A ochenta kilómetros de Florida, se insiste en las dificultades y
complicaciones para combatir un desastre como el de BP en el Golfo de México
PEDRO RODRÍGUEZ / CORRESPONSAL EN WASHINGTON
Día 30/09/2010 - 19.58h
Los avanzados planes de la compañía española Repsol para buscar petróleo
en las costas de Cuba están generando toda clase de críticas y reproches
en Estados Unidos. Con un énfasis, como recogen hoy el «New York Times»
y el «Miami Herald», en los graves riesgos que supondría para esa
compartida zona marítima un desastre similar al de British Petroleum en
el Golfo de México.
De acuerdo a estimaciones realizadas por científicos de Estados Unidos,
un siniestro parecido al de la plataforma «Deepwater Horizon»
contaminaría las turísticas playas de Cuba y de los cayos de la Florida
en cuestión de tres días. Con peligro de que esa potencial marea negra
sea impulsada por la corriente del Golfo y se expanda todavía
rápidamente, llegando hasta Miami y más allá.
Estos riesgos en el estrecho de Florida serían especialmente
significativos por la evidente falta de medios a disposición de Cuba
para combatir un masivo vertido de crudo. Con el agravante de que la
ayuda de empresas especializadas de Estados Unidos se vería complicada
por el vigente embargo comercial contra el régimen castrista impuesto
hace medio siglo.
De hecho, algunas compañías americanas habrían pedido permiso al
gobierno de Estados Unidos para participar en la naciente
industria petrolera cubana, argumentando la posibilidad de facilitar su
despliegue en caso de un posible siniestro. Como ha indicado Lee Hunt,
presidente de la Asociación Internacional de Contratistas de
Perforación, «esto no es una cuestión de ideología, es una cuestión de
vertidos de crudo y las actitudes políticas tienen que cambiar para
proteger el golfo».
La Administración Obama parece ser consciente de estos riesgos. Justo
después del siniestro de BP, la agencia oficial dentro del Departamento
del Tesoro que controla la aplicación del embargo -Office of Foreign
Assets Control- ha indicado su disposición a otorgar licencias
especiales a empresas de Estados Unidos para poder suministrar a Cuba
servicios y equipo para la contención de vertidos de crudo.
Repsol tiene previsto iniciar sus trabajos a principios del próximo año
en las aguas soberanas de Cuba, a una profundidad todavía mayor del
siniestrado pozo de British Petroleum. Del lado de Estados Unidos, ese
tipo de operaciones que perforaciones se encuentran sometidas a una
moratoria por parte de la Administración Obama. Además de la legislación
federal que prohíbe de forma terminante explotaciones petrolíferas en
las costas de Florida.
Cuba, gran fuente de crudo
Para Cuba, este proyecto presenta un enorme valor estratégico para
satisfacer sus necesidades de energía. En la actualidad, la república
caribeña produce una limitada cantidad de crudo y depende las
importaciones facilitadas por Venezuela. Pero especialistas de la
industria petrolera creen que existen abundantes depósitos en la costa
norte cubana, comparables a los de Ecuador y Colombia. Con estimaciones
de un potencial de hasta 20.000 millones de barriles en la parte cubana
del Golfo de México.
Junto a España, la búsqueda de petróleo en aguas de Cuba ha interesado a
empresas de Noruega, India, Malasia, Venezuela, Vietnam y Brasil.
Líderes del exilio cubano insisten en que todos esos proyectos para
facilitar al producción de hidrocarburos son una herramienta de
complicidad internacional para perpetuar la dictadura cubana.
En el caso de Repsol, que ya realizó un pozo exploratorio en el 2004, la
empresa española ha contratado a una unidad de la petrolera italiana Eni
SpA para construir una plataforma en China, que lleva el nombre de
Scarabeo 9. Con intención de empezar a realizar múltiples perforaciones
a grandes profundidades en el 2011.
http://www.abc.es/20100930/internacional/repsol-cuba-201009301759.html
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