16 de Abril de 2011 • 10:12
16/04/2011 - 14:12 (GMT) El futuro de la cooperación cubana es uno de
los temas a ser debatidos en el VI Congreso del Partido Comunisra de
Cuba, que empezó este fin de semana en La Habana.
Dirigentes del Ministerio de Salud muestran un mapamundi con los países
donde existe cooperación medica cubana.
El futuro de la cooperación cubana también será debatido en el VI
Congreso del Partido Comunista de Cuba, que empezó este fin de semana en
La Habana.
Y es que los cooperantes cubanos en el extranjero se han convertido ya
en la primera fuente de ingresos de la economía nacional. Decenas de
miles de trabajan en países del Tercer Mundo contratados a través de
empresas estatales.
La mayor parte de ellos son profesionales de la salud, un lujo que Cuba
puede darse por tener 70.000 médicos. Pero hay además miles de maestros,
profesores, arquitectos, entrenadores deportivos, ingenieros civiles,
informáticos e hidráulicos.
Su trabajo es el resultado de un cambio de política en las relaciones
internacionales, la "ayuda gratuita" se transformó en cooperación
Sur-Sur, beneficiosa no sólo para el receptor sino también para Cuba y
para los mismos cooperantes.
Esta política ha despertado, sin embargo, un buen número de críticas
internacionales debido a que las empresas contratistas estatales cubanas
se quedan con la mayor parte del pago que realiza el país que recibe el
servicio.
Salud por petróleo
Alrededor de 50.000 cubanos trabajan en países del Tercer Mundo. Son
apenas una pequeña parte del millón de graduados universitarios con que
cuenta el país, pero producen ingresos tan altos que Cuba paga toda su
factura petrolera sólo con los servicios médicos que vende a Venezuela.
Hay también cubanos en países de Asia, América Latina y África. En este
último continente el proyecto fue dirigido por el ex ministro Marcos
Portales y el crecimiento resultó espectacular. Fuentes gubernamentales
dijeron a BBC Mundo que sólo en Angola hay ya más de 3.000 cooperantes.
Las antiguas afinidades políticas se convierten en relaciones
comerciales provechosas para ambas naciones. Así existen importantes
acuerdos con Argelia, China y Sudáfrica, este país es el que mejor paga
los servicios de los profesionales cubanos.
Una de las reformas que debatirá el Congreso del Partido Comunista de
Cuba (PCC) es la institucionalización del "intercambio" en lugar de la
"ayuda". Y aquellos casos en los que no se cobre la asistencia, se
tratará de que el país beneficiado pague los costos.
Desde el primer día
Cuba constituyó brigadas de respuesta rápida compuestas por médicos
jóvenes, con varios idiomas y equipamiento móvil.
Desde que triunfó en 1959, la Revolución Cubana inició un camino de
asistencia a gobiernos y organizaciones políticamente afines. En 1960,
cuando en Cuba apenas había 3.000 galenos, enviaron a Argelia la primera
brigada médica.
Mientras Fidel Castro estuvo a cargo trató de que esa ayuda no fuera
retribuida, funcionarios venezolanos aseguran que el presidente Hugo
Chávez tuvo que insistir mucho para que Cuba aceptara cobrar por los
servicios médicos.
Durante medio siglo La Habana donó centrales azucareras, azúcar, café,
armas, hospitales, servicios médicos y todo tipo de asesoramiento, de
hecho fueron cubanos quienes formaron a los vietnamitas en el cultivo de
café y de la tilapia.
Si económicamente la actividad era poco rentable, en el terreno político
le permitió establecer fuertes lazos con gobiernos políticamente
cercanos pero también con naciones de sistemas y culturas tan diferentes
como Pakistán.
Visas sin retorno
Decenas de miles de médicos cubanos trabajan en todo el mundo,
convertidos ya en el primer renglón de la economía nacional.
Washington trata de torpedear el trabajo de los médicos cubanos en el
extranjero ofreciendo visas expeditas para todos los que estén en
terceros países y quieran vivir en Estados Unidos, ya alrededor de 1.600
optaron por ellas.
La Habana entonces los castiga prohibiendo, de por vida, el regreso a la
isla del "desertor" y congela la salida de todos sus familiares directos
durante un periodo que ronda los 5 años pero que puede variar según al caso.
Internacionalmente algunos cuestionan que los cooperantes cubanos
trabajen por salarios que pueden representar un 20% del ingreso que
percibe el Estado por el servicio. Incluso en Miami se presentaron
denuncias ante los tribunales.
Sin embargo, los cooperantes cubanos logran, a pesar de todo, algunos
beneficios importantes: ganan divisas, pueden comprar automóviles,
construirse una casa e importar, libre de impuestos, gran cantidad de
mercancías a Cuba.
Internacionalismo y cooperación
Los delegados al Congreso tienen que decidir si continúan con el
"internacionalismo proletario" que los guió durante 5 décadas o entran
en el camino de una cooperación Sur-Sur que es menos romántica pero más
acorde a los recursos de Cuba.
Es posible que algún sector se oponga o intente matizar la propuesta
pero, al final, la realidad económica podría imponerse, pues a Raúl
Castro no le es difícil demostrar con números que el país ya no puede
financiar semejante gasto.
Además el costo político es cada día más alto en la medida en que la
situación económica del ciudadano común se hace más compleja. Será
difícil explicarles por qué mantienen gratuidades en el exterior
mientras se eliminan las de los cubanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario