el rendimiento
Burocratismo en Cuba frena la reforma de Raúl Castro para el sistema de
salarios
Gerardo Arreola
Corresponsal
La Habana, 10 de mayo. Resistencias y burocratismo frenan la reforma
impulsada por el presidente Raúl Castro en el sistema de salarios, que
busca aumentar los ingresos, sin límite máximo, según la productividad
de cada trabajador, indicaron reportes de prensa.
La reforma tenía que aplicarse desde diciembre pasado, pero "está
tropezando con resistencias, obstáculos e incomprensiones", dijo la
revista Bohemia en un amplio informe.
El nuevo sistema busca eliminar el "igualitarismo", la fórmula por la
cual todos los empleados de una categoría ganan lo mismo, sin importar
cuánto rinda cada uno.
En los últimos dos años Castro ha reconocido que en Cuba el salario no
alcanza para vivir, mientras que, al mismo tiempo, se puede vivir sin
trabajar, gracias a los subsidios públicos.
La televisión tiene una campaña permanente contra el que no trabaja y la
prensa hostiliza el incumplimiento de la jornada, la ineficiencia de los
empleados y el maltrato al cliente.
Las oficinas estatales de atención al público ampliaron sus horarios
para permitir que los trabajadores hagan sus trámites sin abandonar su
puesto.
"Estamos en un círculo vicioso", dijo el economista Lázaro González,
citado por la revista. "No aumentamos el salario porque no hay
producción y no hay producción porque no aumentamos el salario".
La meta del plan oficial es detonar la productividad como la pieza clave
para devolverle sentido al salario, mejorar el nivel de vida de los
trabajadores y sustituir importaciones.
Pero "en los últimos ocho años la productividad ha crecido en Cuba a
menor ritmo que el salario medio, una tendencia insostenible a largo
plazo", dijo Bohemia.
González estimó que la reforma no conseguirá su objetivo y propuso, en
cambio, aplicar el nuevo sistema paulatinamente y por sectores
fundamentales, como la agricultura y la industria alimenticia, "con
requisitos".
La investigación de la revista mostró que muchas empresas no han dado
siquiera el primer paso de la reforma, un estudio técnico que fije las
cuantías de su producción y la escala de salarios y están pagando
nóminas con el sistema anterior, sin explicarlo a los trabajadores.
Como ejemplo de lo que ocurre, el reporte citó a la fábrica de calzado
Nguyen Van Troi, la mayor de su tipo en el país, donde sus directivos
declararon que el sistema ya estaba en vigor, pero hubo trabajadores que
dijeron desconocer siquiera la existencia del nuevo mecanismo.
Bohemia descubrió que lo que estaban aplicando en la empresa es una
forma de pago de "destajo colectivo", donde se vincula el salario a la
producción, pero no por el rendimiento de cada trabajador, sino de toda
la planta.
En otros casos, "esta realidad se agrava por el malsano hábito de no
pocos funcionarios de engavetar documentos y leyes o de estudiarlos con
displicencia", señaló la revista, que citó el caso de unos talleres
ferroviarios donde los directivos dispusieron pagar un máximo de 120
horas de trabajo por quincena.
En contraste, la publicación citó a la terminal de ómnibus Villa
Mariana, de la oriental provincia de Camagüey, donde "el incremento
salarial depende del sobrecumplimiento en los viajes y de la
recaudación", según dijo el mecánico Roberto Gómez García.
La Jornada: Burocratismo en Cuba frena la reforma de Raúl Castro para el
sistema de salarios (11 May 2009)
http://www.jornada.unam.mx/2009/05/11/index.php?section=mundo&article=025n1mun
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