miércoles, 28 de noviembre de 2012

Abren esta semana primeras cafeterías estatales con gestión privada

Abren esta semana primeras cafeterías estatales con gestión privada



Los antiguos asalariados deberán competir con el alto nivel de oferta y

servicio alcanzado en un par de años por los cuentapropistas del sector.

Rolando Cartaya/ martinoticias.com

noviembre 27, 2012



En una nueva medida de control de daños de la desastrosa ofensiva

revolucionaria decretada en 1968 por Fidel Castro, y hacia la

introducción de formas de gestión cooperativas en un sector sumamente

degradado bajo la administración estatal, las autoridades cubanas

arrendarán desde este sábado 1ro de diciembre, a sus empleados, pequeños

locales dedicados a la gastronomía, hasta ahora gestionados por el Estado.



La movida tiene el carácter de "plan piloto" con rienda y paso cortos

que ha caracterizado las lentas reformas (la "actualización") de Raúl

Castro: las plantillas no podrán tener más de cinco trabajadores, pero

se comenzará con aquellos que sólo tienen uno o dos; la puesta en

práctica se limitará a las provincias de Artemisa, Villa Clara y Ciego

de Ávila: y como señaló a martinoticias.com Osmar Lafitta, especialista

en temas económicos del semanario "Primavera Digital", abarcará

solamente una mínima fracción de los establecimientos del sector.



Lafitta observa que el 23 de diciembre del 2011, durante la segunda

sesión anual de la Asamblea del Poder Popular, el zar económico Marino

Murillo anunció que pasarían a la forma de trabajo no estatal 225.000

trabajadores gastronómicos, o sea, prácticamente todo el personal que

trabaja en los cerca de 34.000 establecimientos del sector que hay en el

país.



Ahora resulta que sólo tomarán parte en el ensayo unos 1.180 locales, y

eso, paulatinamente, pues el grupo inicial será de unos 200.



ARROJANDO LASTRE



​​Como reconocen medios oficiales, la razón primaria de la medida no es

remediar la proverbial mala calidad de los servicios gastronómicos

estatales, sino que el Estado se libere "de una carga que ha llegado a

ser onerosa por diversas causas, que van desde la pérdida de recursos

hasta la desorganización".



(De hecho los restaurantes y cafeterías del Estado han sido en los

últimos años centros abastecedores de aceite, harina, y otros renglones

alimentarios al mercado negro, como lo eran también los comedores

estatales clausurados hace un par de años por el gobierno. Y también los

mal pagados empleados ya estaban gestionando estos establecimientos

estatales para su provecho personal).



La misma fuente estatal anticipa que la medida "modernizará los

servicios, en un sector que es "un gran aportador de ingresos a las

arcas nacionales".



El experimento sería apenas el tercero en cooperativizar un área de la

economía de servicios del país, después de la experiencia inicial con

las barberías y peluquerías, y luego con algunas formas de transporte

público.



PERO SIGO SIENDO… EL DUEÑO



​​Según dio a conocer en conferencia de prensa la viceministra cubana de

Comercio Interior, "los inmuebles, equipos y otros medios continúan en

propiedad del Estado, y los gastos de mantenimiento y reparaciones de

estos, así como la electricidad, agua, teléfono, anuncio y publicidad,

serán asumidos por los trabajadores".



Lafitta señala que con esto el Estado se desmarca de su responsabilidad

en cuanto al deterioro por décadas de estos establecimientos. Los

trabajadores tendrán que asumir su reparación pagando los materiales de

construcción que sólo se venden a particulares a precios minoristas.



Una vez firmado el contrato de arrendamiento,--que como sucedió con las

tierras en usufructo, será de hasta diez años, tras lo cual habrá que

renovarlo-- los Consejos de Administración Municipales fijarán las

tarifas, según la ubicación de los establecimientos, sus características

y dimensiones. El colega independiente anticipa unos 700 pesos mensuales

para los restaurantes y 400 para las cafeterías, cantidades que podrían

ser perdonadas por un año para aquellos que asuman la reparación.



Aunque ni el local ni los medios de trabajo serán nunca de su propiedad,

salvo el ron, tabacos y cigarros, que se les seguirá suministrando a

través de las empresas de comercio interior, el personal tendrá que

agenciarse a precios sin subsidios el resto de los insumos necesarios y

los combustibles de cocción.



¿QUIERES CHOCOLATE? PAGA LO QUE DEBES



Una vez suscrito el contrato de arrendamiento y obtenida la autorización

de la Dirección de Trabajo municipal, el trabajador por cuenta propia

tendrá 15 días para presentarse en la Oficina Nacional de Administración

Tributaria de su domicilio fiscal, a tramitar la inscripción o

actualizar su situación fiscal en el Registro de Contribuyentes. Luego

de un período de gracia de tres meses, empezarán a tributar rebanadas de

sus ingresos al fisco.



Aunque se prevé que los trabajadores que se acojan al nuevo sistema de

gestión tendrán gastos de nivel comercial en los servicios básicos,

deberán pagar el Impuesto sobre los Servicios Públicos sobre la base de

los ingresos generados, partiendo de un tipo impositivo de un 10 por ciento.



Además, deberán abonar un impuesto sobre los ingresos personales y,

quienes contraten eventualmente a más de cinco trabajadores, quedan

obligados al pago del impuesto (de hasta 50 por ciento) por Utilización

de la Fuerza de Trabajo.



ANTECEDENTES Y DESVENTAJAS



El primer intento de cooperativización emprendido por el gobierno en sus

esfuerzos por arrojar lastre fue en el sector de las barberías y

peluquerías.



​​No menos controlado en sus inicios que éste de ahora, ha sido un éxito

total, según el colega de Primavera Digital. Señala Lafitta que barberos

y peluqueras eran dueños de facto de sus establecimientos antes de la

medida, pues el Estado no podía vigilar, salvo mediante ocasionales

inspecciones, las transacciones entre quienes ofertaban el servicio y su

clientela. Estas se movían generalmente muy por encima de las tarifas

establecidas (un corte de pelo que se facturaba en 80 centavos podía

involucrar en realidad 10 o 20 pesos).



La mayor remuneración también les había permitido hacer contactos para

adquirir insumos, en muchos casos de mejor calidad que los suministrados

por el Estado.



Apunta el comunicador que, apoyándose en sus familiares en Estados

Unidos, estos tutores de la apariencia y la belleza han reconstruido los

locales hasta dejarlos irreconocibles, y han revolucionado también el

servicio. Si antes éste era afectado por la crónica carencia de

recursos, ahora adquieren sistemáticamente los productos, bien en la red

estatal minorista, o "por la izquierda", un término cubano para el

mercado negro, en el que circulan con profusión mercancías procedentes

del extranjero, en especial de Miami.



Y aunque cargan sus nuevos gastos a los precios que cobran, el nivel de

satisfacción de la clientela con el servicio es alto, al menos en La

Habana, asegura el periodista.



Nuestro entrevistado observa que a diferencia de los salones de belleza

y barberías, los gastronómicos que empiezan ahora su gestión privada en

locales arrendados por el gobierno se encontrarán con la competencia de

cuentapropistas ya consolidados en el sector.



Al aporte financiero de sus familiares éstos le han agregado su

iniciativa y su imaginación para ofertar un servicio moderno, de buen

gusto, con un tratamiento amable y personalizado que no se conocía en

Cuba. Muchos de sus insumos los encargan a Estados Unidos, a pesar del

decretado aumento de los aranceles aduaneros.



Para subirle la parada a su competencia, algunos ofrecen ahora música o

espectáculos en vivo por las noches. Y cobran la cuenta en moneda dura.



Su éxito –apunta Lafitta-- está incluso provocando el éxodo de chefs,

ayudantes de cocina, camareros y bartenders desde los hoteles hacia

estos nuevos restaurantes y cafeterías privados donde pueden ganar en

una noche lo que en sus centros de trabajo ganarían en un mes



¿McDONALD'S? ¿PIZZA HUT?



Lafitta pone algunos ejemplos de similar eficiencia en restaurantes

privados de comidas rápidas.



Uno especializado en hamburguesas que vende en moneda nacional, se

encuentra en la esquina de la Calzada de 10 de Octubre y Santa Catalina,

en el reparto habanero de La Víbora.Recauda cada día en su equivalente

en pesos, de 1.200 a 1.500 dólares. Las hamburguesas –la más barata por

25 pesos-- son invariablemente de carne de res (algo que en Cuba sólo se

oferta en las tiendas de recaudación de divisas del gobierno) y

mantienen una constante calidad y sabor.



Otro establecimiento, la pizzería La Roca, en el municipio Boyeros,

vende diariamente entre 10.000 y 12.000 pesos. El queso no es de

producción nacional, sino importado.



Lo más barato, un plato de spaghetti a la marinera, cuesta 25 pesos,

pero el colega afirma que la venta es "de campana a campana", al punto

de que antes cerraban los lunes y ahora también están abiertos el

segundo día de la semana, hasta las 10 de la noche.



¿De donde sacan los cubanos, cuyo salario medio es de unos 25 dólares

mensuales, el dinero para afrontar estos precios?



Una parte importante, de las remesas que les envían sus familiares,

indica el periodista; otros, de su actividad en un mercado informal que

se ha visto enriquecido y expandido con la visita en los últimos dos

años de unos 800.000 cubanos residentes en el extranjero, y con las

demandas de insumos ilegales del propio cuentapropismo, en ausencia de

un mercado mayorista.



De modo que los nuevos gestores privados de establecimientos

gastronómicos estatales van a entrar a la competencia un poco

tardíamente, pasito a pasito y bajo el ojo vigilante del Hermano Mayor.

Tienen una ventaja: otros tuvieron que desarrollar el "modus operandi",

el "know how" usando el incierto (y con frecuencia costoso) método del

ensayo y el error. Ahora ya está ahí, listo para ellos.



http://www.martinoticias.com/content/cafeteria-cuba-cooperativismo-economia-negocios-iniciativa-privada-/17016.html#page=all

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