sábado, 28 de julio de 2007

Los bajos salarios y la crisis en Cuba

Los bajos salarios y la crisis en Cuba

Una familia necesita 1,600 pesos al mes, pero el sueldo promedio es de
387 pesos

Redacción de La Opinión

28 de julio de 2007

La precariedad salarial, uno de los principales problemas de la economía
cubana, obliga a las familias a recurrir al mercado negro para llegar a
final de mes y resolver sus necesidades mínimas.

El presidente en funciones de Cuba, Raúl Castro, reconoció el jueves,
durante su discurso por el 26 de julio, que el salario "es claramente
insuficiente para satisfacer todas las necesidades".

El problema se agrava, según expertos cubanos, por la convivencia de dos
monedas en la isla: el peso convertible (CUC, equivalente a 1.08
dólares) y el peso cubano (1 CUC equivale a 24 pesos cubanos).

Según cálculos de economistas cubanos, una familia media de cuatro
miembros necesita un presupuesto mensual de unos 1,600 pesos (alrededor
de 72 dólares) para atender sus necesidades básicas mínimas, pero según
la Oficina Nacional de Estadística el salario promedio en la isla es de
387 pesos cubanos, o sea, unos 18 dólares mensuales.

En el país hay una libreta de racionamiento de alimentos desde
principios de 1962, por lo cual algunos analistas afirman que se trata
del racionamiento de alimentos más prolongado de los tiempos modernos.

Esa libreta de racionamiento no sólo sigue vigente 45 años después del
comunismo en la isla, sino que hace más de 30 años que apenas cubre una
cuarta parte o un tercio de las necesidades alimentarias básicas de las
familias cubanas.

Por otra parte, en Cuba se ha enraizado muy fuertemente una nueva
psicología social, una especie de nueva cultura popular según la cual
robarle al Estado no es malo, sino un acto de defensa propia para
sobrevivir.

El resultado de esta lógica socialista es que casi todos los
trabajadores de alguna u otra manera roban lo que pueden, práctica que
el gobierno denomina "desvío de recursos", o "faltantes", cuando se
trata de desfalco de dinero en efectivo.

Este robo sistemático es precisamente el que alimenta el gigantesco
mercado negro cubano. Los ciudadanos encuentran en este mercado
clandestino lo necesario para subsistir.

Ángeles, una vecina de Playa, recurre al mercado negro para comprar
comida y ocasionalmente ropa o zapatos.

"La gente busca precios más baratos y siguen comprando por la izquierda
porque les compensa", aseguró.

Enrique, un padre de familia de 36 años, compra "por la izquierda", como
popularmente se conoce esta práctica, desde carne y pescado hasta
productos que no puede conseguir en las tiendas.

"Hay cosas que son más baratas 'por la izquierda' y es posible ahorrar
un poco, además, se pueden encontrar cosas que no hay en las tiendas,
como aires acondicionados", explicó.

http://www.laopinion.com/latinoamerica/?rkey=00000000000002034980

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