viernes, 30 de enero de 2015

Adiós anticipado al CUC

Adiós anticipado al CUC
MIRIAM CELAYA, La Habana | Enero 29, 2015

Eran apenas las 10 de la mañana del miércoles 28 de enero y la casa de
cambio (CADECA) de la calzada de Belascoaín no tenía moneda nacional
(CUP). Una cajera explicaba que solo le quedaban varios billetes de 50
pesos y eso era todo hasta que llegara "el carro del dinero". Algunos
clientes, que llegaban y se marchaban al no poder hacer sus
transacciones, aseguran que esta situación ha estado tornándose
habitual, no solo en esta casa cambiaria, sino también en la de la calle
Galiano, frente a la Plaza del Vapor.

Estas son prácticamente las dos únicas casas de cambio que operan en el
municipio Centro Habana después que la mayoría de ellas fueran
transformadas en puntos de cajeros automáticos, por lo cual tanto el
cambio de divisas extranjeras a moneda convertible (CUC), como el de CUC
a CUP, implica el traslado a alguna CADECA o Banco Metropolitano,
distantes entre sí, y la posibilidad de hacer una larga cola antes de
realizar la transacción deseada.

Otra dificultad que se ha hecho común, tanto en CADECA como en los
cajeros automáticos, es la ausencia de billetes de denominaciones
inferiores a los 100 o 50 CUP, lo cual también causa incomodidad a la
población, en especial a los ancianos que cobran sus pensiones con
tarjetas magnéticas y muchas veces se ven imposibilitados de extraer la
totalidad de su dinero por no existir en depósito billetes de 5 o 1 CUP.
En este caso deben esperar todo un trimestre o cuatrimestre, según el
caso, hasta que se acumule en sus fondos la cantidad de dinero
suficiente como para cubrir la denominación mínima de 10 o 20 CUP, una
cifra ridícula si se compara con los elevados precios de cualquier
producto del mercado, pero significativa si se trata de personas que
dependen casi por completo de esos ingresos.

Desde que inició el año 2015 los cubanos que reciben remesas del
exterior o que perciben pesos convertibles por otras vías se apresuran a
cambiar su dinero a moneda nacional. Los que tienen entradas mayores
–del orden de los cientos de CUC, generalmente los dueños de los
negocios particulares más prósperos– prefieren cambiar a dólares en el
mercado subterráneo. El denominador común es que ya nadie quiere guardar
dinero en los CUC que hasta hace poco eran muy solicitados y solían
agotarse en las CADECA.

El anuncio de la próxima entrada en circulación de nuevos billetes en
moneda nacional, con denominaciones de 200, 500 y 1000 pesos, a partir
del próximo mes de febrero, sumado a la posibilidad de acceder al otrora
"mercado en divisas" con cualquiera de las dos monedas, han sonado a
redoble en la psiquis popular, como un preludio de la tan esperada
unificación monetaria. En la población se extiende el temor a que
súbitamente se produzca un cambio oficial con tasas leoninas que
ocasionarían serias pérdidas al bolsillo.

La expectativa se hace sentir por ósmosis en las redes de comercio
agropecuario de la capital, en especial en las carnicerías "no
estatales", donde apenas unas semanas atrás aceptaban cualquiera de las
dos monedas. "¡Por tu madre, dame moneda nacional!", demanda el
carnicero del "combinadito de Sitios", en Centro Habana, cuando un
cliente saca 20 CUC para pagarle una pieza de carne de cerdo, cuyo
precio en estos días de desabastecimiento se ha elevado a 45 pesos
corrientes la libra. "Ya los guajiros no quieren coger CUC, mi hermano,
ellos tienen mucho dinero y le han cogido miedo a la unificación
monetaria. No me venden la carne si no es en moneda nacional".

Algo similar ocurre con los comerciantes de carretillas, que todavía
aceptan pagos de los clientes en moneda "convertible", casi siempre al
menudeo, pero cuyos proveedores mayoristas (privados) están exigiéndoles
la moneda nacional como pago a sus productos. "Los guajiros ganan mucho
dinero y casi todos los productores guardan grandes sumas. Ninguno
quiere perder cuando se unifique la moneda", dice un carretillero de mi
barrio.

Evidentemente, la falta de información y de claridad por parte de los
medios oficiales provoca una vez más incertidumbre y dispara las
especulaciones en la población, dando paso a obstáculos tales como la
(inexplicable) insuficiencia de fondos en las CADECA y aumentando la
demanda de dólares estadounidenses en el mercado negro cambiario.

Cercanos ya a la introducción de los billetes con las nuevas
denominaciones, que evidencian claramente la elevadísima tasa de
inflación en Cuba, nada se conoce acerca de una unificación monetaria
que –según anunciaron las autoridades– será gradual y "no afectará" los
bolsillos cubanos. Por el momento, es de esperar que a la hora cero no
se mantenga el cambio oficial de 25 pesos en moneda nacional por cada
CUC, transacción con la que han operado hasta ahora las CADECA y las
redes comerciales estatales. La experiencia, tras décadas de engañosas
maniobras monetarias, ha estimulado la sabiduría popular; y, ya antes de
la soñada unificación monetaria, los cubanos se están desprendiendo del
que fuera en los últimos años el máximo signo de estatus en la Isla: el CUC.

Source: Adiós anticipado al CUC -
http://www.14ymedio.com/nacional/Adios-anticipado-CUC_0_1715228472.html

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