La corrupción del "hombre nuevo"
23 de junio de 2017 - 20:06 - Por Editorial Diario Las Américas
Miles de dólares van y vienen por los aeropuertos cubanos hasta mover
millones. Un especie de renacimiento económico que funciona al margen
del sistema estatal y que tiene por coprotagonistas a funcionarios que
pretenden mirar a un lado a cambio del pago por el silencio
Ser una "mula", eso que significa importar mercancías prácticamente a
escondidas en Cuba, se ha convertido en una de las labores mejor
remuneradas. Para aquellos que tienen una vía de salida de la isla, el
negocio resulta más interesante que tener un puesto de trabajo en donde
el salario alcanza solo para malvivir. Comercializar con una amplia gama
de productos es la salida perfecta para afrontar la eterna crisis que
azota el país y disfrutar algunos lujos que solo pueden tenerse si en el
bolsillo hay dólares.
Cualquier persona quedaría sorprendida si se detiene a observar la
dinámica de trabajo de los aeropuertos del país, sobre todo conocer las
maniobras de la aduana, entidad que supuestamente vela por el
cumplimiento de ciertas regulaciones que indican la cantidad de
productos que se puede ingresar a la isla.
A pesar de la famosa lista de regulaciones, que entró en vigor hace unos
años atrás, los cubanos se las han ideado para hacer y deshacer a su
antojo. Importan mercancía desde México, Estados Unidos, Rusia y Panamá,
que últimamente ha sido el centro de operaciones de muchas "mulas" que
compran desde jabones de conocidas marcas hasta motos eléctricas y aires
acondicionados.
Miles de dólares van y vienen por esos lares hasta mover millones. Un
especie de renacimiento económico que funciona al margen del sistema
estatal y que tiene por coprotagonistas a funcionarios que pretenden
mirar a un lado a cambio del pago por el silencio. Lo más importante son
los contactos que se tengan, encontrar al que autorice la entrada de más
objetos de los permitidos, es el sueño de muchas "mulas".
Esa es la realidad de una sociedad que es el resultado de un sistema
político y económico fallido. De nada valió someter a la población al
terror de la Policía secreta o el discurso político que trataba de
imponer la imagen de un hombre que llamaron nuevo y resultó corrupto
para sobrevivir.
Tras 58 años de dictadura totalitaria sólo queda el recuerdo de una
sociedad civil que fue fructífera a pesar de sus errores y defectos.
Falta ahora esperar y curar el mal que tanto daño ha hecho.
Las opiniones emitidas en esta sección no tienen que reflejar la postura
editorial de este diario y son de exclusiva responsabilidad de los autores.
Source: La corrupción del hombre nuevo | Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/opinion/la-corrupcion-del-hombre-nuevo-n4125151
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