el valor del grano, lo cual

incentivó a los labradores a acrecentar las siembras". Boberías y

metalenguaje. No se aumentó el valor del grano, que eso lo determinan la

oferta y la demanda: Papá-Estado pagó más dinero por el resultado del

trabajo. No hay "labradores", que no estamos en la Edad Media. Y lo

importante no es acrecentar las siembras, sino aumentar la producción y

la productividad. Lo demás es paisaje.

No se dice qué parte aportan campesinos privados y cooperativas, y con

cuál contribuyen las ineficientes empresas estatales. Aunque sabemos que

en Villaclara, según la prensa oficial, privados y cooperativas crean el

90 % de la producción.

Si de dinero se trata, una tonelada de frijol negro importado colocado

en puerto cubano cuesta 1.227,50 dólares. Sin embargo, el gobierno,

después de deducir a sus "labradores" el costo de los insumos que les

entrega, paga 837 pesos cubanos por tonelada de frijol negro y 883,50

por la de colorado, es decir, entre 33,48 y 35,34 dólares.

Los frijoles producidos en 1957-58 fueron negros, colorados, blancos,

bayos, de carita, pintos y garbanzos. La 44.000 toneladas que promete el

régimen ¿a qué tipos de frijoles se refieren?

Raúl Castro ha dicho varias veces que los frijoles son más importantes

que los cañones. Como probablemente, con lo que se vislumbra,

continuarán sin ser suficientes los frijoles para las necesidades de los

cubanos, ¿qué se puede esperar?

¿Qué el gobierno dedique más esfuerzos a frijoles que a cañones, lo que

no ha hecho nunca? ¿O que pretenda lograr con los cañones lo que los

desaparecidos frijoles, como el famoso vaso de leche, no han logrado en

más de medio siglo?

Es fácil imaginarse la respuesta.



Source: Frijoles y cañones, las armas del general - Artículos - Cuba -

Cuba Encuentro -

http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/frijoles-y-canones-las-armas-del-general-317818

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