miércoles, 4 de abril de 2012

Cuba y los buses chinos con corazón estadounidense

Cuba y los buses chinos con corazón estadounidense
Fernando Ravsberg
La Habana

"Las guaguas (autobuses) están malísimas, te pasas dos hora esperando en
una parada para hacer un viaje de 15 minutos", nos explica el estudiante
de medicina Roberto Díaz, mientras Jorge Ávila agrega que "además cuando
pasan vienen llenas".

Yamilé González trabaja en la dirección de un hospital que queda a 15
kilómetros de su casa a pesar de lo cual tiene que salir a las seis de
la mañana para llegar a las ocho. "Pasamos muchas dificultades para ir
al trabajo, las guaguas no vienen o pasan llenas", se queja.

"La población se lo siente porque no hay la cantidad de transporte
suficiente, más de la mitad de los ómnibus están parados por falta de
piezas de repuesto para repararlos", explicó a BBC Mundo Luis H. Blanco,
inspector de transporte público.

Para conocer las razones que han provocado esta nueva crisis nacional
del sector entrevistamos al viceministro de Transporte, Eduardo
Rodríguez, quien reconoce que alrededor del "30% de los buses están
parados por diferentes razones".
Chinos con corazón estadounidense

Rodríguez explica que "las dificultades financieras son serias y en
estos últimos tres años han tenido un protagonismo especial, porque
cuando usted no tiene dinero es mucho más complicado tomar una decisión
en materia de compra".

Pero existen otras dificultades generadas por responsabilidad del
Ministerio de Transporte (Mitrans) que compró buses chinos y rusos con
motores estadounidenses, a pesar de que el embargo económico dificulta y
encarece la obtención de repuestos.

Fuentes oficiosas afirman que les habían asegurado la venta posterior de
partes y piezas pero después no cumplieron.

El viceministro reconoce que "el bloqueo de los EE.UU. no es falacia" y
asegura que en el futuro "eso es algo que hay que tener presente".

En el transporte público no es donde únicamente hay vehículos de EE.UU.
paralizados por falta de repuestos, ocurre en diferentes sectores
productivos e incluso en Salud Publica, sin que nadie sepa explicar por
qué siguen comprando equipos de ese país.
La lenta marcha de la burocracia

El otro factor determinante en la crisis es que la empresa importadora
cubana que trabaja con el Mitrans tarda meses en decidirse a comprar los
repuestos que le solicitan, tiempo en que el equipo está fuera de
servicio y los usuarios agonizando en las paradas.

Eduardo Rodríguez nos asegura que "eso se está reformando en estos
momentos para crear una empresa comercializadora que cambie la gestión y
que esté más orientada no tanto a cumplir determinados principios sino a
la satisfacción del cliente".

Hasta ahora el proceso es el siguiente: cuando los vehículos se rompen
se saca a licitación las piezas que faltan, se estudia durante meses las
ofertas y después se da el visto bueno a una de ellas y aún habrá que
esperar a que se compre y llegue.

Un proceso que puede demorar hasta un año. Así que mientras se
reorganizan, la gente seguirá sufriendo en las paradas, los equipos
circulando sobrecargados y se hará más difícil poner en marcha los que
están fuera de servicio "porque los vehículos paralizados continúan
deteriorándose", nos explica el viceministro.
Los costos y la organización

Eduardo Rodríguez nos hace notar que hay un componente financiero que no
se puede desconocer, "en la transportación de pasajeros los niveles de
subsidio son muy grandes, porque la población recibe un servicio
totalmente subsidiado".

Agrega que "el costo de un kilómetro recorrido en trasporte público
urbano cuesta prácticamente lo mismo en cualquier parte del mundo, cerca
de 1 dólar", sin embargo, el ciudadano cubano abona por un pasaje
alrededor de US$0,16.

De todas formas más allá de los asuntos financieros quedan preguntas sin
respuesta como por ejemplo por qué hay en La Habana menos de 1.000 buses
en el transporte público y más de 3.000 al servicio de las empresas
estatales.

El viceministro nos dice que la mayoría de los buses son tan viejos que
no aguantarían más de un par de viajes diarios.

Sin embargo, lo cierto es que muchos de estos buses circulan por la
ciudad vacíos y los fines de semana hacen excursiones extraoficiales a
puntos turísticos bastante lejanos de la capital.

Tampoco queda muy claro por qué el Mitrans no organiza por rutas a los
miles de transportistas particulares de pasajeros, para establecer una
red que beneficie al usuario, cubriendo toda la ciudad y no solo
aquellos puntos que son más rentables.

Eduardo Rodríguez nos aseguró que "estamos trabajando en muchas cosas
novedosas" pero no quiso adelantar nada porque "la gente no se merece
que estemos anunciando cosas que por una razón u otra después no se
materialicen".

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/04/120404_cuba_transporte_crisis_ravsberg.shtml

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