Es hora de conectar a Cuba a Internet
Por EL COMITÉ EDITORIAL NOV. 30, 2015
Millones de cubanos podrían tener acceso a Internet a un precio moderado
en cuestión de meses. Lo único que mantiene a Cuba en las tinieblas en
plena era digital es la falta de voluntad política. Desde hace mucho
tiempo, los líderes cubanos han dicho que el deplorable estado de la
infraestructura de telecomunicaciones en la isla es culpa del embargo de
Estados Unidos. Ya no tienen esa excusa.
A raíz de cambios regulatorios implementados por la administración del
Presidente Obama este año, Cuba tiene varias opciones para expandir el
acceso a Internet rápidamente y a gran escala. Si el gobierno en La
Habana aprovecha esta oportunidad, le podría dar un estímulo a la
anémica economía de la isla y a los jóvenes que están pensando en
emigrar, una razón de peso para reconsiderar su partida.
La isla fue uno de los últimos países en la región en conectarse a la
red en los años 90. Desde entonces, el gobierno autoritario ha ampliado
acceso a Internet lentamente y ha establecido rigurosos mecanismos de
control y censura. Durante la última década, el gobierno estadounidense
financió conexiones clandestinas. Sin embargo, éstas beneficiaron
relativamente pocas personas y quienes accedían a esos servicios corrían
el riesgo de ser tildados como traidores. Aunque en 2013 Cuba se conectó
a la red de cables submarinos que permite conexiones veloces, el acceso
a Internet aún es muy costoso y está fuera del alcance de quienes no
tienen conecciones autorizadas por el gobierno en centros laborales y
universidades.
Ansiosos por conectarse al mundo, algunos jóvenes cubanos han
desarrollado mecanismos ingeniosos para evadir los controles estatales.
Durante los últimos dos años "el paquete", un sistema de distribución de
contenido digital en el mercado negro, ha permitido que muchos cubanos
tengan acceso semanal a un menú de películas, programas de televisión y
archivos de portales digitales que son repartidos puerta a puerta usando
discos duros. También han creado redes inalámbricas que, aunque no están
conectadas a Internet, permiten a sus usuarios chatear y compartir
contenido.
Hace unos meses, en respuesta a presión popular, el gobierno estableció
35 centros con conexión Wi-Fi donde los cubanos pueden conectarse a
Internet con teléfonos inteligentes y computadoras portátiles por un
precio de $ 2 dólares por hora. Aunque la tarifa equivale al 10 por
ciento del salario mensual promedio en Cuba, los nuevos centros siempre
están a reventar. Norges Rodríguez, un ingeniero y bloguero en La
Habana, dijo que los líderes cubanos enfrentan un dilema. "Ellos son
conscientes de que para que la economía avance, ésta tiene que estar
conectada", afirmó Rodríguez. "Pero el diseño de sociedad que tenemos es
como la que tenían los soviéticos, una sociedad cerrada".
Al interior de la opaca clase dirigente de Cuba existe una división
entre conservadores que temen que la expansión del acceso a Internet le
de fuerza a movimientos de disidencia, y progresistas que consideran que
el desarrollo del sector tecnológico es indispensable para salvar la
economía. Recientemente Google ha animado el debate, pues ha ofrecido
modernizar la infraestructura tecnológica en la isla, tal como lo ha
hecho en otros países desconectados.
La empresa podría facilitar la conexión de un cable submarino adicional,
lo cual aumentaría sustancialmente la velocidad de las conecciones.
También tiene la capacidad de desarrollar un sistema de distribución que
incluiría cables de fibra óptica, torres de banda ancha móvil y puntos
de acceso Wi-Fi. La iniciativa Project Link de Google ha mejorado
dramáticamente la conectividad en Uganda en cuestión de meses y la
empresa está desarrollando una iniciativa similar en Ghana. Aún no se
han precisado los términos de financiamiento que harían posible el
proyecto en Cuba. Google podría hacer una inversión preliminar y luego
recuperarla gradualmente. En la medida en que se multiplique el número
de usuarios, Google vería un auge en la demanda de sus productos, lo
cual a su vez generaría ingresos por publicidad.
Una alianza con Google, una empresa con gran influencia en los círculos
de poder en Washington, podría acelerar el fin del embargo, un objetivo
prioritario para La Habana. Asimismo, haría más difícil que el próximo
presidente de marcha atrás al proceso de normalización de relaciones que
Obama impulsó el año pasado. Algunos aspirantes presidenciales del
partido Republicano, como el Senador Marco Rubio, están en contra de la
nueva política de estrechar lazos con la isla.
Cuba, por supuesto, podría tomar la decisión de aliarse con empresas de
tecnología de otro país, como lo hizo Myanmar cuando comenzó a abrir su
sistema político en 2013. Expertos de esta industria afirman que a pesar
de su complicado sistema de inversión extranjera y su inhabilidad de
obtener crédito para comprar equipos de Estados Unidos a raíz del
embargo, no habría escasez de propuestas de compañías ansiosas por
establecerse en Cuba. Es un mercado atractivo por ser el país más
poblado del Caribe, y por contar con una sociedad con un alto nivel de
educación.
El año pasado, el gobierno cubano se comprometió a expandir el acceso a
Internet "sin pausa, pero sin prisa". Esto no ha ocurrido y muchos
cubanos, con buena razón, están exigiendo más. "El gobierno ha dicho que
el problema era porque no se podía negociar con empresas
norteamericanas", dijo Rodríguez, el bloguero. "Ese argumento ya
desapareció".
Source: Es hora de conectar a Cuba a Internet - The New York Times -
http://www.nytimes.com/2015/11/30/opinion/es-hora-de-conectar-a-cuba-a-internet.html
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