Otra farsa del gobierno cubano
Los discapacitados cubanos continuarán sumidos en la pobreza y el abandono
Jueves, marzo 23, 2017 | Gladys Linares
LA HABANA, Cuba.- Celebrar en Cuba, del 13 al 17 de marzo de este 2017,
la VI Conferencia de la Red Latinoamericana de Organizaciones no
Gubernamentales de Personas con Discapacidad y sus Familias (RIADIS),
por los resultados obtenidos en la atención e inclusión a esas personas,
solo es posible porque los medios de difusión están en poder del Estado
y no publican la verdad sobre el triste panorama al que se enfrentan día
a día las personas con discapacidad.
Casi seguro que los más de 200 delegados de una veintena de naciones de
América Latina, España, Estados Unidos y Canadá, no están ajenos a que
en Cuba tanto la Asociación Nacional de Ciegos (ANCI) como la de Sordos
e Hipoacúsicos (ANSOC) y la de Limitados Físico-Motores (ACLIFIM) son
organizaciones gubernamentales, y por lo tanto responden a los intereses
del gobierno, y que además de recibir pocos recursos para ofrecer apoyo
a sus miembros, tampoco hay una política coherente para la atención de
los derechos de las personas con discapacidad.
Por solo citar un caso reciente que demuestre lo anterior, Juan Goberna,
un opositor pacífico que se quedó ciego, solicitó su ingreso a la ANCI y
le fue denegado. Al preguntar cuál era la causa, le dijeron que era por
ser "contrarrevolucionario". Aunque Juan ha pedido los estatutos de la
organización, solo ha recibido evasivas.
Muchos discapacitados viven sumidos en la pobreza, si bien es cierto que
desde la década de los setentas fue elaborado un programa dirigido a su
integración económica y social, para lo cual fueron creados algunos
talleres especiales de las industrias locales, con la finalidad de que
se incorporaran al trabajo. Sin embargo, como ha sucedido en otras
ocasiones, este proyecto no se desarrolló, según las autoridades, por la
compleja situación económica y financiera que vive el país. Me comentaba
un débil visual que trabajó en uno de estos centros, que lo dejó por el
bajo salario, que no le alcanzaba para comer. Ahora se dedica a vender
pastas alimenticias (fideos y coditos) clandestinamente.
Algunos discapacitados reciben míseras pensiones, y en muchos casos para
su sustento son ayudados por su familia. Otros sobreviven vendiendo por
las calles, y así los vemos anunciando con cautela su mercancía. Y es
que su situación los hace más vulnerables ante policías e inspectores
pues sus limitaciones físicas frecuentemente les impiden percibir la
presencia de estos.
Hace unos días un sordo que pasa con frecuencia vendiendo ajo, no se
percató de la cercanía de un policía. Por suerte para él, cuando el
vigilante se dio cuenta de que era sordo, se sensibilizó y le hizo señas
de que se fuera.
En el transcurso del mencionado evento internacional, Mabel Ballester,
presidenta de la ACLIFIM, declaró a la televisión: "Esto es lo que
hacemos en Cuba: nos dan las herramientas para poder integrarnos y ser
productivos y útiles a la sociedad".
Sin lugar a dudas, para alcanzar lo dicho por la Sra. Ballester, hacen
falta, más que palabras, acción. Mucho se pudiera lograr con mayor
atención del gobierno: facilitar los medios para que los ciegos puedan
aprender a leer y escribir en Braille; reabrir el Centro Nacional de
Rehabilitación de Ciegos y Débiles Visuales, en Bejucal, que lleva nueve
años cerrado para reparación; eliminar las barreras arquitectónicas,
incluir servicio de interpretación de lengua de señas en la programación
televisiva y lugares públicos como hospitales y farmacias, etc. La lista
sería larga.
En este evento, según la propaganda gubernamental, Cuba mostraría
"logros en inclusión a personas con discapacidad", y la gran farsa
terminaría con el elogio de la presidenta de RIADIS, Ana Luisa Arellano,
de Ecuador. Mientras, los discapacitados cubanos continuarán sumidos en
la pobreza y el abandono.
Source: Otra farsa del gobierno cubano CubanetCubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/otra-farsa-del-gobierno-cubano/
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