Rusia en la lucha contra los apagones en Cuba
En el plan de los cubanos para aumentar la capacidad de los
instalaciones termoeléctricas, además de los rusos, también los chinos
podrían participar.
julio 15, 2014
Cuba firmó un contrato con Rusia para fabricar cuatro generadores para
la central termoeléctrica de Mariel, primer paso de un ambicioso
programa de diversificación y modernización de la matriz energética, que
requiere unos 10.000 millones de dólares en financiamiento externo.
Los cuatro generadores asegurarían la energía para la zona industrial
que se levantará en torno al nuevo megapuerto de Mariel, 50 km al oeste
de La Habana, como parte de un programa nacional de desarrollo eléctrico
hasta 2030. La producción restante se agregaría a la red nacional.
Este ambicioso programa, que requiere unos 10.000 millones de dólares,
busca aumentar la generación del país de los 18.746 gigawatts/hora
actuales a 30.299 el año 2030, reducir la alta dependencia del petróleo
y abaratar los elevados costos de producción.
China también podría participar en este empeño, pues el presidente
chino, Xi Jinping, anticipó que durante su visita a La Habana esta
semana se acelerarán "los pasos de cooperación en los sectores
prioritarios" para Cuba, entre los que mencionó la construcción de
infraestructura y energía.
El acuerdo de los cuatro generadores (cada uno de 200 megawatts), con un
crédito ruso de 1.600 millones de dólares, fue suscrito en la reciente
visita del presidente Vladimir Putin a Cuba, en el marco de su gira
latinoamericana, con el fin de cuadruplicar la capacidad de la central
Máximo Gómez de Mariel, que ahora tiene una potencia de 300 MW y aporta
el 12,8% de la generación nacional.
El plan contempla cambiar la actual matriz energética, de un 95,7% de
generación con petróleo y 4,3% de fuentes renovables, a 76% y 24%
respectivamente. Para ello se construirán 19 plantas "bioeléctricas" en
ingenios azucareros (cada una cuesta unos 40 millones de dólares), que
trabajarán con leña de marabú y el bagazo de caña de azúcar, que
aportarán 755 MW, según Murillo.
También habrá 13 parques eólicos (633 MW), sistemas fotovoltaicos (700
MW) y pequeñas centrales hidroeléctricas (56 MW). El desarrollo de las
energías renovables cuesta unos 3.700 millones de dólares. Pero además
el sistema de generación con petróleo debe modernizarse para aumentar la
producción y la eficiencia. Esto cuesta unos 6.200 millones de dólares,
de los cuales 1.600 ya están acordados con Rusia.
El déficit de energía eléctrica en los años 90, que causó apagones de 16
horas al día, fue uno de los signos más visibles de la crisis económica
que sobrevino en Cuba tras la desaparición de la Unión Soviética, en 1991.
Tanto de la visita de Putin como del programa eléctrico cubano se
desprende que seguirá suspendido el viejo proyecto de energía nuclear
que Cuba inició en los años 80 con apoyo de la Unión Soviética en
Juraguá, cerca de la ciudad de Cienfuegos, centro-sur de la isla.
La central de Juraguá comenzó a ser construida en 1983, pero los
trabajos fueron paralizados en 1993, tras la desaparición de la Unión
Soviética, pues las autoridades rusas no aceptaron facilitar los 750
millones de dólares necesarios para su terminación.
Tras una inversión conjunta de 1.000 millones, el proyecto de la central
nuclear -que desató tensiones con Washington-, fue "conservado" con un
crédito de 30 millones de dólares que aportó Rusia, a la espera de
mejores tiempos.
El tema fue tratado por Putin en su primera visita a la isla en 2000,
cuando se quejó de que Cuba "no está mostrando interés en seguir
construyendo" la planta. Pero en su reciente visita, al parecer, el
asunto no fue abordado.
Source: Rusia en la lucha contra los apagones en Cuba -
http://www.martinoticias.com/content/cuba-mariel-termoelectrica-rusia-china-/38555.html
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