jueves, 24 de julio de 2014

La estafa en el pesaje continúa

La estafa en el pesaje continúa
MIÉRCOLES, 16 DE JULIO DE 2014 12:49 ESCRITO POR OSMAR LAFFITA

Cuba actualidad, Capdevila, La Habana, (PD) La estafas y artimañas
contra los consumidores son una pandemia que afecta a la red de comercio
minorista en Cuba.

Bodegueros, dependientes de las Tiendas de Recuperación de Divisas (TRD)
y los trabajadores contratados de los establecimientos privados que
venden productos del agro, de modo descarado e impunemente roban libras
que pertenecen al consumidor.

Como consecuencia del robo en el pesaje de los productos alimenticios,
estos estafadores se enriquecen.

El robo que a diario se comete contra los consumidores en los comercios
minoristas es totalmente responsabilidad del gobierno.

Hay mucha desidia en torno al pesaje. El consumidor no tiene donde
verificar si le robaron o no.

De las 39 586 pesas de diferentes tipos que hay en Cuba, más del 83% son
mecánicas. En esta cifra no cuentan las que poseen los vendedores
privados de productos del agro.

Las pesas digitales se encuentran en las TRD y en algunas de las
Cooperativas no Agropecuarias (CNA) que suplieron a los Mercados
Agropecuarios Estatales (MAE).

En los puntos de ventas, los carretilleros y los Mercado Agropecuarios
de Oferta y Demanda, las pesas son mecánicas.

Al poco tiempo de creadas las provincias Mayabeque y Artemisa, el
gobierno cubano decidió la creación de las Cooperativas No
Agropecuarias. Las primeras se constituyeron en los desaparecidos MAE de
esas dos provincias y La Habana.

Esas CNA, sumadas a los puntos y carretilleros que venden directamente a
la población, convirtieron a estas tres provincias en el primer mercado
de de comercialización y venta minorista de productos del agro en Cuba.

Los principales comercializadores de productos del agro de estas tres
provincias, cooperativistas y privados, utilizan pesas mecánicas.

En Cuba hay tres fábricas de ensamblaje de pesas electrónicas: la
Empresa de Fabricación y Reparación de Medios de Pesar PEXAC, la Che
Guevara y la ETA de Villa Clara.

El precio de las pesas electrónicas, cuando aparecen, ronda los 32 dólares.

La costumbre de los cubanos y la condición establecida por los sistemas
de pesas y medidas establecidas por el gobierno, es comprar en libras
los alimentos. Algo que no se corresponde con las normas establecidas,
porque en 1982 se emitió el Decreto-Ley No. 62 que implantó el Sistema
Internacional de Unidades (SI) en que rige el kilogramo y no la libra.

El pesaje se complica porque en la mayoría de las pesas mecánicas, su
sistema de unidades se expresa en libras y no en kilogramos.

Los estafadores de la provincia de Pinar del Río andan a sus anchas. El
Departamento de Metrología de la Oficina Territorial de Normalización
debe certificar una vez al año los 16 500 instrumentos de pesajes, pero
la falta de financiamiento de las débiles infraestructuras creadas han
impedido cumplir con este importante requisito.

No se ha podido poner fin al robo a los que compran en las redes del
comercio minorista.

En el año 2012 Comercio Interior solo entregó tres mil pesas digitales a
las13 209 bodegas que existen en el país. El 82% de estas pesas reportan
un alto nivel de obsolescencia, lo que propicia el robo a los consumidores.

A pesar de la fuerte presencia de comerciantes privados en la
comercialización y venta de productos, las empresas estatales no están
autorizadas a brindarle servicio de calibración y reparación a sus
instrumentos de pesaje. Eso explica que miles de estas pesas que se usan
diariamente nunca hayan sido certificadas.

Cómo el gobierno puede materializar su campaña de defensa a los
consumidores, si los comerciantes privados tienen en sus negocios las
llamadas "pesas criollas" -las producen en el municipio Niceto Pérez, en
Guantánamo- que la Oficina de Normalización califica de ilegales.

Los funcionario de Metrología afirman que los errores en las pesas
criollas son el origen del engaño al consumidor.

Los funcionarios de Normalización amenazan a los poseedores de las pesas
artesanales no homologadas por dicha instancia, y les advierten que su
uso es ilegal. Pero los comerciantes, al no tener información de la
venta de pesas digitales, no le han hecho caso a esas amenazas.

Si como han advertido, decomisan las pesas criollas, eso traerá consigo
la paralización de la venta de los productos del agro a la población.

Los burócratas de Normalización afirman que las pesas de los
comerciantes privados no cumplen los requisitos de las normas cubanas:
sus pesas jamás han sido certificadas.

La solución del problema sería certificar esas miles de pesas para que
cumplan lo que establecen las normas, a ver si se logra poner fin al
robo al consumidor.

Pero el gobierno lo único que busca es exprimir al máximo a los dueños
de los pequeños negocios privados.

En los Mercados Artesanales Industriales (MAI), el precio de las pesas
en venta es alto: 64 dólares. Pero son tan deficientes que ya han
anunciado que la producción no superará las mil unidades.

Si bien es cierto que entre los bodegueros, trabajadores de las TRD y
los dueños de los de los pequeños negocios privados, prima la voluntad
de hacer sus mayores ganancia a costa del robo a los consumidores,
también lo es que la mayoría de los medios que emplean, por lo obsoletos
que son, no reúnen las condiciones técnicas para realizar el pesaje.

Para Cuba actualidad: origenesmadiba@gmail.com

Source: La estafa en el pesaje continúa | Cuba noticias
actualidad.Periodismo independiente. -
http://www.primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/11067-la-estafa-en-el-pesaje-continua.html

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