Viernes 23 de Marzo, 2007 5:28 GMT136
LA HABANA (Reuters) - Cuba perdió 14.600 jornadas laborales en el 2006
por "indisciplinas," dijo el viernes la televisión estatal, en alusión a
uno de los problemas domésticos que el convaleciente líder Fidel Castro
advirtió que podrían destruir la revolución.
Los datos llegan en momentos en que Cuba se dispone a aplicar un nuevo
reglamento laboral que extiende los horarios de trabajo y exige mayor
disciplina.
"Preocupa y, no a pocos, la aplicación de las resoluciones (...) que
pretenden ordenar el trabajo y la disciplina laboral," dijo el noticiero
de la televisión estatal cubana.
"Pero lo que no parece pasar por la mente de muchos alarmados (...) es
la necesidad de ordenar los procesos productivos en correspondencia con
una etapa determinante en la continuidad de nuestro proceso, donde es
impostergable hacer las cosas mejor y no sólo en consignas," añadió.
El nuevo reglamento laboral debería haber entrado en vigor en enero,
pero fue postergado hasta abril.
El noticiero de la televisión estatal dijo que el déficit de transporte
público "parece" ser una de las razones que retrasó la aplicación del
reglamento.
El ausentismo y la flexibilidad en los horarios de trabajo proliferaron
en Cuba durante los años del llamado "período especial," que sobrevino
cuando el colapso en 1991 de la Unión Soviética sumió a la isla en una
crisis sin precedentes.
"La permisibilidad de las administraciones con la ausencia casi absoluta
del descuento (del salario) nos hace cómplices, porque se contabilizan
los gastos y los costos, pero ¿quién cuenta el tiempo perdido?,"
cuestionó la televisión estatal.
Cifras publicadas en noviembre pasado por la prensa oficial indicaban
que un 44,6 por ciento de las empresas estatales de Cuba no cumplían las
normas disciplinarias, ya que algunos empleados dormían en horario de
trabajo y otros ni siquiera estaban en las oficinas.
Castro advirtió poco antes de ceder el poder en julio pasado por una
enfermedad no revelada, que la corrupción, las ineficiencias y la
negligencias podrían destruir la revolución que lo llevó al gobierno en
1959.
Según cifras oficiales, el salario promedio en Cuba creció un 20 por
ciento en el 2006, pero aún no constituye la principal fuente de
ingresos para la mayoría.
Especialistas cubanos han señalado problemas sistémicos de la economía
de la isla, que está en más de un 90 por ciento en manos del Estado,
incluyendo una excesiva centralización y el freno del desarrollo económico.
La prensa estatal cubana ha publicado en los últimos meses varios
reportajes que revelan el proceso legal contra dirigentes de empresas
implicados en casos de corrupción.
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