jueves, 3 de julio de 2014

Menos universidades, más privatización de la enseñanza

EDUCACIÓN SUPERIOR



Menos universidades, más privatización de la enseñanza

ORLANDO FREIRE SANTANA | La Habana | 3 Jul 2014 - 9:41 am.



El cierre de universidades por parte del Gobierno empujará a cientos de

docentes a convertirse en 'repasadores' privados.



En la más reciente reunión del Consejo de Ministros se informó que, para

el curso escolar 2014-2015, disminuirá el número de centros

universitarios en las provincias de Matanzas, Cienfuegos, Sancti

Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey y Guantánamo. La disminución se

extenderá a Pinar del Río, Villa Clara, Las Tunas, Granma, Holguín y

Santiago de Cuba en el curso 2015-2016; mientras que a La Habana le

tocará el turno a partir de septiembre de 2016.



Al parecer, Raúl Castro clasifica como un mejor administrador que su

hermano mayor, por lo que a su Gobierno, con frecuencia, le corresponde

la tarea de enmendar los disparates y despilfarros de Castro I, entre

los que sobresale la creación de cientos de sedes universitarias a lo

largo y ancho de la Isla, bajo la peregrina idea de que lo cuantitativo

era lo determinante. Claro, todo va a transcurrir mediante el empleo de

un lenguaje encubridor, eufemístico, que no lesione el amor propio del

fundador de la dinastía. Por eso, aunque habrá fusiones y extinción de

centros universitarios, se ha preferido calificar el proceso como una

"integración de las universidades".



La denominada "municipalización universitaria" —un aporte de Fidel

Castro—, en momentos en que no se exigían exámenes de ingreso para

acceder a la educación superior, posibilitó que muchos estudiantes con

deficiente preparación se matricularan y posteriormente se graduaran en

esas sedes. Semejante explosión de matrícula precisó de un incremento en

los claustros de profesores, con el consiguiente arribo a las aulas de

docentes no aptos para tan alto empeño. Y no olvidar tampoco la

disfunción que se observaba en algunas de esas sedes territoriales. Es

el caso, por ejemplo, de municipios eminentemente agrícolas con una

elevada matrícula en especialidades humanísticas. Esto último sumía a

esos territorios en una desagradable encrucijada en el momento de la

graduación de los estudiantes: o los mantenía desempleados, o los

ubicaba en puestos laborales ajenos a la formación profesional que

recibieron.



De igual forma, ha sido significativa la proliferación de universidades

con un perfil estrecho. O sea, universidades pedagógicas, universidades

agrarias, universidad del deporte, universidad de ciencias informáticas…

Parece ser más racional la existencia de una universidad que agrupe a

varias especialidades del saber.



Antes de 1959 había solamente tres universidades en Cuba: la de La

Habana, la de Santa Clara, y la de Oriente, ubicada en Santiago de Cuba.

Fue un período en que era proverbial la calidad de los graduados, algo

muy distinto a lo que hemos contemplado en los últimos tiempos, con

profesionales carentes de una cultura general o un nivel básico de

instrucción. Por ejemplo, esos médicos e ingenieros incapaces de

redactar un informe decoroso, cuajado además de errores ortográficos.



El general de división Leonardo Andollo Valdés, segundo jefe de la

Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo de los

Lineamientos del VI Congreso del Partido, al dar a conocer la

información que comentamos, aseveró que "disminuirán los cuadros de

dirección, habrá un mejor aprovechamiento del claustro, y más eficiencia

en el uso de las aulas, los laboratorios y la residencia estudiantil".



Pero el general Andollo no especificó qué piensa hacer el Ministerio de

Educación Superior (MES) con esas personas que quedarán disponibles. No

se necesita mucha perspicacia para imaginar cuál será el destino que les

depara el oficialismo: ir como docentes a las aulas de las enseñanzas

primaria y secundaria básica, las que presentan un agudo déficit de

maestros. Una solución que, por supuesto, no será del agrado de esos

trabajadores disponibles. Porque, entre otras cosas, tendrán afectación

de salario al descender en la pirámide educacional.



Sin embargo, no todo son malas noticias para estos disponibles. Otra

opción —bastante prometedora, por cierto— aparece ante ellos:

convertirse en "repasadores", una de las casi 200 ocupaciones

autorizadas a ser ejercidas por cuenta propia.



¿En qué consiste lo promisorio de esa actividad? Pues en que, al

desaparecer la doble sesión docente en las escuelas cubanas a partir del

próximo curso escolar, los estudiantes recibirán menos clases, y

necesitarán más a los repasadores privados para aprobar las asignaturas.

Es decir, que en lo adelante los repasadores no solo harán falta cuando

se aproximen los exámenes, sino durante todo el curso.



Con ello se pondrá en entredicho la tan publicitada gratuidad de la

enseñanza en Cuba. Porque a los abrumados padres, ante las carencias y

dudosas estrategias de la educación estatal, no les quedará más remedio

que exprimirse los bolsillos si quieren garantizar la promoción de sus

hijos.



Source: Menos universidades, más privatización de la enseñanza | Diario

de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1404373264_9342.html

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