lunes, 26 de enero de 2015

El tsunami de MasterCard en Cuba

El tsunami de MasterCard en Cuba
Posted on 25 enero, 2015
Por Emilio Morales*

El primer gigante en aprovechar el levantamiento del cerco financiero
impuesto por más de medio siglo a Cuba ha sido MasterdCard.

La poderosa firma acaba de informar que a partir del 1ro de marzo las
tarjetas MasterCard emitidas en Estados Unidos podrán ser utilizadas en
el territorio cubano. Por primera vez, los más de 630,000 viajeros
anuales procedentes de Estados Unidos podrán hacer uso del crédito a sus
anchas en la red minoristas dolarizada, los hoteles y los restaurantes,
todos bajo control del estado.

El levantamiento de las restricciones financieras, decretado por el
Departamento del Tesoro, es una de las acciones más importantes para
restablecer el puente de las transacciones monetarias entre ambos
países. Es de esperar que otros gigantes se sumen en las próximas
semanas, pues a fin de cuentas el pastel esta virgen todavía y todos
quieren llevarse su jugosa mordida.

Bancos en fila

Lo mismo pasará con los bancos, ¿Quién será el primero? ¿CITIBANK, Bank
of América, Wells Fargo o Chase? En las próximas semanas algunos de
ellos romperán el hielo, de eso no hay dudas.

¿Quién se beneficia con esto? La respuesta es obvia: el Estado cubano. A
partir del 1ro de marzo el flujo de caja del gobierno va a tener un
nuevo suministrador de divisas en el poderoso emporio financiero
norteamericano. Todavía hay quienes se pellizcan con la noticia. Para
ello, toda la red minorista dolarizada del país, los hoteles,
restaurantes, las majestuosas Casas del Habano y demás establecimientos
controlados por las corporaciones estatales, tienen la estructura y los
mecanismos engranados para recibir a su majestad MasterCard USA,
incluida FINCIMEX, quien aguarda lista para combatir el fraude de las
tarjetas desde su estado mayor en planta baja del Hotel Habana Libre.
(FINCIMEX es una institución financiera no bancaria, emisora de
tarjetas, que pertenece a la corporación CIMEX S.A).

Quien pensaba que la isla no estaba lista para tales operaciones se
equivoca. Hace más de 15 años CIMEX y su división financiera FINCIMEX
está trabajando con el tema de las tarjetas, el fraude electrónico y
todo lo concerniente al pago con el uso de las tarjetas de crédito y
débito. Durante todo este período de tiempo los turistas canadienses,
europeos, latinoamericanos y asiáticos han sido los usuales clientes del
sistema bancario cubano y toda su red de puntos de ventas, donde se
permite el uso de las tarjetas para pagar por diferentes servicios.
Paradójicamente, los cubanos de la isla no tienen todavía una tarjeta de
crédito, aunque en los últimos dos años se les ha permitido que puedan
pagar en algunas tiendas con sus tarjetas de débito en pesos cubanos (CUP).

Sector privado sin beneficio

Sin embargo, los que no se van a beneficiar por el momento son los
trabajadores por cuenta propia. Para ellos el gobierno no ha manifestado
ningún plan para favorecerlos con el pago con tarjetas por parte de los
turistas extranjeros.

Para esta masa de empresarios exitosos -surgidos de forma pujante a
pesar de las paupérrimas condiciones de desarrollo- seguirá rigiendo el
pago en efectivo, algo que los perjudica en su crecimiento, pues muchos
turistas acuden al crédito para satisfacer sus compras en los viajes de
placer a la isla.

Por el momento parece distante el día en que el sector privado cubano
pueda tener este beneficio. Lo cierto es que desde 1993 cuando se
despenalizó la tenencia de divisas y se permitió el trabajo privado,
ningún negocio privado cubano ha tenido el privilegio de poder facturar
a los turistas a través de sus tarjetas de crédito y débito, lo que
obviamente ha sido una de las tantas maneras de limitar su desarrollo y
crecimiento.

¿Será el momento del cambio? ¿Está listo el gobierno cubano para el
salto? Ojalá me equivoque, pero todo parece indicar que no.

El juego de ajedrez se pone difícil para Cuba desde el comienzo de la
partida. Mientras Estados Unidos cumple rápido con sus promesas y mueve
hacia adelante las fichas, todo lo contrario pasa con la contraparte
cubana, que al parecer ya en el primer round tiene agotado sus
argumentos y recursos. El mensaje retórico utilizado en las primeras
reuniones sigue siendo el mismo de hace 50 años, y en este nuevo
contexto aburre y desalienta la esperanza de muchos cubanos.

El escudo ideológico que fue construido por el gobierno cubano a costa
del embargo, comienza a desvanecerse poco a poco. El momento no podría
ser más propicio para que el régimen demostrara una real voluntad de
normalización, dejando atrás el viciado lastre del atrincheramiento,
pero por ahora parece que esa no es la estrategia. Y lo que queda en
evidencia es que su estrategia política carece de táctica económica.

Con una economía en ruinas y en medio de un proceso de reformas, Cuba
está urgida de cambios profundos en la concepción de su sistema si
quiere lograr algún nivel de desarrollo que lo haga salir del
estancamiento y la pobreza acumuladas a causa de métodos errados en el
manejo de la economía.

Giro de tuerca

Es entonces el momento de dar giro a la tuerca y comenzar una verdadera
reforma. Por ejemplo, la respuesta a la entrada de MasterCard debería
ser que los cuentapropistas pudieran tener acceso a que sus negocios se
vean beneficiados por el pago de las tarjetas. ¿Dará el paso el gobierno
cubano?

Este es una excelente prueba para medir lo que está por llegar cuando el
gobierno norteamericano comience a implementar los mecanismos para que
los empresarios privados puedan importar las herramientas y materias
primas para desarrollar sus negocios. ¿Permitirá el gobierno cubano que
esto suceda?

Lo cierto es que ya entramos en el quinto año del proceso de reformas
emprendido por Raúl Castro y los cuentapropistas todavía no rebasan la
cifra de medio millón. La más reciente estadistica oficial los sitúa en
más de 476 mil. Aun no tienen un mercado mayorista donde puedan acudir
a hacer las compras que necesitan para desarrollar sus respectivos
negocios. Sin embargo, muchos de ellos han desplazado a las
instituciones estatales que cuentan con los recursos y los mecanismos de
abastecimiento. ¿Cómo es posible semejante resultado? La respuesta es
obvia: la libertad de ser dueño de su destino es hoy el motor del éxito
del emprendedor cubano.

El espacio al cuentapropismo limitado solo a 201 modalidades, en su
mayoría destinadas a los servicios, está casi saturado. La señal de
alarma parece reflejarse en que durante los últimos cuatro años se han
producido los picos migratorios más altos después del éxodo del Mariel
de 1980. Hechos que evidencian que las reformas no ha sembrado en el
pueblo cubano la esperanza de construir algo mejor para su bienestar,
como ha pretendido el gobierno sin éxito hasta el momento.

Los peligros del tarjetazo

Pero si bien el gobierno cubano será el primer beneficiado con la
entrada de MasterCard al mercado, también podría ser el primer
perjudicado por el efecto social que tiene la entrada de dicha marca
financiera. Un arma de doble filo para la sociedad cubana.

Desde el 2010 y hasta el 2014 han visitado anualmente a Cuba alrededor
de 560,000 viajeros, el 90% de ellos cubanoamericanos. El efecto
MasterCard significa que este año más de medio millón podrá hacer uso de
sus tarjetas de créditos en isla, y que más de medio millón de familias
cubanas van a estar bajo el beneficio directo de otras personas que
emigraron a Estados Unidos.

El cambio experimentado por estas personas que antes de emigrar nunca
usaron y ni siquiera soñaron con utilizar una tarjeta de crédito, es un
mensaje también engañoso, pues reafirma una extendida percepción entre
los cubanos de que emigrar es la vía más rápida para poder cambiar su
estatus de vida.

Doy por seguro que miles de cubanos acudirán al tarjetazo para
satisfacer las necesidades materiales y espirituales de sus familiares y
amigos en la isla. Una acción que en el calor de la intimidad familiar
junto a sus seres queridos, constituye un mensaje directo, esperanzador,
de amor y prosperidad hacia los suyos, algo que no puede hacer el
gobierno cubano.

Será otro despertar electrizante para una sociedad anestesiada bajo los
efectos de lo prohibido por más de cinco décadas.

*Economista cubano. Ex jefe de planeación estratégica de mercadotecnia
en la corporación CIMEX y autor de los libros Cuba: ¿tránsito silencioso
al capitalismo? y Marketing without Advertising, Brand Preference and
Consumer Choice in Cuba. Es presidente de The Havana Consulting Group,
en Miami.

Source: El tsunami de MasterCard en Cuba | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/21622-el-tsunami-de-mastercard-en-cuba/

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